BOB AVAKIANREVOLUCIÓN #130 El racismo flagrante, el fascismo en general —no el “combate contra la delincuencia”— es el motivo básico por el que Trump utiliza ilegalmente a los militares para ocupar ciudades y aterrorizar a la gente.

29 de agosto de 2025

El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial

Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 130.

Tras tomar el control de la Guardia Nacional de California y enviar a los marines a Los Ángeles —a pesar de la oposición de la alcaldesa angelina y del gobernador del estado—, ahora Trump ha ocupado Washington, D.C. con fuerzas militares, y declara que hará lo mismo en Chicago y otras ciudades como Baltimore y Oakland. No es casualidad que estas sean ciudades con grandes poblaciones negras y alcaldes negros.

No se trata de “combatir la delincuencia”, sino de imponer un régimen fascista de estado policial y llevar a cabo el terror racista que está al centro del fascismo de Trump y MAGA.

Como señalé en mi e-mensaje #113 a principios de 2025: “Los fascistas de Trump y MAGA hubieran estado del lado de la Confederación esclavista en la Guerra Civil, en la lucha por mantener, y expandir, la esclavitud”. Y: “Tras la derrota de la Confederación esclavista en la Guerra Civil en Estados Unidos, estos fascistas de Trump y MAGA hubieran estado del lado del Ku Klux Klan, con sus repetidos linchamientos y otras formas de terror para reforzar la segregación abierta y la discriminación brutal”.

Trump insiste en defender y restaurar los símbolos y monumentos de la Confederación esclavista que celebran la esclavitud y la supremacía blanca.

Trump es un supremacista blanco flagrante que odia a los negros y a otros que no son blancos/europeos. Odia a los musulmanes. Está decidido a perseguir a aquellos que no son fascistas cristianos blancos. En 2020, escribí una serie de 10 entregas en revcom.us, Donald Trump — racista genocida, sosteniendo que él es precisamente eso.

Ahora, de regreso al poder, Trump se muestra aún menos refrenado con su racismo agresivo. Gran parte de lo que estos fascistas quieren decir con “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza” es revertir los avances que se han hecho desde la década de 1950 en la lucha contra la opresión y terror racista. Estos fascistas de MAGA están tomando acciones para silenciar y suprimir la verdad sobre la esclavitud y otras atrocidades en la historia de Estados Unidos, a la vez que también están negando la realidad de que los negros, y otras personas, todavía están sometidos a una discriminación sistemática y opresión asesina. Según los pervertidos fascistas de MAGA, en el Estados Unidos de la supremacía blanca persistente, ¡de alguna manera son los blancos los que sufren discriminación! La verdad, como lo muestran estudio tras estudio, es que la discriminación continua contra los negros sigue siendo una terrible realidad en su vida —en la vivienda, la atención médica, el empleo, la educación, los tribunales y el sistema de “justicia” en general— en todos los ámbitos de la sociedad. Y, a lo que repetidamente he llamado la atención: Desde 1960, el número de personas negras asesinadas por la policía es mayor que los miles que fueron linchados durante toda la época de la segregación abierta y el terror del Ku Klux Klan después de la Guerra Civil.

Otra dimensión importante de esto es que los despidos masivos de funcionarios públicos por parte de Trump han tenido un efecto especialmente duro sobre las mujeres negras, debido a que, desde hace tiempo, el gobierno ha sido una fuente importante de empleo y de ingresos decentes para las mujeres negras y sus familias.

Todo esto expresa la realidad de que imponer abierta y agresivamente la supremacía blanca es una gran parte del dominio fascista del régimen de Trump.

Y ocupar ciudades como Washington, D.C., Chicago y Baltimore es una gran parte de este proceso. Sí, existe un problema de delincuencia en estas ciudades — pero no se trata de la delincuencia. Y no es un “artilugio” ni una “distracción”, tal como siguen insistiendo varios políticos del Partido Demócrata. Se trata del uso de los militares contra la población de Estados Unidos como continuación y escalada del racismo flagrante y la tiranía sin ley de Trump en general; se trata de la consolidación y la imposición de un régimen fascista abiertamente dictatorial en todo el país.

Hace poco, el mayor general retirado del Ejército estadounidense, Randy Manner, se pronunció en contra de esto — yendo al grano al comparar lo que Trump está haciendo con lo que Hitler y los nazis hicieron en Alemania en la década de 1930: movilizar fuerzas militares bajo el mando de Trump “como una demostración de fuerza contra cualquiera que se le oponga” a Trump. Por esta misma razón Trump ha establecido una “fuerza de reacción rápida” de soldados preparada para actuar ante cualquier situación en la que Trump esté decidido a reprimir a aquellos que se le oponen, ante cualquier situación en la que él declare arbitrariamente una “emergencia”.

Hablar de “combatir la delincuencia”, para “justificar” el uso de los militares para ocupar ciudades, es simplemente un mecanismo para llevar a cabo una represión aún más flagrante, desenfrenada brutalidad y asesinato a que la población negra, y otros, han estado sometidos a lo largo de la historia de Estados Unidos — y que el régimen fascista de Trump está decidido a imponer sin respetar, y al violar de manera flagrante, la Constitución y los derechos de la población que se supone que garantiza la Constitución.

Se trata también de perseguir a los “enemigos” de Trump al interior de la clase dominante. Como he enfatizado en “Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador” (que también está disponible en revcom.us): El régimen fascista de Trump “está decidido a destripar y pervertir el ‘estado de derecho’, pisotear los derechos de la gente y adoptar lo que constituye una dictadura capitalista indisimulada, que está listo a utilizar la violencia no sólo contra las masas de personas sino también contra sus rivales en la clase dominante.”.

Seguiré abordando este tema en mi próximo mensaje: La delincuencia es un problema real. Pero el fascismo no es la solución a la delincuencia — el fascismo en sí es un crimen monstruoso.