Jugando con candela nuclear: la intensificación del conflicto entre imperialistas amenaza con una nueva guerra mundial ¡La humanidad no puede permitirlo!

Las potencias imperialistas están llevando al mundo a un terreno muy peligroso, un terreno que pone en riesgo la existencia misma de la humanidad. Como si no fuera suficiente el desastre ambiental y humano que han creado con la crisis climática, y que siguen intensificando con mayor explotación de combustibles fósiles, que les generan ganancias como nunca antes1, las principales potencias imperialistas hoy están en una escalada de confrontación que puede desencadenar una nueva guerra mundial, con las consecuencias tan catastróficas que eso significaría para miles de millones de personas.

Desde el fin de la Guerra Fría tras el desmoronamiento del bloque socialimperialista2 de la Unión Soviética hace ya tres décadas, Estados Unidos se consolidó como la superpotencia a la cabeza del sistema imperialista global, e impulsó una brutal y omnímoda reestructuración neoliberal de las economías de los países del tercer mundo que permitió una mayor penetración del capital imperialista, no solo norteamericano sino europeo y japonés, reforzando el tremendo impulso dado a la globalización con la entrada masiva de mano de obra y consumidores de China, la Unión Soviética y los países de Europa Oriental a un único mercado mundial. Estados Unidos sigue siendo hoy el gánster mayor dentro de las potencias imperialistas en contienda, pero no sin desafíos. Actualmente China y (en menor medida) Rusia están en una confrontación cada vez más creciente con Estados Unidos y otras potencias aliadas en pos de ser el capo di tutti capi en la arena mundial.

Para ser claros, ni Rusia ni China son antiimperialistas como algunos dentro de la “izquierda” continúan promoviendo, son países imperialistas que están defendiendo los mismos intereses que los demás imperialistas: los intereses de sus capitales imperialistas con la dominación más amplia posible de países y regiones del mundo y se rigen por la misma lógica fundamental del capitalismo: “expandirse o morir” y esto los lleva a confrontar a otras potencias imperialistas, como Estados Unidos incluso, en últimas, en el terreno militar.

Hoy China es el país capitalista-imperialista que “representa el mayor desafío al orden mundial” a nivel económico y político, orden mundial en el que Estados Unidos ha sido el líder de la pandilla.

Luego de la integración de China a la economía imperialista mundial tras de la derrota de la revolución socialista en ese país y la restauración del capitalismo desde 1976, “China se incorporó a la economía imperialista mundial, con sus maquiladoras y fábricas de bajo costo integradas en las cadenas de suministro globales. Durante los últimos 20 años, China ha sido el segundo receptor más grande de inversiones extranjeras, y la superexplotación de la fuerza laboral de China se convirtió en un estímulo vital para la rentabilidad imperialista”3. En un grado no despreciable, esto les ha permitido a las clases dominantes de China construir “una base poderosa e independiente de acumulación nacional-imperialista” y junto a otro conjunto complejo de contradicciones le ha posibilitado fortalecer su poderío económico y militar.

Estados Unidos ha aumentado la agresividad y provocación en sus movidas políticas y militares frente a China, que peligrosamente podrían ser el detonante de una confrontación bélica a escala mundial. La declaración de intervenir militarmente en un eventual respaldo a Taiwán, el anuncio del proyecto de reforzar la flota de submarinos nucleares de la Alianza AUKUS (entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos), y la consolidación de su presencia militar en la región del Indo-Pacífico, particularmente en Japón, Corea del Sur y ahora Filipinas, son peligrosos ejemplos de ello.

La disputa entre China y Estados Unidos ha tomado un tinte cada vez más belicoso y el poderío militar de ambos bandos, incluyendo el arsenal nuclear son motivo suficiente para encender las alarmas por las nefastas consecuencias que una confrontación militar entre esas potencias traería para el mundo.

