BOB AVAKIAN REVOLUCIÓN #120: Grandes cantidades de personas se han activado en la crucial lucha contra el fascismo de Trump y MAGA. Se necesita con urgencia hacer que esta lucha sea aún más poderosa — tanto en números de personas como en impacto y efecto político, y eso requiere oponerse clara y activamente al enemigo dentro de esta lucha.

El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial

Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN—número 120.

¿Qué es este enemigo? Es la cultura pútrida que aún prevalece con demasiada frecuencia — incluso entre las personas que dicen que se preocupan por un mundo mejor y que trabajan por él.

¿Qué quiero decir con esta “cultura pútrida”?

Entregarse con ganas a descalificaciones bajas, chismes, calumnias, acusaciones y la cancelación (ya sea que la acusación sea inventada o verdadera, algo que es efectivamente irrelevante para aquellos que se dejan envolver en esto).

Una cultura que se define por una preferencia por lo subjetivo y lo superficial, en contraposición a la sustancia y un examen serio con fundamentación científica de la realidad objetiva importante con el fin de llegar a conocer de una manera razonada y basada en evidencia lo que es de hecho cierto y lo que hay que hacer para gestar un cambio positivo.

Sobre la base de una considerable experiencia en encontrarse con esta cultura, uno de los revcom (comunistas revolucionarios) la caracteriza así:

Creer en los chismes de la “experiencia vivida”, contra basarse en la evidencia. Demasiadas personas no solo están desprovistas de normas basadas en los principios —y ni siquiera saben cuáles son estas normas—, sino que, de hecho, prefieren los chismes descalificadores cloacales. Existe una aversión antiintelectual generalizada a que se les pida que comparen y contrasten ideas y programas de cualquier forma sustantiva. Por ejemplo, la gente se toma el tiempo de escribir en Twitter, Reddit o donde sea: “¿Qué onda con Bob Avakian?”, pero NO dedica ni un ápice de energía intelectual a leer la verdadera obra de BA para averiguarlo. Una generación criada en Las Verdaderas Amas de Casa y la cultura de la cancelación. Existe una terrible moral, política e ideología, pero también un modo de pensar corrompido.

Se caracteriza por un schadenfreude generalizado (deleitarse en infligir dolor a otros, o en presenciar el dolor de otros), un tipo de crueldad que tiene demasiado en común con los fascistas.

Gran parte de esto se debe a una epistemología (un enfoque de la verdad y cómo juzgar la verdad) que también tiene demasiado en común con los fascistas: la insistencia en que la verdad es subjetiva o “personal”, no objetiva; la noción de que lo que es cierto es lo que está en conformidad con “lo que yo quiero creer” (incluido lo que contiene el rumor más reciente) —o lo que una persona dijo en el internet—, siempre que esté en consonancia con “lo que yo quiero creer”). Las personas que se dejan envolver en esto ni siquiera saben lo que de hecho es la verdad —y, en demasiadas ocasiones, ni siquiera les importa— no se molestan en investigar con seriedad si algo es cierto o no en realidad, siempre que resulte, en algún sentido, en algo que les satisface.

Esto supone una aversión (una verdadera resistencia) al pensamiento crítico — el que también está muy extendida entre la gente con mayor educación formal, en particular entre los jóvenes.

En contraposición a todo esto, la lucha por un enfoque científico —en lugar de subjetivo— de conocer la verdad es de importancia decisiva. Algo importante que he enfatizado repetidamente, incluido en mi artículo Filosofía y revolución, Primera parte (que está disponible en revcom.us), es el hecho de que el criterio de la verdad no son los sentimientos personales ni otras nociones subjetivas sobre la realidad — no es lo que una persona cualquiera quiera que sea cierto (o que no sea cierto): el criterio de la verdad es la realidad misma.

Llegar a conocer la verdad requiere un enfoque basado en la evidencia: abordar algo con seriedad y determinar lo que demuestra la evidencia sobre ese algo (la evidencia objetiva, no solo una opinión, o una afirmación — o una acusación). Desafortunadamente para las personas que prefieren entregarse a la especulación perezosa (y al chismorreo) acerca de las cosas, para llegar a conocer la verdad de cualquier cosa, más allá de los fenómenos más simples y obvios, se requiere cierto trabajo. Pero, especialmente con cualquier cosa de verdadera importancia, este trabajo es crucialmente necesario — ya que el hecho de haber llegado a conocer, o no, la verdad real de las cosas, especialmente de las cosas realmente importantes, tendrá consecuencias importantes, de una u otra manera.

