La agresión israelí respaldada por Estados Unidos en Oriente Medio ha creado una situación sumamente peligrosa para los pueblos de la región y del mundo. Ha sido una matanza genocida unilateral contra el pueblo palestino en Gaza, llevada a cabo por Israel, pero armada y respaldada por el imperialismo estadounidense.
En un año Israel ha matado a más de 41.500 personas en Gaza y más de 2.000 en Líbano. Millones de personas han sido desplazadas en la región. Israel, con el apoyo de Estados Unidos, la convirtió en una guerra regional más amplia con un ataque sorpresa contra Hezbolá, un grupo fundamentalista islámico reaccionario del Líbano. En seguida invadió Líbano.
Irán, que apoya a Hezbolá, tomó represalias a su vez con un ataque con misiles contra Israel, que está preparando su propia respuesta militar a Irán, “en consulta con” Estados Unidos. Se trata de una situación sumamente peligrosa, no sólo para los pueblos de la región, sino del mundo. En esta situación, hay que tener en cuenta algunas verdades:
- Esta agresión israelí-estadounidense es totalmente injusta, y la responsabilidad fundamental de cualquier guerra más amplia recae en Estados Unidos. Los imperialistas estadounidenses han armado y respaldado a Israel con enormes cantidades de ayuda militar durante más de 60 años, e Israel funciona como un bastión estadounidense de dominación en esta región estratégica del mundo.
- El peligro de una guerra nuclear que acabe con la civilización es real, y hay que comprenderlo y oponerse a él. Israel es una potencia nuclear, al igual que Estados Unidos. Irán es una potencia nuclear en ciernes, a punto de poder desarrollar un arma, y tiene aliados en Rusia, China y Corea del Norte, que a su vez son potencias nucleares. Esto hace más urgente oponerse a esta guerra e impulsar la necesidad de una revolución que trabaje para poner fin a tales armas de destrucción masiva y a todas las guerras reaccionarias.
- Israel es un Estado racista-apartheid colonialista de asentamiento, impuesto a los pueblos de la región hace 76 años como instrumento de dominación imperialista —y desde hace más de 50 años como perro de presa directo del imperialismo estadounidense, en Oriente Medio y en todo el mundo. Los gobernantes de EE.UU. pintan las agresivas acciones genocidas de Israel como “defensa propia”.
- Estados Unidos es, con creces, la principal potencia opresora del mundo, empapada de sangre y en la cima de un sistema de capitalismo-imperialismo, que arma, financia y se apoya en el Estado reaccionario de Israel para que sea su perro de presa en Oriente Medio.
- La República Islámica de Irán es una teocracia (dictadura religiosa) represiva, reaccionaria y misógina. Ha llevado a cabo una represión asesina contra su pueblo y, en particular, contra las fuerzas revolucionarias e incluso contra quienes expresan cualquier tipo de disidencia con respecto a sus despiadadas políticas. Así, este Estado —y todos sus aliados religiosos igualmente reaccionarios en la región, incluidos Hamás, Hezbolá y los hutíes— no debe ser apoyado, y las fuerzas genuinamente revolucionarias y progresistas dentro de Irán deben ser apoyadas.
- La República Islámica no es similar a las teocracias “convencionales” de la historia antigua, sino que es producto de la expansión del sistema capitalista-imperialista en el Medio Oriente, y su cordón umbilical está conectado a él y se nutre de él. Es una fuerza reaccionaria que, por un lado, depende de la dinámica del capitalismo imperialista y sus estructuras en el mundo y, por otro lado, está en conflicto con él y deriva su legitimidad de esta oposición, y lo que se pone al mando es el retorno a la ética y a las relaciones sociales precapitalistas.
- No se puede ignorar el hecho de que las fuerzas fundamentalistas islámicas están entretejidas con el sistema capitalista global, que no son algo externo a él, pero tampoco son su “hechura”. El imperialismo y el fundamentalismo islámico son dos polos obsoletos del mismo sistema y apoyar a uno u otro terminará fortaleciendo a los dos. A nombre de apoyar toda lucha de “liberación nacional”, defender a fuerzas nacionalistas (y no realmente antiimperialistas) reaccionarias equivaldría a salir de la olla hirviente para caer en la candela.
- En Colombia y América Latina nuestra principal responsabilidad ante los pueblos del mundo es oponernos a los crímenes de los imperialistas y de los gobernantes de cualquier país (incluido el propio), y luchar para detenerlos; y apoyar a las fuerzas verdaderamente revolucionarias en los países más directamente involucrados, de Estados Unidos a Irán y todo el Medio Oriente.
El líder revolucionario Bob Avakian ha planteado reiteradamente un punto que cobra gran urgencia: “Nosotros, los pueblos del mundo, ya no podemos permitir que estos imperialistas sigan dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos lo antes posible. Y es un hecho científico que no tenemos por qué vivir así.”
El nuevo comunismo, desarrollado por Avakian muestra cómo la humanidad podría emanciparse de esta locura y de todas las formas de opresión, a través de una revolución real para derrocar este sistema capitalista-imperialista, y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor en el camino hacia la emancipación de la humanidad en cada país y en todo el mundo. Avakian aborda en qué consiste esa revolución y cómo podría llevarse a cabo, incluyendo la oportunidad poco común en que nos encontramos hoy, en la que esta revolución es más posible, incluso en países como Estados Unidos.
Si quieres saber qué está pasando, por qué está pasando y qué tenemos que hacer al respecto, es sumamente importante conocer la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian (visite revcom.us). Y necesitas unirte a lo únicos que realmente están trabajando para hacer esta revolución y aprovechar la oportunidad real de hacerlo en estos tiempos tan peligrosos: los verdaderos comunistas revolucionarios.
Grupo Comunista Revolucionario, 7 de octubre de 2024 | ComRev.co | @ComRevCo