27 de septiembre de 2025

El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial

Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 140.

Hace poco, la Cámara de Representantes aprobó una resolución en honor a “la vida y el legado” de Charlie Kirk. Casi al mismo tiempo, los fascistas de Trump y MAGA organizaron un “mitin tipo Núremberg” en honor a Kirk, con Trump en el rol de Hitler. (La ciudad de Núremberg fue escenario de importantes mítines de Adolf Hitler y los nazis que gobernaron Alemania en la década de 1930, y la primera parte de la década de 1940 durante la Segunda Guerra Mundial).

Para repetir lo que dije en mi mensaje 136: Para ser claros —y como hemos dejado claro los revcom—, el asesinato de Charlie Kirk estuvo muy mal y en ningún sentido debe justificarse, ni mucho menos se debe vitorear. De hecho, este asesinato ha causado mucho daño — lo que incluye la forma en que los fascistas de Trump y MAGA se han aprovechado de esto para intensificar aún más los ataques contra sus “enemigos”.

Al mismo tiempo, nadie debería honrar “la vida y el legado” de Charlie Kirk — como tampoco debería honrarse “la vida y el legado” de los líderes del Ku Klux Klan o de la Confederación de los propietarios de los esclavos. Kirk fue un racista descarado — que, entre otras cosas, atacó crudamente a prominentes figuras negras y declaró que aprobar la Ley de Derechos Civiles de 1964 fue un “enorme error”. En mensajes anteriores, he señalado tan sólo algunos de los pronunciamientos verdaderamente horrendos que Kirk insistió en escupir. En revcom.us (y otras fuentes en el internet), pueden ver esto explicado con más detalle: una larga lista de las palabras y acciones verdaderamente horrendas del propio Kirk, entre ellas su racismo y misoginia (odio a las mujeres), así como su veneno literalmente asesino hacia las personas LGBT, y su fanatismo anticientífico generalizado y promoción de la supremacía cristiana masculina blanca (comúnmente conocida ahora como “nacionalismo cristiano”).

Como analicé en un discurso de 2017:

Hay una línea directa que conecta la Confederación esclavista de los años 1860 con los fascistas de hoy, y una conexión directa entre su supremacía blanca, su franco odio y repudio tanto a la gente LGBT como también a las mujeres, su repudio abierto a la ciencia y al método científico, su cruda xenofobia tipo “Estados Unidos Ante Todo”, y su proclamada “superioridad de la civilización occidental”, y su belicoso uso del poderío militar, incluso con sus declaraciones y abiertas amenazas de que están dispuestos a usar armas nucleares para destruir países.

Es una señal evidente de lo lejos que han llegado las cosas, de lo perversamente escandalosas que se han vuelto, que incluso personas que han declarado claramente que el asesinato de Kirk estuvo mal, pero que también han señalado las propias palabras y acciones de Kirk para demostrar por qué no debería ser honrado, hayan sido amenazadas y, en varios casos, obligadas a abandonar sus trabajos y puestos. Esto también es un “legado” de Charlie Kirk — quien se hizo famoso organizando a estudiantes para compilar listas de vigilancia de profesores y lograr que los despidieran por impartir clases que “transgredían” su dogma fascista cristiano lunático. Numerosos profesores han denunciado no solo haber sido hostigados y perseguidos, sino también amenazados de muerte y violación por seguidores fanáticos de Kirk y sus listas de vigilancia.

En caso de que alguien aún necesite más pruebas de que el Partido Demócrata, y sus líderes en particular, no darán, por iniciativa propia y bajo sus propios términos, el tipo de lucha decidida que se necesita librar contra este agresivo fascismo de Trump y MAGA, aquí está: no solo los republicanos en la Cámara de Representantes votaron a favor de la resolución que honra “la vida y el legado” de Charlie Kirk — también lo hizo una gran mayoría de los demócratas, entre ellos Hakeem Jeffries, el “líder” de los demócratas en la Cámara, y el prominente liberal Jamie Raskin.

El hecho de que el Partido Demócrata haya demostrado una vez más que, por iniciativa propia y basándose en los “procedimientos normales” que está decidido a defender, no librará una lucha seria contra este fascismo — pues, eso no demuestra que no pueda librarse ninguna lucha seria contra este fascismo. Lo que sí demuestra claramente es que los millones y las decenas de millones de personas decentes, quienes muy profundamente en su corazón aborrecen este fascismo, tienen que tomar la iniciativa, poniéndose de pie con una determinación no violenta pero poderosa para replantear los términos, creando (tal como he dicho anteriormente) un masivo “terremoto político desde abajo”, haciendo surgir una profunda crisis política de modo que ponga en aún más evidencia la naturaleza completamente ilegítima del régimen fascista de Trump, provocando y motivando importantes cambios y realineamientos en toda la sociedad, lo que incluiría al interior de las instituciones imperantes y gobernantes, de modo que este régimen ya no pueda funcionar ni permanecer en el poder.

Eso significa movilizarnos, en números aún mayores que antes, con motivo del 18 de octubre en las manifestaciones “Día Sin Reyes 2.0”, convocadas por Indivisible y otros. Y significa avanzar a partir de ahí, llevando a cabo masivamente el Llamamiento iniciado por RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo), a una movilización y convergencia no violenta pero contundente sobre Washington, D.C., el 5 de noviembre, con la única demanda unificadora de millones y decenas de millones: ¡Que se largue el régimen fascista de Trump — ya!

Por importantes que hayan sido, y sigan siendo, las manifestaciones masivas y otras protestas, esta movilización y convergencia del 5 de noviembre sobre Washington, D.C. representa la única posibilidad verdadera de derrotar y sacar concretamente a este régimen fascista, antes de que el régimen bloquee por la fuerza y por completo cualquier posibilidad real de oposición efectiva.

En mi próximo mensaje, abordaré más a fondo este tema, lo que incluirá las Grandes Preguntas: ¿Cómo podría tener una movilización y convergencia tan masiva una verdadera posibilidad de lograr expulsar al régimen fascista de Trump? ¿Y qué tal si fracasamos?