¡Romper las cadenas! ¡Desencadenar la furia de las mujeres como fuerza poderosa para la revolución

Volante distribuido en Europa (marzo de 2023):

El justo grito de las mujeres que se levantan en espectaculares erupciones de rebelión resuena en todo el mundo. Las mujeres de todo el planeta se levantan contra el ser incesantemente degradadas, maltratadas y tratadas como seres inferiores —por haber nacido mujeres en un mundo de dominación masculina— y exigen que se ponga fin a su opresión. Bob Avakian, arquitecto de un nuevo marco radical para la emancipación humana, subraya tajantemente que “hablando de un grupo en la sociedad cuya necesidad fundamental de poder respirar y vivir como seres humanos no podrá satisfacerse sin la revolución comunista, no hay otro grupo para quienes eso sea más cierto que para las masas de mujeres”.

He aquí una verdad científica: vivimos en un momento extraordinario de la historia de la humanidad en el que es posible ir finalmente más allá de todo esto —más allá de la negación de la plena humanidad de la mujer y más allá de todas las formas de explotación y opresión— mediante una verdadera revolución. El mundo de hoy —que siempre ha sido un horror para miles de millones de los más oprimidos, atrapados en el trabajo servil y el empobrecimiento en la parte inferior de la cadena alimentaria global— está siendo desgarrado por el funcionamiento y los impulsos rapaces del sistema capitalista-imperialista mundial y la intensificación de la rivalidad entre los gánsteres imperialistas de Oriente y Occidente. Enormes cambios están desgarrando el funcionamiento “normal” y las reglas de cohesión de las sociedades, y en todas partes surgen fuerzas fascistas para recomponer los pedazos destrozados reimponiendo violentamente los valores tradicionales e intentando reforzar el control reaccionario de las clases dominantes. En el planeta se está librando una feroz confrontación sobre si la sociedad va a ser arrastrada a horrores aún mayores —como se ve en la afirmación vengativa del patriarcado desenfrenado, la destrucción del medio ambiente o incluso la amenaza de una guerra nuclear que lleve a la extinción de la humanidad y de la vida en el planeta— o si la sociedad puede avanzar mediante el acto consciente de hacer que este sistema capitalista-imperialista saqueador y asesino se extinga definitivamente.

Y la mitad de la humanidad —las mujeres del mundo con su sed de emancipación— está en el centro de esta batalla, y su grito que resuena en todo el mundo simboliza el hecho de que la humanidad no puede seguir viviendo de esta manera: ¡hay que abrir otro camino! La opresión de la mujer se ha tejido a lo largo de miles de años de tradiciones patriarcales profundamente arraigadas y perpetuadas en todas las sociedades que han sido gobernadas por clases explotadoras. En las últimas décadas, la globalización imperialista ha incorporado a cientos de millones de mujeres a la fuerza de trabajo mundial. El lugar de la mujer ya no está tan estrictamente confinado al hogar, pues ha ganado cierta independencia limitada pero real y se ha expuesto al mundo más amplio, abriéndose a un sentido de posibilidad. Pero esto ha puesto en tela de juicio la familia tradicional y los roles de género que son factores clave de cohesión y estabilización en todas las sociedades opresivas y explotadoras. En todo el mundo hemos asistido a una feroz reacción y venganza por parte de gobiernos, instituciones y todos aquellos que se sienten amenazados por la creciente independencia de las mujeres. Aumentan las agresiones sexuales, las violaciones, la violencia y la hostilidad hacia las mujeres. Las fuerzas fascistas están atizando este contragolpe y emprendiendo acciones de odio contra las mujeres como parte de su programa general de reacción extrema, en Hungría, Polonia, Italia, Alemania y en todo el mundo.

Bob Avakian, observando estas tendencias desde sus inicios, escribió hace casi 40 años: “No se puede concebir la resolución de todo esto salvo de la manera más radical y mediante formas extremadamente violentas. La cuestión que pende es: ¿será una resolución radical reaccionaria o una resolución radical revolucionaria, implicará reforzar las cadenas de la esclavización o hacer añicos los eslabones más decisivos de esas cadenas y abrir la posibilidad de realizar la eliminación completa de todas las formas de dicha esclavización?

La respuesta al cómo se resolverá la opresión de la mujer está estrechamente ligada a la dirección general de la sociedad. Y si nos fijamos sólo en la superficie de lo que está ocurriendo hoy, entonces el espectro de un futuro terrible se cierne con demasiada claridad: Las fuerzas fascistas parecen ascender inexorablemente —tras Polonia, Hungría, India, Turquía y tantos otros países, ora se hacen con el poder gubernamental en la vecina Italia, ora arrebatan a las mujeres estadounidenses el derecho al aborto conquistado hace cinco décadas mediante la lucha de masas. El colapso medioambiental está cada día más cerca. Los inmigrantes que huyen de la miseria, la guerra y el hambre siguen ahogándose en las gélidas aguas del Mediterráneo, mientras los dirigentes europeos sólo discuten sobre la mejor manera de detenerlos. Y a sólo unos cientos de kilómetros de distancia, Rusia se enfrenta a Estados Unidos, la OTAN y Ucrania en una guerra que parece ir en una sola dirección: escalada y más escalada.

