Las fallas sísmicas en la sociedad y la posibilidad de hacer real el potencial de la revolución

22 de mayo de 2022| Alborada Comunista | https://comrev.co

En medio de la guerra interimperialista, entre Rusia y OTAN-EEUU a través de Ucrania (con otras guerras también mediante “proxys” o sustitutos, como en Yemen), y tras dos años de pandemia, la situación mundial está muy aguda. Se acelera además el ritmo de los desastres naturales, agravado por la destrucción desaforada e innecesaria del medio ambiente causada por el capitalismo, y que casi inevitablemente provocarán más desplazamientos, sufrimiento, negligencia, represión y crisis. Y en Estados Unidos se están echando atrás logros de las luchas de las mujeres como el derecho al aborto.

La situación en Colombia no está menos aguda, en particular, tras el estallido popular de mayo-junio de 2021, cuando aparentemente “de la nada” el 28 de abril (28-A) irrumpió una masiva lucha y sectores importantes del pueblo que tuvieron que enfrentar la ferocidad de la fuerza “pública” y la reacción paraestatal yendo a un nivel más de los levantamientos iniciados en noviembre de 2019; tras los levantamientos de los presos por sus demandas muy básicas de tratamiento humano y reformas, a los que se les ha respondido con masacres como en la nefasta noche de abril de 2020 en la cárcel Modelo de Bogotá; y tras un reaccionario paro armado de los narcoparamilitares a comienzos de mayo, y que el Estado dejó hacer y dejó pasar… y en pleno año electoral en que por primera vez puede entrar a gobernar una fuerza política por fuera de la oligarquía tradicional. Con todo esto, existe el potencial de que se “rompa la rutina” de una u otra forma, tanto “allá” como aquí, incluso en una dirección positiva para la humanidad.

Hervideros de contradicciones[1]

Por un lado, están las masas populares —sobre todo los jóvenes y las minorías— que padecen toda una cadena de opresión y abusos y quienes muchas veces están decididas a trazar una raya de “hasta aquí”, junto con aquellos de diversos sectores sociales que tomen partido con poner FIN a todo tipo de oprobio: la degradación, deshumanización y subyugación patriarcal de las mujeres y toda la opresión basada en la orientación sexual o de género; el empobrecimiento, el desempleo y la degradación moral e intelectual de la gente; la guerra contra el pueblo, las masacres, el desplazamiento forzado y la criminalización de los jóvenes; la discriminación y opresión de pueblos indígenas y negros y todo tipo de racismo y xenofobia; el sofocamiento y persecución al disentimiento y el pensamiento crítico y científico, y la promoción de todo tipo de superstición; la dominación del imperialismo, la dependencia alimentaria y las guerras por imperio; y la degradación y destrucción del medio ambiente.

Por otro lado, están aquellos, incluidos sectores de las masas populares, que defienden toda la mentalidad supremacista masculina, la mentalidad racista, la mentalidad de colonizados, las grandes brechas de ingresos, los privilegios (y la opresión) de clase, la explotación, y todo el orden existente (basado en esta); junto con la policía y las fuerzas militares (y paramilitares), los fundamentalistas religiosos; y el propio sistema de “justicia” que deja pasar todo tipo de oprobios contra el pueblo y trata a las masas populares, en especial a los jóvenes, como delincuentes.

De una u otra manera, lo que resulte de esta confrontación determinará para toda la sociedad lo que se tolerará… y lo que no, si el sacrificio de muchos jóvenes se conecta con millones de personas y obliga al estado a dar marcha atrás en algunas medidas y políticas (dando alivios relativos y temporales)… tendrá también enormes consecuencias.

Todas estas importantes grietas políticas y sociales, algunas de las cuales quizá no se vean tanto en estos momentos, y cualquiera de estas situaciones en sí, cualquier combinación de éstas o incluso algo completamente imprevisto podría conducir a lo que describe la declaración del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, en “Sobre la estrategia para la revolución” (que contiene elementos universalmente aplicables), como “sacudidas y fallas repentinas en el ‘funcionamiento normal’ de la sociedad, que estimulan a muchas personas a cuestionar y resistir lo que suelen aceptar”.

