Un año después del genocidio israelí en Gaza: 99 trabajadores médicos a Biden y Harris: «Pongan fin a esta locura ahora»

Alan Goodman | Revolución # 874 | revcom.us | 7 de octubre de 2024

Nota de los editores: Este artículo fue publicado en revcom.us. La traducción al español es responsabilidad de comrev.co.

Al cumplirse un año del inicio del genocidio de Israel en Gaza, el 2 de octubre de 2024, 99 médicos, cirujanos, enfermeros, enfermeras facultativas y parteras de Estados Unidos que habían pasado tiempo en Gaza escribieron una carta abierta al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris.

Termina así:

Cada día que seguimos suministrando armas y municiones a Israel es un día más en que nuestras bombas destrozan mujeres y nuestras balas asesinan niños. Presidente Biden y Vicepresidenta Harris, les instamos: ¡pongan fin a esta locura ahora! (Aquí y en todo el texto, las negritas y el énfasis son del original).

La carta presenta testimonios exasperantes, desgarradores y condenatorios de lo observado por estos profesionales médicos. Y sus horribles afirmaciones se documentan en un apéndice detallado. Presenta «evidencias probatorias [pruebas] de que el número de víctimas humanas en Gaza desde octubre es mucho mayor de lo que se entiende en Estados Unidos. Es probable que el número de muertos de este conflicto sea ya superior a 118.908, un asombroso 5,4% de la población de Gaza»

Y exige: «Debe imponerse un alto el fuego a las partes beligerantes mediante la retirada del apoyo militar a Israel y el apoyo a un embargo internacional de armas a Israel y a todos los grupos armados palestinos

La carta tiene seis páginas. Cada una de las frases documenta crímenes históricos y depravados contra la humanidad cometidos por Israel.

Los siguientes son extractos de la carta:

Nunca he visto heridas tan horribles, a una escala tan masiva, con tan pocos recursos. Nuestras bombas están matando a miles de mujeres y niños. Sus cuerpos mutilados son un monumento a la crueldad.
—Dr. Feroze Sidhwa, cirujano de trauma y cuidados intensivos, cirujano general de Veterans Affairs.

Salvo excepciones marginales, todos los habitantes de Gaza están enfermos, heridos o ambas cosas. Esto incluye a todos los cooperantes nacionales, a todos los voluntarios internacionales y, probablemente, a todos los rehenes israelíes: todos los hombres, mujeres y niños. Mientras trabajábamos en Gaza vimos una malnutrición generalizada en nuestros pacientes y en nuestros colegas sanitarios palestinos. Todos y cada uno de nosotros perdimos peso rápidamente en Gaza a pesar de tener un acceso privilegiado a los alimentos y de haber llevado con nosotros nuestra propia comida suplementaria rica en nutrientes. Tenemos pruebas fotográficas de la desnutrición potencialmente mortal de nuestros pacientes, especialmente los niños, que estamos deseando compartir con ustedes.
Prácticamente todos los niños menores de cinco años que encontramos, tanto dentro como fuera del hospital, tenían tos y diarrea acuosa. Encontramos casos de ictericia (indicativa de infección por hepatitis A en esas condiciones) en casi todas las habitaciones de los hospitales en los que prestamos servicio, y en muchos de nuestros colegas sanitarios de Gaza. Un porcentaje asombrosamente alto de nuestras incisiones quirúrgicas se infectaron por la combinación de desnutrición, condiciones operatorias imposibles, falta de suministros sanitarios básicos como jabón, y falta de material quirúrgico y medicamentos, incluidos antibióticos.
La desnutrición provocó abortos espontáneos generalizados, recién nacidos con bajo peso e incapacidad de las madres para amamantar a sus hijos. Esto dejó a sus recién nacidos en alto riesgo de muerte dada la falta de acceso a agua potable en cualquier lugar de Gaza. Muchos de esos bebés murieron. En Gaza vimos cómo madres desnutridas alimentaban a sus recién nacidos con leche de fórmula elaborada con agua no potable. Nunca podremos olvidar que el mundo abandonó a estas mujeres y bebés inocentes.

Todos los días veía morir a bebés. Habían nacido sanos. Sus madres estaban tan desnutridas que no podían amamantarlos, y nosotros carecíamos de leche de fórmula o agua limpia para alimentarlos, así que se morían de hambre.
—Asma Taha, enfermera pediátrica facultativa

Les instamos a que se den cuenta de que en Gaza se están produciendo epidemias. El continuo y repetido desplazamiento por parte de Israel de la población desnutrida y enferma de Gaza, la mitad de la cual son niños, a zonas sin agua corriente ni siquiera aseos disponibles es absolutamente escandaloso…

En Gaza fue la primera vez que tuve el cerebro de un bebé en la mano. La primera de muchas.
—Dr. Mark Perlmutter, cirujano ortopédico y de la mano.

