16 de julio de 2025
El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 128.
Los comentarios ofensivos de Stephen A. Smith sobre el baloncesto y otros deportes son del desagrado de mucha gente — comentarios que a menudo “están fuera del tema” y, en cualquier caso, “no dan en el blanco”. (En otra ocasión, quizá aborde lo que está esencialmente mal en los comentarios de Smith sobre la NBA).
Pero lo que está mucho peor es la forma en que Smith, un prominente hombre negro, ha estado lamiendo el culo de los fascistas. Criticó a la NAACP por no invitar a Trump a su convención anual — como si una organización cuyo objetivo declarado es oponerse al racismo y luchar por los derechos civiles debiera brindar una plataforma a un fascista como Trump, quien ha hecho de la promoción del racismo y el desmantelamiento agresivo de los logros que se hicieron en la lucha contra la discriminación brutal, una de sus principales prioridades. (Si Stephen A. Smith no sabe que eso es cierto en el caso de Trump, pues necesita aprender algunos hechos básicos. Si no le importa, eso es peor aún).
No se trata simplemente de un “caso aislado” en el que Smith lame el culo de los fascistas — hay un patrón claro según el que él lo hace repetidamente. Recientemente ha alabado a Candace Owens, una fascista negra famosa (o infame) por decir que si Hitler hubiera sido simplemente un “nacionalista” —si “simplemente hubiera querido hacer que Alemania tuviera grandeza, y que todo funcionara bien”—, eso hubiera estado “bien”. Owens luego intentó “corregir lo dicho” añadiendo que, después de todo, Hitler era un “maníaco psicótico homicida” y un “asesino en masa” de judíos y otros. (En obras que están disponibles en revcom.us, hay un análisis extenso de los objetivos y acciones generales de Hitler, y el contexto más amplio en el que eso ocurrió, incluidos los conflictos entre las potencias imperialistas). Pero la realidad esencial es lo siguiente: no es posible separar el genocidio de Hitler contra los judíos, así como la represión asesina a los comunistas, las personas gay, los romaníes y otros —que de hecho fueron una parte crucial— de sus acciones para “hacer que Alemania volviera a tener grandeza”, al igual que su expansionismo militar y sus crímenes de guerra masivos. Así que, a pesar de los endebles intentos de Owens por “corregir” sus comentarios sobre Hitler, estos no son simplemente una cuestión de ignorancia flagrante, sino algo mucho más terrible. Y también son terribles los elogios de Stephen A. Smith a Owens.
Junto con eso, Smith de hecho le echó la culpa al senador estadounidense Alex Padilla por la forma en que agentes del gobierno le faltaron groseramente el respeto, y lo atacaron y esposaron agresivamente, en una conferencia de prensa de la fascista secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem en Los Ángeles. Smith dijo que Padilla tuvo la culpa debido a que no esperó a que Noem terminara sus “comentarios” antes de “interrumpirla”. Aunque ese fuera el quid de la cuestión, no hay justificación para abusar de cualquiera en esas circunstancias en la forma en que trataron a Padilla. Y, como señaló Padilla, si así trataran a un senador estadounidense, imaginen el tratamiento de la “gente común” por parte del régimen de Trump. Además, todo esto tiene un contexto importante: cuando Padilla “interrumpió” a Noem, ella estaba declarando abiertamente que el régimen fascista de Trump estaba utilizando a la Guardia Nacional y a los infantes de la Marina para “liberar” a California de sus funcionarios electos — lo que equivale a una declaración de golpe de estado. Está justificado totalmente que Padilla considerara indignantes los comentarios de Noem, y se sintiera compelido a “interrumpir” la rueda de prensa para hacerle una pregunta a Noem. Que Stephen A. Smith, en efecto, defienda a Noem y condene a Padilla no solo no tiene justificación en absoluto, sino que enseña algo muy mal sobre la perspectiva de Smith y lo que apoya y promueve.
Aquí, voy a abordar directamente lo que algunos quizá preguntan: ¿Por qué yo critico a un hombre negro prominente cuando hay muchos otros, especialmente personas blancas, que están cometiendo actos atroces? Lo cierto es que, en mis e-mensajes, en mis escritos y discursos, y en toda mi obra en general, desde la década de 1960, me he opuesto activamente, he puesto al descubierto de manera incisiva y he analizado a fondo, a las causas fundamentales de la opresión del pueblo negro, y de otras personas sistemáticamente subyugadas y perseguidas bajo este sistema — mostrando la manera en que todo esto tiene sus raíces en la naturaleza misma de este sistema del capitalismo-imperialismo y en su desarrollo histórico en Estados Unidos, y la manera en que por fin sería posible arrancar de raíz todo eso mediante una revolución para abolir todo este sistema y reemplazarlo por un sistema mucho mejor.
Al mismo tiempo, cabe decir que resulta especialmente repugnante que una persona negra le lame el culo de opresores fascistas abiertamente racistas — al igual que resultaría especialmente repugnante que una persona judía justificara y embelleciera a los nazis que cometieron un genocidio masivo contra los judíos. Y voy a denunciar lo que se necesita denunciar, aunque para algunas personas quizá no sea de su agrado el que yo diga la verdad.
Stephen A. Smith no es la única persona negra con una plataforma prominente que trafica con el veneno fascista de Trump. Hace poco “Charlamagne tha God” ha expresado su acuerdo con la declaración de Trump según la que éste tiene la intención de deportar a los ciudadanos que son “malas personas”: “Charlamagne” insistió en que, si has cometido crímenes horribles, aunque seas ciudadano, no le importa adónde te envíen. ¿Acaso “Charlamagne” no reconoce que enviar a personas a ser torturadas en otros países, en violación de la ley y la Constitución, como ya lo ha hecho Trump, no puede justificarse, sin importar lo que esas personas hayan hecho o de lo que se les acuse? ¿Acaso no comprende que la tortura corrompe y degrada moral y políticamente a toda la sociedad que la permite? ¿Acaso no sabe que denuncian a muchas personas, especialmente personas negras, como “criminales monstruosos”, mientras las condenan de crímenes que en realidad no cometieron? ¿Acaso “Charlamagne” no reconoce que para Trump, “malas personas” se refiere a cualquiera que se le oponga, a cualquiera al que él elige denunciar como “enemigo” — una vez más sin acatar la Constitución, la ley ni el debido proceso legal? ¿Acaso “Charlamagne” no ha visto que Trump declaró que iba a detener en redadas y deportar a “los peores criminales”, pero sus golpeadores armados enmascarados de hecho han atacado y se han llevado a rastras a personas comunes y corrientes de piel morena —algunas con documentos, otras con ciudadanía estadounidense— que simplemente están llevando su vida cotidiana, sin cometer delitos? ¿Acaso “Charlamagne” no comprende que las violaciones de la ley y la Constitución amenazan a los derechos de todo aquel que pueda oponerse —o ser acusado de oponerse— al régimen en el poder?
El fascismo de Trump y MAGA se define por su régimen tiránico general, su racismo manifiesto, su odio a las mujeres y a las personas LGBT, su persecución sin ley de inmigrantes (incluidos los inmigrantes documentados), su agresiva insistencia en la supremacía estadounidense, su demencia desquiciada y cruel, y el grave peligro que esto plantea no solo para la gente en Estados Unidos, sino para la humanidad en su conjunto.
No se puede tolerar ninguna promoción de este fascismo, por parte de nadie.