30 de agosto de 2025
El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 131.
Anteriormente este año, mientras el régimen fascista de Donald Trump desafiaba una orden judicial al enviar a cientos de inmigrantes a una prisión-cámara de tortura en El Salvador, Trump invitó a la Casa Blanca al dictador fascista de El Salvador, Nayib Bukele. Trump y otros fascistas han elogiado los métodos de estado policial de Bukele como “modelo ejemplar” para hacer frente al pandillerismo y la delincuencia. (Que se note también: como una parte de su reino fascista, Bukele ha permanecido en la presidencia en violación de los límites que establece la Constitución de El Salvador — ¡de veras, un “modelo ejemplar” para Trump!)
La “solución” de Bukele a las pandillas y la delincuencia es de ocupar las calles de El Salvador con fuerzas militares, y arrestar en rastrillajes y encarcelar a todos los cuales el régimen de Bukele acuse de ser miembro de una pandilla, sin ningún debido proceso de ley.
Sí, las calles salvadoreñas parecen más “seguras” — siempre que uno no se oponga a lo que el régimen de Bukele está haciendo o de otro modo “quedar mal” con Bukele.
Un reino de terror por parte de las pandillas en El Salvador se ha remplazado por un reino de terror de parte del gobierno y sus fuerzas armadas. Como señala un artículo en el New York Times (1º de noviembre de 2024), Bukele “ha capturado en redadas a unos 81 mil presos para mantenerlos incomunicados” — y además “Entre los detenidos están miles de niños de 12 años para arriba, y algunos de ellos han sido torturados”. Este artículo también se refiere a una estimación de que una tercera parte de las personas detenidas así en redadas ¡en realidad son inocentes! Y, repito, las personas detenidas así no tienen ninguna oportunidad real de impugnar lo que se les está haciendo.
Eso es un “modelo ejemplar” de la manera en que el régimen fascista de Trump dice que va a hacer frente a la delincuencia y “limpiar las ciudades”. Aún antes de Trump, Estados Unidos ya ha sido un “modelo ejemplar” de la encarcelación en masa — al mantener presos a enormes cantidades de hombres negros y latinos, y a cantidades crecientes de mujeres. Además, es constante el terror policial y el asesinato policial franco de negros, así como de latinos e indígenas. En Estados Unidos la policía mata a más de mil personas al año — y, como señalé en mi mensaje anterior (número 130): Desde 1960, el número de personas negras asesinadas por la policía es mayor que los miles que fueron linchados durante toda la época de la segregación abierta y el terror del Ku Klux Klan después de la Guerra Civil.
Qué hipocresía más repugnante cuando los fascistas flagrantemente racistas —tales como Trump y su “sicario” maníaco Stephen Miller— declaran que los verdaderos “racistas” sean aquellos de nosotros que se oponen a sus rachas de represión brutal y ocupaciones militares de ciudades, debido a que supuestamente ¡no nos importa que la delincuencia aterroriza a los negros! Como escribí en mi artículo de 2020, “Todo menos la verdad”: “De repente, ¡los racistas más abiertos [tales como Trump y Stephen Miller] fingen estar preocupados acerca de los negros que se matan entre sí!”
En realidad, la causa fundamental de los crímenes de “negros contra negros” es este sistema del capitalismo-imperialismo — es este sistema que encierra a las masas negras en condiciones de privación, degradación y desesperanza, y continuamente les inculca con la mentalidad de “perro come perro” que acicatea este sistema despiadado de explotación y opresión, de punta a punta. Como dice “Todo menos la verdad”:
La realidad de que los negros, que ya están tan cruelmente oprimidos y sufren tan terriblemente, se matan unos a otros en cantidades tan grandes es algo que debería hacer que le duela el corazón a cualquier persona honrada — y debería impulsar a dicha persona a buscar la manera de poner fin a esto, adentrándose en las causas más profundas de esto y actuando para cambiar todo eso. Si esas personas que constantemente citan las cifras acerca de los “crímenes de los negros contra los negros” realmente quisieran hacer algo con sentido acerca del hecho de que los negros, y especialmente los jóvenes negros, se están matando entre sí en cantidades trágicamente altas, se unirían a los que estamos trabajando para ganar a estos jóvenes hacia la revolución que podría hacer caer este sistema que es la causa fundamental de esto, y que podría hacer nacer un sistema que arrancaría de raíz las condiciones y transformaría las formas de pensar que engendran esto.