[T]odos los que hemos trabajado en urgencias, cuidados intensivos o cirugía hemos tratado de forma habitual o incluso diaria a niños preadolescentes que recibían disparos en la cabeza o en el pecho. Es imposible que un tiroteo tan generalizado contra niños pequeños en toda Gaza, mantenido a lo largo de todo un año, sea accidental o desconocido para las más altas autoridades civiles y militares israelíes…

Las mujeres embarazadas y lactantes que tratábamos estaban especialmente desnutridas. Los que trabajábamos con mujeres embarazadas veíamos con regularidad mortinatos y muertes maternas que eran fácilmente evitables en el sistema sanitario de cualquier país en desarrollo. La tasa de infección en las incisiones de las cesáreas era asombrosa. Las mujeres se sometían a partos vaginales e incluso a cesáreas sin anestesia y después sólo se les daba Tylenol porque no había otros analgésicos disponibles…
[I]srael ha destruido más de la mitad de los recursos sanitarios de Gaza y ha matado a casi mil trabajadores sanitarios palestinos, más de uno de cada 20 trabajadores sanitarios de Gaza. Al mismo tiempo, las necesidades sanitarias han aumentado masivamente debido a la combinación letal de violencia militar, desnutrición, enfermedad y desplazamiento…
Estas observaciones y el material disponible públicamente que se detalla en el apéndice nos llevan a creer que el número de víctimas mortales de este conflicto es muchas veces superior al comunicado por el Ministerio de Sanidad de Gaza. También creemos que se trata de pruebas probatorias de violaciones generalizadas de las leyes estadounidenses que rigen el uso de armas estadounidenses en el extranjero, y del Derecho Internacional Humanitario. No podemos olvidar escenas de crueldad insoportable dirigidas contra mujeres y niños de las que nuestro gobierno es partícipe directo.
Cuando conocimos a nuestros colegas de salud en Gaza, quedó claro que estaban desnutridos y devastados física y mentalmente. Enseguida nos dimos cuenta de que nuestros colegas sanitarios palestinos se contaban entre las personas más traumatizadas de Gaza, y quizá de todo el mundo…. Todos eran plenamente conscientes de que su trabajo como profesionales sanitarios les había convertido en blanco de Israel. Esto es una burla del estatus de protección que las disposiciones más antiguas y aceptadas del Derecho Internacional Humanitario otorgan a los hospitales y a los profesionales de la salud…
Los 99 firmantes de esta carta han pasado un total de 254 semanas en los hospitales y clínicas más grandes de Gaza. Queremos ser absolutamente claros: ninguno de nosotros vio ni una sola vez ningún tipo de actividad militante palestina en ninguno de los hospitales u otros centros sanitarios de Gaza…
Apreciamos que Ustedes estén trabajando en un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, pero han pasado por alto un hecho obvio: Estados Unidos puede imponer un alto el fuego a las partes beligerantes simplemente deteniendo los envíos de armas a Israel y anunciando que participaremos en un embargo internacional de armas tanto a Israel como a todos los grupos armados palestinos. Insistimos en lo que muchos otros les han dicho repetidamente a lo largo del último año: La legislación estadounidense es perfectamente clara al respecto, seguir armando a Israel es ilegal.
Presidente Biden y Vicepresidenta Harris, les instamos a que retiren inmediatamente el apoyo militar, económico y diplomático al Estado de Israel y a que participen en un embargo internacional de armas a Israel y a todos los grupos armados palestinos hasta que se establezca un alto el fuego permanente en Gaza, incluida la liberación de todos los rehenes israelíes y palestinos, y hasta que se negocie una resolución permanente del conflicto israelo-palestino entre ambas partes. Vicepresidenta Harris, como probable próxima presidente de Estados Unidos, le instamos a que anuncie públicamente su apoyo a una política de este tipo y a que declare públicamente que tiene el deber de defender las leyes de Estados Unidos incluso cuando hacerlo resulte políticamente inconveniente.
Presidente Biden y Vicepresidenta Harris, somos 99 médicas y enfermeros estadounidenses que hemos sido testigos de crímenes incomprensibles. Crímenes que no podemos creer que ustedes quieran seguir apoyando. Por favor, reúnanse con nosotros para hablar de lo que hemos visto y de por qué creemos que la política estadounidense en Oriente Medio debe cambiar inmediatamente.

Carta completa (en inglés)

Retos

Para las personas que viven en este país, que arma y financia a Israel y encubre y justifica cada uno de estos crímenes como «el derecho de Israel a defenderse», esta carta debe tomarse como un reto a intensificar la lucha para DETENER YA este genocidio. Y a negarnos a medir nuestro trabajo y nuestra lucha por menos que eso.
La carta de los profesionales médicos está dirigida a Biden y Harris. No dice a la gente si votar o no en las próximas elecciones (previstas). Pero al llegar en el momento en que lo hace, esta carta es una necesaria inyección de realidad y moralidad en una situación en la que demasiadas personas han cerrado sus mentes y conciencias para alistarse detrás del «menor de dos males».
Así que lean la carta y despierten (tomen conciencia). Y mientras lo hacen, ¡concienticen a todos los que los rodean!
Y luego tengo otro reto para todos los que se niegan a aceptar nunca, en ningún lugar, los horrores documentados en esta carta: Es hora de comprometerse seriamente con el planteamiento de que una revolución real es necesaria y mucho más posible en estos momentos poco comunes. Para ello infórmese en: @BobAvakianOficial.