La guerra en Ucrania significa ya una atrocidad y a la vez un grave peligro de un escalamiento. Ha pasado ya un año desde que Rusia lanzara la atroz invasión contra Ucrania, llevándose por delante la vida de miles de personas y causando el desplazamiento de millones más. Rápidamente la invasión rusa se convirtió en una guerra entre Rusia por un lado y Estados Unidos y la OTAN4 por el otro, usando como sustituto a la misma Ucrania. Son comunes las distorsiones que presentan a las fuerzas ucranianas como “heroicos luchadores contra el invasor” y a Estados Unidos y a los países de la OTAN como defensores de la democracia y contra el autoritarismo. Nada más falso. Rusia sí es un vil y criminal agresor, pero Estados Unidos (junto con la OTAN) es también directo responsable de este conflicto.

Las movidas de Estados Unidos para reafirmar su posición dominante en buena parte responsables de la actual guerra en Ucrania. El impulso vehemente de adherir nuevos Estados vecinos de Rusia a la OTAN y de engrosar su posición militar en Europa del Este fueron criminales provocaciones que fueron respondidas por Rusia con una invasión igualmente criminal.

La dinámica de esta confrontación ha ido escalándose, Estados Unidos y la OTAN entregan a Ucrania cada vez más armas y equipos cada vez más potentes y Rusia procura no perder la ofensiva y ha dejado claro, como también lo ha hecho Estados Unidos quizá de forma más velada, que las armas nucleares son una carta siempre disponible sobre la mesa.

Como escribió certeramente Bob Avakian en su artículo “Una tercera guerra mundial e idioteces peligrosas”5, si cualquiera de los dos bandos se enfrenta a una derrota estratégica, o si la situación arrastra a Estados Unidos-OTAN a combates abiertos con Rusia, “… las ‘dinámicas’ de una guerra directa entre Estados Unidos-OTAN y Rusia muy probablemente conducirían a un proceso de intensificación continua, en que ninguno de los bandos esté dispuesto a retroceder —ni realmente sea capaz de retroceder— ante la perspectiva de algún tipo de derrota en esta guerra”.

Tal como expresaron los comunistas revolucionarios en Estados Unidos en su mensaje con motivo del primer aniversario de la guerra en Ucrania: “Ninguna persona decente debería unirse a los imperialistas estadounidenses en su rivalidad con otros imperialistas. El silencio, hasta ahora, de la gente de conciencia en Estados Unidos [y en el mundo] ha sido ensordecedor. El silencio continuo podría ser mortal”.6

Esto urge ser cambiado en todos los rincones del mundo, tenemos que luchar por dejar de lado la pasividad y el ver esta situación como una especie de “distopía de ciencia ficción”. El peligro para la humanidad es muy real y hay que unir esfuerzos en cambiar de manera urgente y radical esta dinámica, al servicio de los intereses de la humanidad, no de alguno de los imperialistas en esta rivalidad. ¡No podemos sentarnos a un lado de manera pasiva y esperar a que de alguna manera mágica esto se resuelva sin tanta destrucción!

Debemos unirnos al llamado de los comunistas revolucionarios de Estados Unidos en torno a estas justas demandas:

¡NO A LA GUERRA DE ESTADOS UNIDOS-LA OTAN CON RUSIA!

¡ALTO A LAS AMENAZAS DE ESTADOS UNIDOS CONTRA CHINA!

¡NO A UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL!

¡ES ESTE SISTEMA, Y NO LA HUMANIDAD, EL QUE TIENE QUE EXTINGUIRSE!

NO ACEPTAMOS EL FUTURO DE ELLOS —

YA ES HORA DE ORGANIZARNOS PARA UNA REVOLUCIÓN REAL


Estados Unidos no es ningún “defensor de la democracia” ni tiene ningún derecho de hacerse pasar por “amigo del derecho internacional y la decencia” es un criminal de la peor calaña

La criminalidad y sevicia de Estados Unidos contra la humanidad ha sido tal que en esta misma semana se cumplen años del inicio de brutales atrocidades cometidas por Estados Unidos: El lanzamiento de la invasión a Irak, la masacre de My Lai en Vietnam y el inicio de los bombardeos en Camboya. Hoy Estados Unidos, el mismo criminal responsable de estos crímenes, está inmerso en un escalamiento de la confrontación con otras potencias imperialistas como China y Rusia, estos casos dan un vistazo de lo que ha significado Estados Unidos para el mundo y un recordatorio de que décadas después puede traer incluso mucho más horror.

