El nuevo comunismo y la liberación de la mujer

Reflexiones alrededor del significado del 8 de marzo

El documento a continuación está inspirado en algunos importantes documentos publicados por el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos y en el juicioso estudio de la nueva síntesis del comunismo de los revolucionarios en Irán publicados en su revista Atash/Fuego. Fue distribuido como volante en varias ciudades de Colombia el 8 de marzo de 2025.

El desafío más importante con respecto a “la cuestión de la mujer” se puede encontrar en una pregunta básica que plantea el pensador y líder revolucionario Bob Avakian: ¿Puede este sistema (el sistema capitalista) eliminar la opresión de las mujeres o avanzar sin la opresión de las mujeres? La mayoría de los teóricos o los expertos en tal cuestión (incluso los que se consideran marxistas) ni siquiera plantean esta pregunta básica, y mucho menos la responden con el enfoque científico del materialismo dialéctico. Producen mucho escrito, sin que tenga que ver con la comprensión de las condiciones necesarias para la emancipación de la mujer. Porque pueden llegar al punto que muchas veces no quieren llegar: ¡la necesidad de la revolución comunista!

Avakian plantea que diferentes personas han producido una multitud de teorías sobre cómo deshacerse de todo tipo de opresión bajo este sistema. Y esto no es posible. Si se quiere armar a las personas con lo que necesitan saber sobre el mundo para que puedan actuar en consecuencia, es mejor que ese trabajo esté fundamentado. Deberíamos poder responder por qué la pregunta más básica que debe hacerse al tratar cualquier problema social (incluida la opresión de las mujeres) es: ¿en el marco de cuál modo de producción? Los problemas sociales deben abordarse dentro del marco del modo de producción ya que todo lo que haces en la sociedad está realmente determinado por el sistema económico y en última (no única) instancia está condicionado por este. Bajo el dominio de este sistema, no es posible deshacerse de la opresión de la mujer.

El capitalismo no ha abandonado ni puede abandonar la opresión a las mujeres. El capitalismo solo ha cambiado sus formas de opresión. El capitalismo permite que las mujeres se vean a sí mismas como entidades individuales, al igual que los hombres. Así, el capitalismo oculta la naturaleza estructural de la opresión de las mujeres y distorsiona el hecho de que su sometimiento y el de otras personas oprimidas está relacionado con un sistema y es una opresión sistémica.

La lucha por la igualdad de la mujer es esencial, pero por sí sola no es lo suficientemente radical. Si la lucha por la igualdad se limita al estrecho horizonte del mundo capitalista y si este permanece intacto, las mujeres pueden, en el mejor de los casos, “poseerse” a sí mismas como mercancías o controlar a los demás y, como resultado, ser tratadas como cosas. Pero nunca podrán deshacerse de la jaula estrecha y restrictiva de la estructura explotadora.

Cuando se establece la comprensión básica de que “el capitalismo no ha abandonado y no puede abandonar la opresión a las mujeres”, surge la cuestión de la “alternativa” y las preguntas sobre ¿en qué tipo de sistema socioeconómico se liberará a las mujeres de la opresión masculina/patriarcal?, ¿qué muestra la experiencia de las revoluciones comunistas del siglo XX y el establecimiento del socialismo en la Unión Soviética (1917-1956) y China (1949-1976)? y, ¿debe repetirse lo mismo o ir más allá y cómo? Las respuestas las ha dado el nuevo comunismo.

El examen crítico de la experiencia de las revoluciones comunistas y el establecimiento de países socialistas en el siglo XX ha jugado un papel importante en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Una síntesis que es continuación de la ciencia del comunismo y la práctica del movimiento comunista desde la época de Marx, pero que también hace importantes rupturas con tales teoría y práctica. Como apunta Avakian, la nueva síntesis del comunismo representa y encarna la solución cualitativa de una contradicción vital en el comunismo que existe en él desde el comienzo del desarrollo del comunismo: entre el método y enfoque básicamente científico del comunismo y aspectos del mismo que estaban en conflicto con esta base científica.

El movimiento comunista hizo algunos análisis muy básicos sobre la opresión de la mujer y la lucha por la liberación de la mujer. Esto hay que reconocerlo. “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado” de Engels es una obra definitoria en este campo. Pero al mismo tiempo y mezclado con esto, en el movimiento comunista desde el principio había corrientes economicistas, nacionalistas y visiones y valores patriarcales y tradicionales en relación con la mujer.

Esto tuvo un marcado contraste en la Unión Soviética y durante el período en que era un país socialista se produjeron acontecimientos realmente importantes que cambiaron la posición de la mujer en una dirección positiva y atacaron desigualdades profundamente arraigadas entre hombres y mujeres. Los roles de género tradicionales de las mujeres fueron desafiados en la cultura popular, así como en la política oficial. Pero también hubo errores y deficiencias importantes, y especialmente después de los años 20, no solo los roles y relaciones de género tradicionales no fueron desafiados continuamente, sino que de alguna manera también hubo un retroceso en esto. Por ejemplo, durante y después de la II Guerra Mundial, varias declaraciones oficiales en la Unión Soviética enfatizaron que el “sentimiento maternal” y tener hijos no solo es algo “natural” para las mujeres, sino que es su deber patriótico hacerlo. En la Unión Soviética y en general en el movimiento comunista internacional que estuvo muy influido por la Unión Soviética, la lucha por la igualdad de la mujer y el desafío contra los roles de género tradicionales se contradijeron cada vez más por el crecimiento de actitudes y convenciones patriarcales tradicionales.

