Revcom.us | 9 de octubre de 2023

El siguiente artículo fue publicado en revcom.us. La traducción al español es responsabilidad de comrev.co.

Tres Puntos

Uno: En el fondo, la guerra actual entre Israel y la Gaza palestina está “provocada” en última instancia por la toma totalmente injusta de Palestina por parte de Israel, el exilio de la mayor parte de su pueblo y el dominio opresivo de Israel sobre los millones de palestinos que permanecieron allí. Como deja claro el artículo “Detrás del enfrentamiento entre Israel y Gaza: ‘Violencia indiscriminada y terrorismo’, promovidos por Israel y su patrocinador, el capitalismo imperialista estadounidense”, cuando se trata de la “violencia indiscriminada” que Estados Unidos condena hoy tan ruidosa e hipócritamente, nadie le hace sombra ni a Estados Unidos ni a su leal aliado Israel. Hamás es una organización islamista reaccionaria, que persigue fines reaccionarios con medios reaccionarios y brutales; sin embargo, el hecho es que Israel, y detrás de él Estados Unidos, han hecho y siguen haciendo cada día un daño mucho mayor, incluyendo el robo al pueblo palestino de su patria y de sus derechos fundamentales, y el confinamiento de millones de ellos en la cárcel al aire libre que es Gaza. La postura de la gente de este país debe ser oponerse a Estados Unidos y a su secuaz Israel.

Dos: Esto NO es sólo una repetición de las guerras israelíes contra Gaza de las últimas décadas, es potencialmente mucho más explosivo. No sabemos hacia dónde irá esto, pero hasta ahora, esta guerra es más bilateral que las del pasado; aún más importante, esta guerra se da en una situación mundial de gran agitación. Está la guerra indirecta sobre Ucrania entre las potencias nucleares de Rusia y Estados Unidos… y hay un creciente impulso hacia la guerra entre Estados Unidos y China, que son ambos países capitalistas-imperialistas. Además, países como Israel, Irán y Estados Unidos —todos “actores” en este conflicto actual— están siendo sacudidos por crisis y conflictos internos profundos y sin precedentes. Así que es totalmente posible que esta guerra repercuta más allá de Israel, con consecuencias impredecibles. La situación mundial en su conjunto es explosiva. Una vez más, no sabemos adónde irá esto, pero, sea cual sea la intención de cualquiera de las potencias implicadas, la guerra entre Israel y Gaza podría salirse de control y desencadenar esa mezcla volátil, atrayendo a otras potencias al conflicto y desencadenando una espiral de formas impredecibles.

¿Y por qué se libraría esa guerra global? ¿Sería para decidir qué grupo de explotadores someterá al mundo a su dominio? ¿Qué régimen represivo emergerá como dominante, sobre lo que quede del planeta y su gente? ¡Estos monstruos están dispuestos a arriesgar el futuro de la humanidad para mantener su dominación! Y esto es sólo una parte de la crisis existencial multidimensional a la que se enfrenta la humanidad.

Tres: Esto es una locura. Y es una locura —y algo peor— por tu parte si apartas la vista, te encoges de hombros y dices “no hay nada que pueda hacer al respecto”. Para empezar, aquí en las entrañas de la bestia tenemos la responsabilidad ante los pueblos del mundo de oponernos a lo que “nuestros” gobernantes imperialistas están haciendo.

Y lo que es aún más importante, hay algo que SÍ puede hacerse mientras las cosas se precipitan en una espiral tan peligrosa. En medio de esta carnicería y la amenaza de algo mucho peor, la necesidad de una revolución clama con fuerza. Una revolución total, destinada a derrocar el sistema capitalista-imperialista y a erradicar todas las relaciones de explotación, todas las relaciones en las que un país o un pueblo domina a otros países y a otros pueblos y, de hecho, todas las relaciones en las que una parte de la humanidad domina y oprime a otra. Y hacer esta revolución como parte de una revolución mundial, para emancipar a toda la humanidad.

Tal revolución puede parecerte una perspectiva lejana. Pero eso es porque estás mirando sólo la superficie. Ve bajo la superficie y verás que la propia gravedad de las crisis a las que se enfrenta la humanidad hace que la verdadera revolución que necesitamos sea más posible de lo que normalmente es. Y piensa en lo que una verdadera revolución en las entrañas de la bestia imperialista podría significar para los pueblos del mundo. Para saber por qué esta revolución es más posible, cómo aprovecharla para algo positivo, y lo que necesitas saber y hacer para darte cuenta de todo eso, necesitas profundizar. Necesitas entrar en este sitio web. Sobre todo, ahora mismo, necesitas entrarles a las Entrevistas con Bob Avakian (BA), que contienen el liderazgo que necesitamos para entender esta locura y liberarnos de ella.

Como dice BA en esas entrevistas:

Ya no podemos permitir que estos imperialistas sigan dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Y es un hecho científico que la humanidad no tiene por qué vivir de esta manera: es posible organizar la sociedad de una forma totalmente diferente, en un mundo totalmente mejor.

Lo que vemos en contienda, con la jihad por un lado y McMundo/McCruzada por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos anticuados, acabará fortaleciendo a los dos.
Esta es una formulación muy importante y crucial para entender muchas dinámicas que impulsan el mundo en este período, pero tenemos que tener en claro cuál de “los dos sectores históricamente anticuados” ha causado más daño y representa la mayor amenaza a la humanidad: los sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista, y en particular los imperialistas estadounidenses.

Bob Avakian (Lo BAsico 1:28)