20 años de la invasión a Irak

Hace 20 años, el 19 de marzo de 2003, con el anuncio de George W. Bush del inicio de unas “operaciones militares para desarmar a Irak, liberar a su pueblo y defender al mundo”, Estados Unidos lanzó la invasión de Irak, el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein, el inicio de una ocupación que duraría más de ocho años y un torbellino de destrucción y desestabilización que aún tiene profundos efectos en la región y en el mundo.

Según Bush y su régimen, el objetivo principal era destruir las armas de destrucción masiva en poder de Irak. Veinte años después no ha habido ni una sola prueba de tales armas, pero sí fue evidente que esto no fue más que una descarada mentira para justificar una guerra por imperio.

El desastre y el sufrimiento que la invasión y posterior ocupación de Irak ocasionaron fue monumental. Según Iraq Body Count, unos 7.415 civiles iraquíes murieron durante la fase de invasión de la guerra en marzo y abril, y entre 186,736 – 210,090 civiles han muerto de manera violenta desde el inicio de la invasión. Miles de iraquies fueron torturados por Estados Unidos en cárceles como Abu Ghraib o Guantánamo y más de 9 millones de iraquies se han visto forzados a migrar tanto internamente como fuera de Irak. La situación social y política actual tanto de Irak como de todo el Medio Oriente se ha enturbiado aún más y tanto la guerra civil en Siria con la consecuente crisis humanitaria, el fortalecimiento de Irán como potencia regional y el ascenso del talibán en Afganistán, están estrechamente relacionadas con la situación generada a partir de la invasión de Irak de 2003.

Para conocer más sobre este crimen, visite: Crimen Yanqui Caso # 70: “Operación Libertad Iraquí” de 2003 en revcom.us

55 años de la masacre de Mỹ Lai en Vietnam

Masacre de Mỹ Lai cometida por Estados Unidos en Vietnam el 16 de marzo de 1968.

En medio de la genocida guerra de Estados Unidos contra Vietnam en la que murieron millones de vietnamitas, en la mañana del 16 de marzo de 1968, hace 55 años, unidades militares del ejército estadounidense entraron a la aldea Mỹ Lai y asesinaron entre 347 y 504 personas, incluyendo a hombres, mujeres, niños y bebés. Muchas de las mujeres fueron víctimas de violaciones tumultuarias y mutilaciones por parte de los soldados yanquis, incluyendo niñas de hasta 12 años de edad. El ejército estadounidense describió Mỹ Lai como una victoria: “Soldados de la infantería de Estados Unidos dieron de baja a 128 comunistas en una batalla sangrienta que duró todo un día”

Tal como se menciona en el caso de la serie crimen yanqui publicada por revcom.us sobre esta matanza:

«My Lai no fue un incidente aislado. Fue una concentración de la manera en que Estados Unidos libró la guerra de Vietnam. […]El asesinato en masa del pueblo vietnamita era la política, la doctrina militar, de la guerra que Estados Unidos libró en Vietnam, como documenta [Nick ]Turse en su libro [Kill Anything That Moves, The Real American War in Vietnam]. Turse cita a un soldado que dijo que My Lai fue “una operación, no una aberración”.»

Para conocer más sobre este crimen, visite: Crimen Yanqui Caso # 96: Vietnam, 16 de marzo de 1968 — la masacre de My Lai en revcom.us

54 años de los bombardeos en Camboya

El 18 de marzo de 1969, hace 54 años, 60 aviones yanquis B-52 arrojaron cientos de bombas contra Camboya, país contiguo a Vietnam, en la llamada “operación menú”. Bombardeos que continuarían por meses y que causarían no solo miles de muertes, sino la destrucción de la economía y la vida agrícola en Camboya. Como se relata en el caso de este crimen yanqui publicado por revcom.us:

«Se calcula que, como resultado directo de los bombardeos, murieron entre 100.000 y 600.000 personas, principalmente civiles. Es probable que, durante este tiempo, cientos de miles más murieran debido al desplazamiento, enfermedades y hambruna. Más de 2 millones de personas, el 25% de la población, fue expulsada del campo. Todo lo cual creó una enorme crisis de refugiados y de escasez de alimentos, albergues y otras necesidades básicas que perduró mucho después de la cesación de los bombardeos yanquis en agosto 1973.»

