Nuestro orgullo es estar en contra de los valores patriarcales del capitalismo, ¡no en formar parte de él!

La siguiente declaración colectiva sobre el mes del orgullo y suscrita por el Movimiento de Mujeres Baluchíes, Jóvenes Iraníes en el Exilio, Osyan/Rebelión y otras cuatro organizaciones fue publicada en farsi e inglés en @maosyangarim.  La traducción al español es responsabilidad de @comrevco.

El Mes del Orgullo, el Desfile del Orgullo y las banderas arcoíris del Orgullo que simbolizan la lucha de los LGBTQ por “existir” y expresarse están prohibidos en Irán, Afganistán y los países islámicos, en Turquía y otros países con políticas reaccionarias. Pero en muchos otros donde son “libres”, en los últimos años han sido cada vez más engullidas por empresas y “gobiernos democráticos” y han pasado de ser una posibilidad de protesta a un carnaval de consumo y “pink-washing”. Sin embargo, la justa y correcta lucha de la comunidad LGBTQ por sus derechos humanos continúa en todo el mundo y debe ser apoyada. Esta lucha, en sus cimientos, es una de las luchas importantes de la sociedad humana para deshacerse de las relaciones opresivas, patriarcales y tradicionales.

Las clases dominantes de los países reaccionarios teocráticos quieren declarar que no aceptarán nada que no sea la familia tradicional, los roles de género tradicionales y las orientaciones sexuales tradicionales. Mientras que las clases dirigentes de los países “libres” no se ponen de acuerdo sobre esta cuestión y sobre qué enfoque será favorable para mantener su sistema de opresión y explotación: El primer grupo son fascistas cristianos y ultraderechistas que no pueden aceptar la identidad de los LGBTQ y los ven como una amenaza para la sociedad, por lo que quieren eliminar a este grupo para volver a su dorado pasado patriarcal. Y el segundo grupo intenta dar por zanjada la cuestión con una serie de reformas formales y la aceptación de derechos mínimos como la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo, y utilizar su potencial en el marco de su sistema y reforzar las relaciones capitalistas patriarcales, opresivas y explotadoras, ofreciendo un “capitalismo rosa” a las mentes públicas.

Pero el Mes del Orgullo de este año también tiene un significado político especial: Por una parte, estamos siendo testigos del genocidio de palestinos por parte de Israel/EEUU, mientras Israel se presenta como el único defensor de los LGBTQ en Oriente Medio y utiliza esto como una herramienta para ganar superioridad ideológica sobre los reaccionarios islámicos de la región y justificar sus innumerables crímenes. Y por la otra, estamos presenciando el ascenso de la extrema derecha en Europa (Francia, Alemania, Países Bajos, Italia, Polonia, etc.) que buscan responder a la crisis en el continente con un programa fascista y con ataques a inmigrantes, LGBTQ y mujeres —mientras los partidos llamados “de izquierda” de la misma clase capitalista dominante son incapaces de traer ningún cambio significativo y resolver la crisis.

Esta situación, aunque peligrosa, es una oportunidad para que el movimiento LGBTQ retome su contenido político y de protesta e incluso vaya más allá y redefina sus marcos contra todo el sistema capitalista global: El mismo sistema que está inseparablemente entrelazado al patriarcado y no tolera las formas de “ser” queer que entran en conflicto con sus valores; el mismo sistema que comete genocidio en Palestina para mantener la hegemonía de EEUU en Oriente Medio y se sienta a la mesa de negociaciones con los talibanes en Doha; el mismo sistema que convierte a Ucrania en primera línea de las rivalidades imperialistas y amenaza a la humanidad con una crisis de calentamiento global y la amenaza de una guerra nuclear…

Nuestro “orgullo” es que estamos en contra de tal sistema. Estamos orgullosos de formar parte del movimiento arcoíris este mes y todos los 12 meses del año, seamos o no miembros de esta comunidad. Apoyamos a cualquiera que no encaje en las estrechas definiciones tradicionales de sexo y género, exigiendo emanciparse por completo de las ideas tradicionales y de la propiedad tradicional. Estamos recuperando las calles, de los monopolios y las empresas multinacionales y los partidos burgueses estatales que son ellos mismos los agentes de la opresión de la comunidad arcoíris.

En nuestro desfile del orgullo, no hay lugar para la propaganda orientada a la ganancia y el “pink-washing” económico y político. Estamos orgullosos de estar con el pueblo de Palestina y los pueblos del mundo que están contra el genocidio, y deseamos desfilar en una Palestina, un Irán y un Afganistán libres y en un mundo libre: un mundo libre de fundamentalismo y libre de capitalismo global.