Pero viendo todo esto, Bob Avakian desvela la verdad de que, dentro de esta situación, una fuerza de revolucionarios, actuando sobre estos mismos acontecimientos, podría desbloquear un potencial sin precedentes para barrer el sistema capitalista-imperialista responsable de estos y tantos otros horrores y avanzar seriamente hacia una revolución dirigida a emancipar no sólo a las masas de mujeres sino a toda la humanidad. Pensemos en cómo millones de mujeres se alzaron ferozmente contra la supresión del derecho al aborto en Polonia y Estados Unidos, resistiendo al afán fascista de imponer la esclavitud de la maternidad forzada y de tratar a las mujeres como meras reproductoras de la siguiente generación. Este potencial también se ha sentido de cerca durante el levantamiento de las mujeres en Irán: La brutalidad, la depravación y el bárbaro patriarcado destructor de vidas y el odio a las mujeres por parte de la fascista dictadura teocrática de la clase dominante se han convertido en el blanco de la valiente rebelión y la furia de las mujeres de Irán, a las que se han unido las masas del pueblo que aspiran a liberarse de la opresión y la explotación. Nada que no sea forjar las fuerzas y la estrategia para una revolución a fondo puede impedir que las mujeres y todas las masas vuelvan a ser entregadas a los tejemanejes y manipulaciones sangrientas de los mismos mulás y/o de las potencias mundiales que buscan aprovecharse de las dificultades del régimen e imponer otra forma de oprimir al pueblo. Es de gran importancia que haya un partido comunista revolucionario en Irán, el PCI(MLM), que haya aceptado este reto.

La agresión fascista, junto con todos los demás horrores sin precedentes infligidos bajo este sistema, está sacudiendo el pensamiento de la gente, forzándola cada vez más a salir de su letargo, y obligándola a plantearse ¿por qué está sucediendo todo esto?, ¿es necesario que las cosas sean así?, ¿podría ser el mundo de otra manera? Y la degradación y la opresión de las mujeres y su derecho a ser tratadas como seres humanos plenos es un presagio y un factor central de la dirección que tomará la humanidad: si las cadenas de la opresión se tensarán como un lazo o si finalmente se romperán y se soltarán.

Ahora mismo, dentro del mismo sistema que esclaviza a las mujeres hay una lucha encarnizada por determinar quién será el mayor esclavizador del mundo. En Ucrania, los gobernantes occidentales y su maquinaria de propaganda imperialista están movilizando a la gente para que se una a la orgía de belicismo patriótico imperialista, para “defender la democracia contra la autocracia”. Menuda sarta de estupideces de los titiriteros de una red mundial de crueles dictadores, desde la junta militar egipcia hasta los jeques feudales saudíes, pasando por los fascistas israelíes ejecutores del apartheid. Vergonzosamente, demasiada gente ha estado demasiado dispuesta a aceptar este belicismo sin sentido mientras perdonan o ignoran los pasados crímenes de guerra de Estados Unidos y sus aliados occidentales como Alemania, desde Hiroshima hasta Vietnam —¡actuando una vez más como las generaciones anteriores de los “buenos alemanes” de Hitler!— incluyendo un buen número de “progresistas”, liderados por los verde oliva Grünes (Verdes), que se niegan a enfrentarse a la simple verdad: Esta es una guerra entre el sanguinario imperialismo ruso y el sanguinario imperialismo occidental liderado por EEUU, dos bandas de matones impulsadas por la lógica de un sistema capitalista-imperialista a hacer la guerra por la dominación mundial, con el pueblo ucraniano siendo cínicamente utilizado como “carne de cañón” y embutido en la picadora de carne de la maquinaria de guerra rusa para servir al imperialismo estadounidense y occidental en debilitar a uno de sus principales rivales imperialistas. ¡Quién se atreve a unirse a nosotros para defender los intereses de la humanidad!

Un futuro terrible y monstruosamente opresivo es el rumbo que toman hoy las cosas. A MENOS QUE, en medio de esta confusión y desgarro del orden que cohesiona la sociedad, se forje una fuerza que comprenda por qué está ocurriendo todo esto y desarrolle el potencial de la revolución. El Día Internacional de la Mujer pone de relieve esta urgente necesidad de revolución. Hay un marco radicalmente nuevo para la emancipación humana, el nuevo comunismo, forjado por Bob Avakian, que se basa en la primera oleada de la revolución comunista, pero que también hace rupturas críticas con sus deficiencias y debilidades, sobre todo en el ámbito de la emancipación de la mujer. Si alguna vez has soñado con un mundo así, o has sentido el anhelo de algo radicalmente mejor, cómo no vas a querer conocer el nuevo comunismo y formar parte de una fuerza que aspira a una verdadera revolución, una fuerza de emancipadores de la humanidad. Únete a nosotros para poner esta revolución liberadora en el mapa político. Reúne gente en tu casa, en tu barrio o universidad, en tu ciudad para saber más sobre este arquitecto del nuevo comunismo viendo el video De cerca y de forma íntima con Bob Avakian: Entregado de todo corazón y alma sin transigir por la revolución, en revcom.us y echa un vistazo al programa semanal en YouTube: The RNL —Revolution, Nothing Less— Show.

¡Romper las cadenas! ¡Desencadenar la furia de las mujeres como una fuerza poderosa para la revolución!

Capitalismo y patriarcado: ¡no se puede acabar con uno sin acabar con el otro!

(Traducción de un volante distribuido inicialmente en Alemania) | Contacto: rcmanifestogroup@gmail.com