Con motivo del Primero de Mayo Revolucionario, 2024
Aurora Roja | Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México
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15 de abril de 2024
De la fealdad de opresión, muerte y miseria que nos rodea hoy, podrá surgir la hermosura de una sociedad radicalmente nueva y liberadora. Luchamos hoy, tú debes luchar, mucha gente más necesita luchar por una revolución real y ese futuro posible, si no queremos vivir el futuro cada vez más horroroso a que este sistema nos lleva.
El viejo orden del mundo está entrando en crisis, provocando inmenso sufrimiento innecesario pero también abriendo nuevas oportunidades para una revolución real. El genocidio del pueblo palestino, la barbaridad de los feminicidios y la trata de mujeres y niños por todo el mundo, las desgarradoras hambrunas en África y muchos horrores más son producto del actual sistema mundial de capitalismo-imperialismo. Pero este sistema también conlleva en sus entrañas la posibilidad de una sociedad radicalmente distinta y mucho mejor.
La crisis ambiental azota el mundo entero, provocando ya desastres mayores, como vemos aquí con el huracán Otis, la creciente sequía y los cientos de incendios descontrolados recientes. Crece la amenaza incluso de la extinción de los seres humanos y muchas otras especies, por la operación implacable del sistema capitalista cuya ley más fundamental es la competencia entre grandes capitalistas e imperialistas por la mayor ganancia, destruyendo lo que sea y explotando a quienquiera en el proceso. Y eso incluye a Pemex, una de las diez empresas más contaminantes del mundo.
Hay que ir a la raíz e ir más allá de la resistencia mundial que ya existe a la revolución, para tumbar el sistema que está cavando la tumba de la humanidad. Es posible y urgentemente necesario otro sistema regido por las necesidades de la humanidad y el medio ambiente, y no por las ganancias de unos cuantos. Hace falta un sistema socialista revolucionario que hará posibles muchas cosas que hoy en día parecen sueños. Se dejará de usar lo antes posible el petróleo y otras fuentes del calentamiento global. La movilización del pueblo revolucionario hará renacer los bosques que regulan el clima y captan el agua, limpiará los ríos y mucho más. Y al confiscar la propiedad de los imperialistas y grandes capitalistas y ponerla al servicio del pueblo, podremos construir entre tod@s una economía socialista con empleo, vivienda, servicios de salud, diversión y una cultura diversa e inspiradora acordes con la vida que merece todo ser humano.
La absoluta barbaridad del sistema actual se destaca ahora en el genocidio del pueblo palestino a manos de Israel y el imperialismo estadounidense. Esto se da en el contexto del enfrentamiento cada vez mayor entre los imperialistas estadounidenses, rusos y chinos en que cada quien busca expandir su imperio reaccionario a expensas de los otros. Esto nos lleva hacia el precipicio de una guerra mundial nuclear que sería el fin de la vida como la conocemos en este planeta. El genocidio en Palestina ha despertado conciencias, denuncias y lucha por todo el mundo. El Estado israelí intenta justificar estas masacres por el terrible genocidio nazi contra los judíos. Pero miles de valientes judíos por todo el mundo lo denuncian, señalando que la lección del holocausto nazi es nunca más un genocidio contra nadie. Para hacer eso realidad, hace falta acabar con el sistema que engendra los genocidios, las masacres, las guerras reaccionarias. Hace falta la revolución en Palestina y en todo el mundo.
Muchos gobiernos capitalistas del mundo lloran lágrimas de cocodrilo por el pueblo palestino, pero aquí el presidente López Obrador se ha declarado “neutral” sobre la situación en Gaza. “¡Neutral” sobre el genocidio! ¡Completamente inaceptable! A pesar de toda su retórica nacionalista, este gobierno, como todos los anteriores, acepta la dominación del país por el imperialismo estadounidense y no se atreve a cuestionarlo en un asunto tan delicado para el imperio. También le hace su trabajo sucio al reprimir, asesinar y quemar vivos a migrantes encarcelados que huyen desesperados de la violencia y el hambre que provoca este sistema. Y el ejército mexicano sigue usando software israelí para espiar y denostar a periodistas, activistas y opositores.
Es el mismo ejército que participó directamente en el operativo en el que asesinaron a seis personas y desaparecieron a los 43 normalistas de Ayotzinapa y que ahora rehúsa entregar las evidencias que documentan sus crímenes de lesa humanidad. Es parte del Estado capitalista cada vez más coludido con el crimen organizado, lo que ha resultado en más asesinatos brutales en cada sexenio y más de cien mil desaparecidos. Más de la tercera parte fueron desaparecidos en este sexenio, y la única “solución” que encuentran es ¡tratar de desaparecer a los desaparecidos del registro oficial!