En China hubo desarrollos sobresalientes que fueron más allá de la experiencia soviética. incluso en relación con el papel de la mujer en muchos ámbitos de la sociedad. Esto se reflejó fuertemente en el campo de la cultura. Especialmente durante y mediante la Revolución Cultural. Por ejemplo, en la ópera y el ballet, etc., se desafiaron los roles de género tradicionales en varios campos. Sin embargo, la influencia del economicismo, el nacionalismo, el patriarcado y las visiones y valores tradicionales en relación al rol de género y especialmente en relación a la sexualidad fue alta. Las cuestiones que el movimiento de liberación de la mujer y especialmente las partes más radicales de ese movimiento plantearon en los años 60 y 70 con respecto a la sexualidad, especialmente la de las mujeres, y las respuestas que dieron, no fueron bien recibidas por el liderazgo del Partido Comunista de China [PCCh]. Junto con muchos logros positivos notorios e inspiradores, había una atmósfera pesada y una especie de represión en relación con la sexualidad. Y si se mira desde una perspectiva más amplia, parece que fue parte de una tendencia histórica en el movimiento comunista, y el PCCh y la Revolución China en realidad no rompieron con ella. Esto no fue algo exclusivo de la revolución china o una debilidad particular en comparación con todo el movimiento comunista.

No hay duda de que se debe aprender más en este asunto, pero se puede decir que, para todo el movimiento comunista, en relación al campo de la sexualidad, el tema de la homosexualidad históricamente ha sido un signo de la debilidad del movimiento comunista (desde la época de Engels hasta la revolución china). Este asunto concentra de manera significativa y general la debilidad del movimiento comunista en la cuestión de la sexualidad y cómo específicamente esta cuestión se relaciona con la condición de la mujer y la lucha por su liberación plena. El cambio de posición de los comunistas revolucionarios sobre la homosexualidad es en gran medida el resultado del desarrollo de la nueva síntesis, especialmente el desarrollo del método y el enfoque incorporados en esta. Tal posición representa un quiebre con las tendencias dentro del movimiento comunista, que han sido muy asfixiantes para la teoría y el movimiento radical que debe ser el comunismo. Pero, de hecho, esta ruptura es solo un comienzo sobre el que tenemos que construir e ir mucho más allá, basados en un enfoque y una síntesis científicos de lo todo esto tanto en lo teórico como en la práctica.

Al mismo tiempo, luchar por la eliminación final y completa de toda forma de opresión de la mujer es una parte vital de hacer una revolución, y sin tal lucha, no hay revolución. El punto de partida debe ser este: construir un movimiento muy poderoso para la revolución hacia el primer gran salto para obtener el poder, y crear un gobierno revolucionario de nuevo tipo, haciendo aptas a las personas para crear realmente una nueva sociedad libre de explotación y opresión. A la luz de esto, existe una necesidad urgente de trabajar más en el campo de la teoría, el análisis y la síntesis y de profundizar la comprensión en el campo de la opresión de la mujer y de su liberación. Es necesario construir sobre el trabajo realizado, avanzar para obtener más conocimiento sobre sus orígenes, pero también sobre las formas específicas que toma hoy en día y sus fundamentos materiales y dinámicas subyacentes. Todo esto se basa en la comprensión de las condiciones necesarias para la completa liberación de la mujer y el papel de la lucha en torno a esta contradicción como frente central y decisivo en la lucha más amplia por el mundo comunista y la liberación de la humanidad en general de todas las divisiones opresivas.

La revolucionaria y científica Ardea Skybreak brinda una perspectiva histórica interesante sobre el desarrollo de una comprensión científica de los orígenes de la opresión de la mujer: Es sorprendente que, a lo largo de la historia registrada hasta mediados del siglo XIX, no se indagaba por las bases materiales de la posición social inferior de las mujeres, la mitad de la especie. Hasta entonces nadie lo consideró como un tema digno de una investigación seria. Skybreak señala además que Marx y Engels sacudieron los prejuicios sociales de su tiempo e insistieron en que la posición inferior de la mujer no tenía nada que ver con una “naturaleza femenina deficitaria”, ni con decretos divinos (o “características naturales”). Recalcaron que la opresión de la mujer es producto y consecuencia de la organización social de la humanidad, cuyo carácter está determinado en cada sociedad asumida por el nivel específico de desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción que le corresponden. Este avance en los albores del marxismo es muy profundo y tiene una importancia extraordinaria que no debe ser subestimada. Sin embargo, desde un punto de vista histórico, es un avance inicial y una base que debe construirse y mejorarse en calidad. Por supuesto, esto es cierto para todas las soluciones científicas, especialmente cuando se trata de un asunto muy vital y controvertido como las relaciones entre humanos, el carácter y la perspectiva de emancipación de la humanidad y la lucha por ella.