Los bombardeos fueron una táctica muy usada por Estados Unidos en la guerra de Vietnam, Laos y Camboya, incluyendo el uso extensivo de “agente naranja” y Napalm, horrendas armas químicas que causaron incineraciones, mutilaciones, deformaciones y muerte de miles de personas en estos países.

«Entre marzo de 1969 y agosto de 1973, Estados Unidos descargó por lo menos medio millón de toneladas de bombas sobre Camboya (unos calculan entre 2,5 y 2,7 millones de toneladas), lo que incluía el napalm, una gelatina de gasolina que se pega al cuerpo y quema —literalmente fríe— la piel. Además, Estados Unidos descargó bombas de racimo. Una sola bomba de racimo disemina docenas, hasta cientos, de proyectiles sobre un área, a veces del tamaño de una cancha de fútbol, y hace trizas a sus víctimas, cortando miembros, órganos, torsos y cabezas. Una estimación hecha por las fuerzas armadas yanquis calcula que durante 9.500 vuelos sobre Camboya descargaron 87.000 bombas de racimo. Al igual que las víctimas de bombas nucleares, las víctimas del napalm y las bombas de racimo quedan tan física y mentalmente mutiladas, el sustento de vida y la vida misma destruida, que los sobrevivientes dicen que envidian a los muertos.»

Conozca más sobre este crimen en Crimen Yanqui Caso #47: El bombardeo de Camboya de 1969 a 1973

Estados Unidos: El criminal no. 1 entre los peores criminales de la historia: los imperialistas

Estados Unidos no es solo responsable de estos horrendos crímenes, sino de incontables atrocidades durante toda su historia. Sí, Estados Unidos no es el único responsable de crímenes por imperio, otras potencias imperialistas como Rusia están cometiendo incluso ahora horrendos crímenes en la guerra de Ucrania y han cometido otra serie de horrores, pero ninguno supera lo que Estados Unidos ha hecho en el mundo, entre estos gánsters imperialistas, Estados Unidos sigue siendo el criminal N.º 1.

Si no lo cree… Vea la serie de revcom.us Crimen Yanqui, donde se recogen solo 100 de los peores crímenes que ha cometido o ayudado a cometer el imperialismo estadounidense.

Conozca la serie completa en español en revcom.us

Reportaje sobre una Exposición basada en la serie Crimen Yanqui presentada durante una semana en la Universidad del Cauca en la ciudad de Popayán en 2018 (la Exposición decenas de veces en diferentes ciudades de Colombia en los últimos años)

Referencias

1 Hace pocos días Joe Biden aprobó un gigantesco proyecto de exploración petrolera en Alaska, que generará hasta 278 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente durante su vida útil de 30 años. Las grandes petroleras obtuvieron unas ganancias récord en su historia, al duplicar las utilidades en 2022 respecto al año anterior.

2 Capitalista-imperialista en los hechos, pero socialista solo de nombre desde mediados de la década de 1950 cuando se comenzó a restaurar el capitalismo.

3 Véase, Raymond Lotta, “El parasitismo imperialista y la recomposición social y de clases en Estados Unidos de los años 1970 al presente: Una exploración de las tendencias y los cambios”, revcom.us

4 La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una alianza militar establecida desde 1949 que se creó con el fin de crear un bloque con Estados Unidos a la cabeza para hacer frente a la entonces Unión Soviética, hoy Rusia. De esta alianza hacen parte 28 países europeos, Canadá y Estados Unidos.

5 Una tercera guerra mundial e idioteces peligrosas. Bob Avakian. 6 de mayo de 2022.

6Mensaje de los Revcom con motivo del primer aniversario de la guerra en Ucrania“, revcom.us