Hablan hipócritamente de los pueblos indígenas mientras roban sus tierras, reprimen y destruyen a sus comunidades y culturas por el falso “progreso” capitalista del Tren dizque “Maya”, el corredor transoceánico destructor y la minería devastadora. Ahora en su fervor electoral burgués pregonan que es “tiempo de las mujeres”, pero se ha demostrado ya que incluso con mujeres en puestos del Estado capitalista, siguen los feminicidios, la trata, el acoso porque la opresión de las mujeres es parte fundamental del sistema actual.
Por todo eso luchamos por tumbar el capitalismo y establecer el socialismo revolucionario, pero no estamos hablando del dizque “socialismo” de Cuba o Venezuela o la China actual que en realidad son países capitalistas. Tampoco estamos hablando de simplemente repetir lo mejor de las revoluciones socialistas del pasado. Estamos hablando de un nuevo socialismo guiado por el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian al aprender de los grandes avances, pero también de los importantes errores de las revoluciones socialistas anteriores. Una nueva sociedad con nuevas leyes revolucionarias en que se apoye y se impulse, en vez de reprimir, la lucha por acabar con toda forma de explotación y opresión, por la liberación de los pueblos indígenas, las mujeres, la gente LGBTQ+, el pueblo en general y la liberación del país de la dominación imperialista, sirviendo a la lucha por la emancipación de toda la humanidad. Una sociedad en que se promueva el método científico en vez del engaño y la mentira; se aliente el pensamiento crítico, el disentimiento y el debate razonado en vez de sofocar y tergiversarlos; se fomente una verdadera comunidad humana a la vez que la defendamos contra intentos de reimponer el capitalismo con su lucha incesante de todos contra todos.
Esta revolución se vuelve más posible por la intensificación de las crisis del sistema. Detrás de la fortaleza aparente del sistema, la aceleración de la crisis ambiental y los duros enfrentamientos que llevan hacia una guerra mundial están abriendo crecientes grietas en el sistema mundial por las que el potencial revolucionario de las masas podría irrumpir con fuerza explosiva, siempre y cuando avancemos ahora en forjar el entendimiento, dirección y organización esenciales para esa revolución liberadora.
En México, los de arriba enfrentan cada vez más dificultades para gobernar de manera unificada. No pueden ni celebrar elecciones sin docenas de asesinatos de posibles candidatos. El choque entre los partidos electorales capitalistas (PRI-PAN-PRD, Morena y los demás) se vuelve cada vez más agudo y sucio, y unos y otros se alían con los cárteles que a su vez libran una guerra a muerte por el control del territorio nacional y el tráfico internacional ilícito. Frente a las crisis de gobernabilidad, han recurrido a la mayor militarización en la historia, pero las mismas fuerzas militares están coludidas con el crimen organizado y la situación sigue estallando, desde Chiapas hasta Sinaloa, de “Mataulipas” a “Guerracruz”.
Entre los de abajo, cada vez más gente no puede seguir viviendo como antes. Comunidades enteras se enfrentan a la disyuntiva de subordinarse al narco, armarse en autodefensas o huir, lo que ha provocado cientos de miles de desplazados. Y el cobro de piso, la extorsión, la trata y la narcopolítica extienden sus tentáculos por todas partes, mientras la mayoría batalla para apenas mal vivir.
Por otra parte, la clase dominante en Estados Unidos, “roca de estabilidad” para las clases explotadoras en México, está al borde de una posible guerra civil entre el Partido Republicano, que busca imponer el fascismo, y el Partido Demócrata que busca mantener la farsa tradicional de la democracia burguesa. Esto va abriendo posibilidades para una revolución, ¡sí una revolución! en las entrañas de la bestia, con la dirección de Bob Avakian y el Partido Comunista Revolucionario, EE. UU.
Todas las crisis y crímenes que hemos mencionado significan más horrores y sufrimiento para el pueblo pero también abren nuevas oportunidades para la revolución. Estamos luchando ahora para poder aprovechar esas oportunidades, pero hace falta que mucha más gente se integre al movimiento para la revolución. Si tienes la conciencia, corazón y valor para ver más allá del podrido sistema actual, si te atreves a soñar y luchar por un mundo mucho mejor, ponte en contacto, el pueblo te necesita.