¡Debemos oponernos a la crueldad fascista de Israel y del imperialismo estadounidense!

Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) — 15 de junio de 2025

Tomado de pcimlm.org | la versión en español es responsabilidad de comrev.co

La agresión militar de Israel contra suelo iraní, que comenzó con el asesinato de altos mandos militares y funcionarios de seguridad del régimen de Jamenei y el ataque a instalaciones militares de la República Islámica, y ahora con la promesa de sus líderes fascistas de convertir Teherán en un infierno, es un ref lejo del modo de vida de Israel. Desde su fundación, Israel, se estableció como un estado colonial de asentamientos contra el pueblo palestino y después de la Segunda Guerra Mundial como el brazo militar y de seguridad del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente y el norte de África, y no puede ser más que eso. Su cohesión social reside en el fascismo basado en la teocracia judía. La naturaleza de estos fundamentalistas judíos fascistas la expresa bien el nombre que Netanyahu ha puesto a esta operación: “Leones erguidos” (de un versículo de la Torá). Antes de comenzar la operación israelí, pegó una nota con el contenido de este versículo en el Muro de los Lamentos en Jerusalén: ¡Estos leones no dormirán hasta que hayan devorado la presa y bebido la sangre de los muertos!

El régimen de Israel vive con “sueños” violentos y aterradores e impone este horror en el Medio Oriente con sus avanzadas armas militares y de seguridad de fabricación estadounidense. Los líderes de este régimen no se diferencian en su maldad y crímenes contra el pueblo de los criminales de la República Islámica, Jamenei y sus generales asesinados. La única diferencia es que tienen el poder de destruir y matar a gran escala y cuentan con el arsenal del imperialismo estadounidense. Si hay quienes piensan que el gobierno de Israel es “el gobierno más democrático de Medio Oriente” o que va a traer algo bueno para la gente de Medio Oriente (con bombas, misiles y genocidio), deben saber que el objetivo de Netanyahu es convertir a Israel en la potencia dominante de la región e incluso expandir sus territorios, y en este camino “estos leones no dormirán hasta que no hayan devorado a su presa y bebido la sangre de los muertos”.

El poder y la motivación real de la guerra genocida de Israel en Gaza y su actual agresión contra el territorio de Irán son proporcionados por el imperialismo estadounidense. El régimen fascista de Trump ha venido para desatar el poder del imperialismo estadounidense para imponer sus intereses en todos los rincones del mundo mediante la violencia y la destrucción sin límites. Durante décadas, el imperialismo estadounidense tuvo la posesión exclusiva de Medio Oriente; un monopolio que se rompió con el ascenso de poderosos rivales como la China y la Rusia imperialistas. Pero, desde la perspectiva del régimen fascista de Trump, este monopolio debe ser devuelto a Estados Unidos. Uno de los factores determinantes de esta recuperación es ajustar cuentas con la República Islámica. El imperialismo estadounidense presenta su “problema” con la República Islámica como el intento del

régimen de obtener una bomba nuclear. Pero esta no es la esencia del asunto. El problema para el imperialismo estadounidense es que la República Islámica ha convertido a Irán en una esfera de influencia demasiado amplia para los imperialistas rusos y chinos, y estas dos potencias imperialistas están utilizando a la República Islámica para desafiar el poder y la influencia del imperialismo estadounidense en Medio Oriente. La competencia entre estas potencias imperialistas ha llegado a un punto en el que no solo puede desencadenar una guerra devastadora en Irán, sino que sus chispas pueden incendiar el mundo entero.

Sin duda, las necesidades de estos imperialistas, así como los intereses de Israel en convertirse en una potencia regional y los intereses de la República Islámica en la supervivencia de su odiado régimen, no tienen ninguna relación con los intereses fundamentales de las masas populares en Irán, Medio Oriente y el mundo. Ante su avance hacia guerras destructivas, tenemos que levantarnos y utilizar cualquier convulsión en su sistema para la revolución, especialmente en Irán y Estados Unidos.

En tal situación, y en preparación para una revolución real, el contenido político de las luchas del pueblo contra la República Islámica debe incluir de manera destacada la denuncia de la naturaleza fascista y criminal de los ataques de Israel contra Irán (independientemente de si las víctimas son los odiados líderes de la República Islámica o la gente común) y de la naturaleza del imperialismo estadounidense, así como la denuncia de la naturaleza reaccionaria de la República Islámica y su falso estatus de “antiimperialista”. En estas luchas, debemos apoyar al pueblo palestino y a las luchas antifascistas del pueblo en Estados Unidos. Las luchas de los pueblos del mundo contra Israel y, en general, las luchas antiimperialistas en diferentes países no deben dirigirse hacia el apoyo a la República Islámica y su “eje de resistencia”, que también incluye a los imperialistas de Rusia y China. La República Islámica, como Estado de la clase capitalista dependiente del sistema mundial de capitalismo-imperialismo, ha estado chupando la sangre de 90 millones de iraníes. Nuestro pueblo ha pagado un alto precio por la falsa “independencia” de este régimen. Las luchas de nuestro pueblo contra la República Islámica no deben contaminarse con el veneno mortal del silencio o la rendición ante esta cruel agresión y el apoyo al régimen fascista de Trump, Israel y sus mercenarios, tanto reales como no reales. El derrocamiento de la República Islámica debe ir acompañado de un llamado a derrocar a los fascistas “leones erguidos” en Israel y a sus aliados imperialistas. Esta es una batalla global que debe llevarse a cabo en diferentes escenarios con el mismo contenido político.