Esa declaración sobre la estrategia para la revolución agrega algo muy importante: “Nadie puede decir de antemano exactamente qué va a pasar en estas situaciones —qué tan profunda la crisis pueda llegar a ser, de qué maneras y en qué medida podría plantear desafíos para el sistema en su conjunto y en qué medida y de qué maneras podría suscitar el descontento y la rebelión entre las personas que en tiempos normales se dejan llevar por lo que hace este sistema o se sienten incapaces de ponerse de pie en su contra”.

Pero, como señalan con tino los comunistas revolucionarios en Estados Unidos, y a pesar de que Colombia es un país de un tipo diferente, “lo que nosotros sí podemos decir es que lo que un movimiento para la revolución haga en tal situación así como en los ‘tiempos normales’ de los cuales tales situaciones irrumpan, podrá tener un poderoso efecto positivo. Lo contrario también es cierto: si no existe un movimiento para la revolución o si ese movimiento no analiza la realidad de modo que identifique correctamente la posibilidad y el surgimiento de tales sacudidas o no maximice el potencial de que tales sacudidas aceleren el desarrollo de una revolución en cualquier punto sobre el camino… eso podría tener un poderoso efecto negativo. Eso es lo que está en juego”.

La necesidad e importancia de un movimiento para la revolución

Esta situación —la marcha de los acontecimientos en el mundo, la dinámica que impulsa y engendra dichos acontecimientos y el potencial en tales acontecimientos de desarrollarse en muchas diferentes direcciones, entre ellas las direcciones favorables para una revolución— constituye la realidad. Ésta es la situación que enfrenta el movimiento para la revolución (un elemento clave de la estrategia en todo tipo de países) que tiene que construirse permanentemente y que en Colombia los comunistas revolucionarios estamos forjando en medio de altibajos.

Desde YA, conectándonos con las masas en calidad de auténtica vanguardia, y luchando contra el “realismo determinista” (un enfoque pasivo acerca de la realidad objetiva que no capta cómo afectar y transformar las condiciones objetivas), NOSOTROS podríamos acelerar específicamente el desarrollo de una situación en la cual cientos, luego miles y luego millones de personas estuvieran dispuestas a luchar y hacer sacrificios por una revolución y en la cual estas estuvieran preparadas para ganar tal revolución. El trabajo de este calibre, sin dejar de lado las diferencias entre los países, puede ser y tiene que ser parte de lo que la declaración “Sobre la estrategia para la revolución” plantea:

Todo eso puede capacitar al movimiento revolucionario, con el Partido al centro, para enfrentar y superar los obstáculos muy reales en el camino… para avanzar y crecer mediante el trabajo constante, y mediante una serie de saltos críticos en los tiempos de sacudidas y rupturas repentinas con la “rutina normal”… para preparar el terreno y acumular fuerzas para la revolución (en medio de la lucha contra el sistema) — y tener una oportunidad seria de ganar. De esta manera, es posible atraer y orientar, organizar y capacitar de una forma revolucionaria a miles de personas, a la vez que empezar a llegarles e influenciar a millones más, aun antes de que se dé una situación revolucionaria… y luego, cuando se dé una situación revolucionaria, esos miles pueden ser una columna vertebral y fuerza fundamental para ganar a millones de personas a la revolución y para organizarlas en la lucha para llevar a cabo la revolución hasta el final.