Para enfatizar una vez más la siguiente cuestión crucial: “el que de veras hayas llegado a conocer la verdad se determina por si tu comprensión corresponde o no corresponde a la realidad objetiva — y si es un reflejo acertado de ésta”.

Y:

Una vez que se descarte la realidad objetiva como criterio de la verdad —una vez que la realidad objetiva ya no sea el criterio contra el cual se sopesan todas las afirmaciones, ideas, etc., para determinar si son ciertas o no—, pues se puede declarar que todo tipo de cosas son “ciertas”, con consecuencias a menudo terribles.

Una vez que cualquier intento declarado de transformar el mundo se aparta de una fundamentación científica, y da expresión a inclinaciones subjetivas, se abre la puerta a serias tergiversaciones de la realidad y a actos verdaderamente terribles, incluso en nombre de fines supuestamente edificantes.

Veamos algunos ejemplos de la forma en que se expresa esto, particularmente en relación con la urgente necesidad de desarrollar la poderosa movilización de masas necesaria para derrotar y sacar al régimen fascista de Trump.

RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) se formó al inicio del primer régimen fascista de Trump, hace casi 10 años — poniendo al descubierto el verdadero peligro que dicho régimen representaba y trabajando para unir y movilizar a la gente en una oposición no violenta en su contra. Y ahora, con las veloces acciones del segundo régimen de Trump para imponer con mayor fuerza una tiranía aún más flagrantemente sin ley, Rechazar el Fascismo ha vuelto a lanzar su crucial llamado a movilizarse: ¡En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista! — y está uniéndose activamente con las personas que están protestando y resistiendo al fascismo de Trump y MAGA, con la orientación de unir a todos los que se pueda unir en una oposición no violenta pero sostenida y decidida a este fascismo, trabajando incansablemente para ganarse a cada vez más personas a que hagan suya y actúen en torno a la urgente demanda de que ¡Se largue el régimen fascista de Trump — YA!

Se podría pensar que todos aquellos que se oponen al régimen de Trump acogieran a esta demanda y se unieran positivamente con ella, y esto se ha expresado en el caso de mucha gente común que se opone sinceramente a este fascismo y no está “comprometida” con ningún sectarismo mezquino y estrecho. Pero ciertas sectas del “movimiento” parecen considerar la oposición al fascismo de Trump y MAGA como su propia “propiedad privada” — y están obsesionadas con dictar quién tiene, y quién no tiene, el derecho a participar en la lucha contra este fascismo. Han difundido mentiras flagrantes sobre la orientación y los objetivos de Rechazar el Fascismo (por ejemplo, lo acusan de promover la violencia, cuando Rechazar el Fascismo está claramente comprometido con la movilización no violenta). Estos oportunistas en ocasiones han llevado a cabo ataques físicos hampones contra personas participantes con Rechazar el Fascismo, como parte de tratar de impedir que la gente conozca lo que Rechazar el Fascismo representa en realidad — ¡al extremo de literalmente intentar impedir que la gente escuche lo que la gente de Rechazar el Fascismo dice o que se lleve la literatura que están distribuyendo!

Este ataque se ha centrado en gran medida en el hecho de que, junto con otras personas con diferentes perspectivas, los revcom participamos activamente en Rechazar el Fascismo, y en que mis obras han sido parte de lo que algunas personas participantes en Rechazar el Fascismo han estado debatiendo, en cuanto a cómo entender la naturaleza de este fascismo, lo que lo ha engendrado, y cómo derrotarlo. (Estos mezquinos aspirantes a “dictadores del movimiento” han ido al extremo de declarar que nadie debería trabajar con Rechazar el Fascismo a menos que Rechazar el Fascismo me “repudie” a mí).

Todas estas acciones carentes de principios son una extensión de la cultura pútrida a la que he hecho referencia aquí — y estas acciones se apoyan en que la gente se deje envolver en dicha cultura.

Ninguna de estas acciones sectarias de estos oportunistas del “movimiento” en forma alguna contribuye, de manera positiva, a la lucha crucial por efectivamente derrotar y sacar al régimen fascista de Trump — y, al contrario, esto causa muchísimo daño. ¿Acaso les importa esto a estos oportunistas? ¿Y a qué le temen en realidad?

A continuar, muy pronto, en mi siguiente e-mensaje (el número 121).