Pero los racistas abiertos y los “conservadores negros” en realidad no están interesados en poner fin a todo eso. Sin importar las pretensiones que pongan —ya sean las intenciones más obvias o las más enrevesadas—, están trabajando para fortalecer este sistema del capitalismo-imperialismo que tiene la supremacía blanca incorporada en él y sólo puede funcionar manteniendo al pueblo negro oprimido y aterrorizado.
Utilizar a los militares para apoyar a la policía en su despiadada represión contra las personas a las cuales este sistema ya persigue brutalmente, solamente puede traer más horrores por encima de más horrores. Esté en El Salvador o en el propio Estados Unidos, cualquier sistema que diga que la “alternativa” está entre la delincuencia desenfrenada, o un estado policial en nombre de “combatir la delincuencia”, es un sistema que no tiene el derecho de existir. En otro artículo de 2020 en revcom.us, detallé la siguiente verdad fundamental: “Es posible eliminar la opresión racial —pero no se puede hacer bajo este sistema”.
Necesitamos un sistema fundamentalmente diferente — y una revolución para hacer nacer ese sistema fundamentalmente diferente, como lo expone la Declaración de los revcom, Necesitamos y Exigimos: Una forma completamente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente, que abordo más a fondo en mi mensaje número 129.
En términos inmediatos, toda persona indignada por este régimen fascista de Trump y el coloso inexorable de horrores que este régimen está actuando cada vez más velozmente para imponer, tiene que hacer suyo el histórico Llamamiento a la acción, iniciado por RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) y abierto a todos, que se inicia así: “Ha llegado la hora de … LA CAÍDA del RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP, A partir del 5 de noviembre, Washington, D.C.”
El Llamamiento de Rechazar el Fascismo continúa: “El fascismo no es una amenaza que se avecina. Lo tenemos encima pero ya. La única esperanza para la humanidad es que se pongan de pie millones de las personas decentes de Estados Unidos. Tenemos que expulsar del poder al Régimen Fascista de Trump. A partir del 5 de noviembre inundemos a Washington, D.C. con protestas no violentas”.
Es preciso que cantidades cada vez mayores de personas hagan suyo este Llamamiento de Rechazar el Fascismo, lo distribuyan por todas partes, y actúen audazmente en consecuencia, de acuerdo con la necesidad urgente que aborda de forma poderosa.
En cuanto a nosotros, los revcom, mientras dedicamos esfuerzos continuos y decididos a unir a todos los que se pueda unir, desde muchas diferentes perspectivas políticas, en el proceso de adoptar y aplicar este Llamamiento de expulsar al régimen fascista de Trump, trabajaremos activamente para conseguir que participen cada vez más personas en examinar con seriedad la cuestión de qué es lo que engendró este fascismo, y para ganarnos a cada vez más personas a llegar a reconocer que el sistema del capitalismo-imperialismo es la fuente fundamental de esto, y de tantos otros ultrajes y atrocidades —entre ellos el genocidio que Israel está llevando a cabo contra el pueblo palestino, con el apoyo total de Estados Unidos— y que únicamente la revolución emancipadora radical representada por el nuevo comunismo puede hacer que se ponga fin a estos horrores y crear una sociedad verdaderamente emancipadora y a la larga un mundo donde los seres humanos verdaderamente puedan florecer juntos y dar plena expresión a su humanidad.