La construcción del movimiento para la revolución bajo la dirección del partido hace parte de la orientación estratégica por alcanzar el tipo de transformación social radical que está condensado en “Las cuatro todas” y en “Las dos rupturas radicales”. “Las cuatro todas” se refieren a “La abolición de todas las diferencias de clase, de todas las relaciones de producción en las que éstas descansan, de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción y la revolucionarización de todas las ideas que corresponden a esas relaciones sociales. Y “Las dos rupturas radicales” son: la ruptura radical con las relaciones de propiedad tradicional y la ruptura radical con las ideas tradicionales. Hay un vínculo profundo entre la principal lección de la revolución cultural china (el hito más avanzado, hasta ahora, en la transformación revolucionaria de la sociedad para abolir todo tipo de opresión y explotación) y la necesidad de construir un movimiento para la revolución.

No es posible lograr el tipo de transformación radical contenido en “Las cuatro todas” y en “Las dos rupturas radicales” sin transformar la forma de pensar de la gente (no centrando en qué piensa la gente, sino especialmente en cómo piensa la gente). Una sociedad que, basándose en el pensamiento científico y crítico, deje atrás la superstición y los modos de pensar religiosos, que deje atrás el individualismo y la pútrida cultura del “primero yo”, que ponga los mayores esfuerzos humanos en superar las profundas heridas que ha causado siglos de dominación de clase, no será un subproducto automático de un cambio en las relaciones de producción en algún momento futuro. Esta debe ser una fiera lucha consciente a la par que se dirige al pueblo a conquistar su emancipación y a transformar las relaciones de producción, y es imprescindible que haga parte de la orientación estratégica desde ya en la construcción del movimiento para la revolución, en medio de luchar contra el sistema en torno a todas y cada una de las fallas sísmicas o concentraciones de contradicciones de la sociedad.

Esta es la única manera real en que se puede poner fin a la degradación, deshumanización y subyugación patriarcal de las mujeres y toda la opresión basada en la orientación sexual o de género; poner fin al empobrecimiento, el desempleo y la degradación moral e intelectual de la gente; poner fin a la guerra contra el pueblo, las masacres, el desplazamiento forzado y la criminalización de los jóvenes; poner fin a la discriminación y opresión de pueblos indígenas y negros y a todo tipo de racismo y xenofobia; poner fin al sofocamiento y persecución al disentimiento y el pensamiento crítico y científico, y la promoción de todo tipo de superstición; poner fin a la degradación y destrucción del medio ambiente; poner fin a la dominación del imperialismo, la dependencia alimentaria y las guerras por imperio… y es la única manera real en que se puede crear una nueva sociedad bajo un modo de producción completamente diferente que no se base en la explotación.

El factor dinámico y punta de lanza en particular en estos momentos iniciales del movimiento para la revolución es proyectar mucho más poderosamente en la sociedad el liderato que tenemos (concentrado en el GCR) y en especial el análisis (y el método y enfoque) que Bob Avakian (BA) ha desarrollado sobre la revolución y la nueva síntesis del comunismo. Además, es necesario que cada vez más personas sean parte organizada (como parte de la cadena de conocimiento y de mando) de los planes generales en marcha participando (incluyendo el recolectar los muchos recursos necesarios) en uno o más de los planes específicos alrededor de cada una de las grietas que se trazan cuando se agudizan. Todos estos planes, en su conjunto, se proponen cumplir con el objetivo planteado por BA:

“AHORA ESTE MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN TIENE QUE CONVERTIRSE EN UNA FUERZA REAL, QUE AFECTE E INFLUENCIE PODEROSAMENTE A TODA LA SOCIEDAD… atrayendo e incorporando a un creciente número de aquellos que este sistema ha desechado y echado abajo, quienes deben y pueden ser la fuerza motriz de la lucha para eliminar no sólo su propia opresión sino toda la opresión en todo el mundo… atrayendo e incorporando a muchas personas más, de toda condición social, quienes se han inspirado para unirse a esta misma causa… preparando mentes y organizando fuerzas, Luchando contra el Sistema, y Transformando al Pueblo, para la REVOLUCIÓN — NADA MENOS”.[2]

A medida que las personas empiecen a participar, es necesario organizarlas (o contactarlas con los organizadores) —en actividades de diversos tipos, desde formas y organizaciones muy básicas, hasta en la estructura alrededor de la organización partidaria; y aquellos que logren la conciencia y convicción de la necesidad de una revolución comunista y empiecen a considerarse como emancipadores de la humanidad, tienen que ingresar de hecho a la organización que está construyendo el partido verdaderamente comunista y verdaderamente revolucionario, el instrumento imprescindible para hacer una verdadera revolución.