Skybreak señala que, en las primeras etapas de la sociedad humana, debido a las diferencias biológicas relacionadas con el parto y el cuidado del niño en sus primeros años de la vida, se dio la inicial división del trabajo y básicamente lo inevitable sucedió entre el hombre y la mujer. Subraya que esta división del trabajo no podía tener el carácter de una relación opresiva (al menos no completa e institucionalizada) pero sí contenía el germen de relaciones opresivas. Posteriormente, con los cambios que se produjeron en las actividades productivas de las diferentes sociedades humanas, el peso que adquirieron algunas actividades productivas básicas frente a otras, y con el surgimiento de la acumulación diferencial de excedentes y los cambios que siguieron y de acuerdo con estos desarrollos en las relaciones de propiedad y otras relaciones sociales ocurridas, esta semilla floreció y se convirtió en relaciones opresivas. Y apunta a esta conclusión histórico-global: Las necesidades biológicas que están relacionadas con la reproducción no son inmutables y no son factores eternos. Otro asunto que se destaca Skybreak es el examen de diferentes análisis (desde la sociobiología hasta las teorías generales sobre la naturaleza humana, etc.) que intentan ofrecer una alternativa a la comprensión científica de la realidad que es muy obvia o evitan tal comprensión hacia este problema. El hecho es que la opresión de la mujer y todas las relaciones opresivas y explotadoras tienen sus raíces en condiciones materiales reales. Estas condiciones materiales son producto del desarrollo histórico de la sociedad humana. Pero, justo cuando existe la necesidad y la posibilidad de borrar todas estas relaciones de opresión y explotación y se presenta objetiva y con más fuerza que nunca la necesidad de salir de esta situación. enfrentamos cada vez más intentos de alejarnos de esta necesidad y posibilidad y de impulsar otras explicaciones para el estado de las relaciones sociales entre los humanos que son la fuente de verdaderos horrores, explicaciones que solo sirven para fortalecer el statu quo.

Para actuar sobre una base objetiva, tenemos mucho por hacer en términos de comprensión y adquisición de la capacidad de tomar la iniciativa conscientemente, pero enfrentamos muchos desafíos para avanzar y conquistar nuevas cumbres. Aquí también, el desarrollo no será en línea recta. Es importante entender este asunto y aprender de la experiencia histórica, para poner más énfasis en la síntesis, incluyendo la oportunidad perdida de las últimas décadas. Lo que fue cuestionado y debatido por el movimiento de las mujeres de los años s 60 y 70, especialmente por las corrientes más radicales de ese movimiento, contenía asuntos vitales que deberíamos haber abordado plenamente, y a través de la aplicación del enfoque y método científicos, sintetizado correctamente. Pero no funcionó y ahora tenemos que hacerlo y aprender de los errores.

En este sentido, es necesario insistir una vez más en dos cuestiones. Primero, la emancipación de la mujer solo puede lograrse como parte de una revolución real y profunda, como parte de la revolución comunista, que es la revolución más radical en la historia de la humanidad, dirigida a la liberación de toda la humanidad, un salto histórico más allá de todas las formas de opresión y explotación a través de la transformación y cambio de todas las condiciones materiales e ideológicas que producen y fortalecen la opresión y la explotación. Segundo, un componente fundamental y decisivo de esa revolución es la lucha por la liberación completa de la mujer. Sin esto, esa revolución nunca alcanzará sus objetivos.

De aquí llegamos al punto muy importante planteado por Avakian, al abordar las contradicciones no resueltas en el socialismo: La lucha por la completa liberación de la mujer será una parte decisiva de la “última revolución”. En otras palabras, la lucha por la completa liberación de la mujer no sólo será un componente vital en el avance y lanzamiento de la lucha revolucionaria para derrocar el dominio del capitalismo-imperialismo, sino también en la continuación de la revolución en la nueva sociedad socialista misma y en impulsar esta sociedad hacia adelante, por el camino que conduce a la meta final del comunismo. El punto es que entre las contradicciones no resueltas que quedan en la sociedad socialista y que pueden ser el motor para sacar adelante la revolución, la continuación de la lucha por la liberación total de la mujer será uno de sus aspectos y luchas más decisivas.

Debemos saber que todo este proceso no se desarrollará en línea recta y no será una continuación simple y directa de la teoría del movimiento comunista y la experiencia de la sociedad socialista. Más bien, será necesariamente un proceso más complejo y mucho más rico, que requerirá aprender de la experiencia, el análisis y una teoría mucho más amplia, cada una de las cuales se realiza desde diferentes perspectivas y, en última instancia, representa los puntos de vista de diferentes clases. Todos estos deben ser cubiertos e incluidos y al mismo tiempo sintetizados a través de la aplicación de la visión y el método comunistas.

Grupo Comunista Revolucionario, Colombia | marzo de 2025