No podemos hacer nada de esto sin la teoría revolucionaria, la ciencia del nuevo comunismo, nuestra manera de conocer la realidad. Los planes mismos se trazan a partir de aplicar la teoría en nuestra propia práctica, y además a partir de las observaciones y descubrimientos de otras personas, de sacar lecciones, y, sobre tal base, de forjar políticas y planes sobre la manera de transformar el mundo. Para elevar las miras de las personas y cambiar su manera de pensar y sentir sobre las cosas, a la vez que empiecen a participar en la lucha contra el sistema, la teoría es esencial. Tenemos que llevar lo que estamos aprendiendo sobre la realidad mediante esta práctica y hacer un balance de eso, utilizando nuestra teoría, seguir desarrollando un análisis científico de la realidad a fin de avanzar el movimiento para la revolución.

En este proceso general de luchar contra el sistema y transformar al pueblo, para la revolución, presentamos a miles de personas (y más) el movimiento, la visión comunista de un mundo radicalmente diferente y la manera científica general de conocer y cambiar el mundo. Le mostraremos a la gente POR QUÉ se dan las cosas: los acontecimientos importantes y su contenido y motivos. Mostraremos a la gente QUÉ está haciendo el movimiento para la revolución en respuesta a todo eso, CUÁLES son las lecciones que deben sacarse y LAS FORMAS en que pueden participar en el mismo, incluyendo el capacitarlas para ver sus propias contribuciones e impacto. Les presentaremos a las personas lo que logró la primera ola de revoluciones comunistas —poniendo las cosas en claro, desenmascarando las mentiras y calumnias al respecto— y presentaremos la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian acerca de lo que se podría hacer en la siguiente ola.

Así, cobra todo el sentido hacer nuestro el llamado de la declaración “Sobre la estrategia para la revolución”:

“Para aquellos que han anhelado un mundo completamente diferente, que han soñado con ese mundo, sin la locura y el tormento de lo que este sistema trae todos los días… aquellos que se han atrevido a tener la esperanza de que ese mundo podría ser posible… y aun aquellos que, hasta ahora, quisieran ver esto pero han aceptado que jamás podría suceder…, existe un lugar y papel, una necesidad y mecanismo, para que miles de personas ahora y con el tiempo millones contribuyan a la construcción de este movimiento para la revolución, de muchas maneras diferentes, grandes y pequeñas — con ideas y con participación práctica, con apoyo y con preguntas y críticas. Reúnanse con nuestro Partido, aprendan más sobre este movimiento y sean parte de éste a la vez que aprendan, actuando en unidad con otras personas en este país, y en todo el mundo, teniendo en la mira la meta que es un gran reto, pero es enormemente inspiradora y liberadora —y sí, posible— de emancipar a toda la humanidad mediante la revolución y de avanzar hacia un mundo comunista, libre de explotación y opresión.”

Es eso, y nada menos, lo que tiene que imbuir y guiar todo lo que hacemos este año.

Grupo Comunista Revolucionario, Colombia. 22 de mayo de 2022.

Notas:
  1. Varios planteamientos aquí se han basado en el artículo “Un verano de grandes retos y lucha intensa”, periódico Revolución # 307, 16 de junio de 2013.

  2. Bob Avakian, “Un punto fundamental de orientación, enfoque y objetivo”, disponible en: revcom.us/a/299/avakian-un-punto-fundamental-de-orientacion-es.html