Nota de los editores — 2 de septiembre de 2014

Con motivo de la publicación de ¿Comunismo o nacionalismo?, una polémica de la Organización Comunista Revolucionaria, México

En julio de 2013, Ajith, secretario de lo que entonces era el PCI(ml) Naxalbari[1], un partido maoísta indio, publicó una polémica titulada “Contra el avakianismo”, en Naxalbari[2], la revista teórica del partido.

“Avakianismo” hace referencia a la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian, según la peyorativa tergiversación de Ajith. La polémica de Ajith es un intento de refutación y rechazo total al avance en la ciencia del comunismo que la nueva síntesis representa. Ajith dice librar su polémica desde una presumible, en sus propias palabras, posición maoísta (calificada en la polémica y en la revista Naxalbari como “MLM” o marxista-leninista-maoísta).

Ajith alega que la nueva síntesis del comunismo de Avakian es “liquidacionista y revisionista”. Hace un llamado a rechazarla como “un paso urgente y necesario que se debe dar inmediatamente aunque reservándose la responsabilidad de un análisis y una refutación rigurosos a conveniencia”, para citar las palabras de la editorial de Naxalbari que presenta la polémica de Ajith. En otras palabras, rechazar primero, analizar después, especialmente “cuando”, como prosigue el mismo editorial de Naxalbari, “se declara que se debe reemplazar el MLM con el avakianismo”[3].

Demarcaciones, acorde con nuestra declarada misión —“la confrontación polémica de la nueva síntesis con otras concepciones y enfoques del ‘problema’ de la opresión y explotación de la humanidad… y su solución a ‘¿qué hacer?’ para hacer la revolución y emancipar a la humanidad.”— solicitó y recibió varias propuestas borrador de respuestas que polemizan con el artículo de Ajith.

Nos complace mucho anunciar la publicación de una contribución de la Organización Comunista Revolucionaria, México (OCR, México) titulada ¿Comunismo o nacionalismo? Esta polémica pone en evidencia el nacionalismo que permea los ataques de Ajith a un componente crucial de la nueva síntesis del comunismo: el internacionalismo. Avakian no sólo ha defendido sino que ha profundizado la comprensión del internacionalismo proletario. En particular, ha conceptualizado profundamente la relación entre la arena mundial y la revolución en un país específico, y las tareas de los comunistas tanto en los países imperialistas como en las naciones oprimidas.

Si bien Lenin sentó las bases del internacionalismo en la época del imperialismo, desde entonces la experiencia histórica de las revoluciones comunistas ha estado marcada, de forma secundaria pero significativa, por alejarse de este enfoque. La nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian representa un verdadero avance en la comprensión del internacionalismo desde la época de Lenin. La OCR, México la adopta, la aplica y le da vida en esta polémica.

Las polémicas importan porque las ideas importan. A este respecto, una declaración atribuida a Chang Chun-chiao, uno de los líderes revolucionarios de la Gran Revolución Cultural Proletaria en China y parte de la peyorativamente llamada “banda de los cuatro”, es muy pertinente: “La teoría es el factor dinámico en la ideología” en cambiar cómo la gente enfoca, entiende, y ve el mundo. La gente aprende teoría no sólo estudiando directamente la ciencia del comunismo, sino también observando e involucrándose en la contienda entre diferentes líneas e ideas formuladas. Es por medio de esta intensa contienda que la gente profundiza su comprensión y entendimiento de la teoría, elevando su habilidad para comparar y contrastar líneas opuestas, y aprende mejor cómo demarcar lo correcto de lo erróneo… lo que llevará a la emancipación de lo que no llevará a ésta.

Si bien este debate se ha originado en el movimiento comunista internacional —especialmente el movimiento maoísta que se desarrolló en la época de la Revolución Cultural a mediados de la década de 1960 y se expandió por todo el mundo—, las cuestiones que se debaten tienen implicaciones amplias y urgentes.

El mundo está convulsionado, “un periodo de transición con el potencial de una gran agitación”[4]. En una época en que el planeta está en peligro y se intensifican los horrores para miles de millones de la humanidad, y en una época caracterizada por levantamientos periódicos y duraderas rebeliones —se plantea objetivamente la pregunta del momento: ¿existe una solución a toda esta locura?

Con la pregonada “muerte del comunismo” y el predominio de los universalismos al estilo de la democracia burguesa occidental y el fundamentalismo religioso, muy pocos piensan que un mundo radicalmente diferente es posible, deseable y viable. Pero existe una alternativa real al capitalismo-imperialismo. ¿Qué visión se tiene de esa alternativa, y cómo lograrla? Es esto —en un marco que es materialista, visionario y concreto— lo que la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian aborda y a lo que responde. Y es eso precisamente lo que Ajith ataca. Este debate es un debate urgente, e involucra enfoques radicalmente diferentes hacia conocer y cambiar el mundo.

Aunque la gente se levante, luche o se rebele justamente contra el régimen opresivo, la cuestión decisiva es en últimas: ¿qué guía todo esto, con qué perspectiva está luchando la gente, y a dónde lleva todo esto? De hecho, para buena parte del movimiento comunista, la mayor parte del tiempo, estas cuestiones del comunismo y de la transición socialista, por paradójico que pueda parecer, son tomadas más como “ojos que no ven, corazón que no siente” —mientras que los activistas en el movimiento, incluyendo revolucionarios con las intenciones más sinceras y los más grandes sacrificios, están ocupados haciendo otra cosa. Esta “otra cosa” por lo general tiene poca conexión, incluso en las propias ideas y concepción de la gente —y ni hablar del impacto real—, con el esfuerzo general por crear un sistema social completamente diferente. Simplemente “machacando en lo mismo” como dice la canción [“keep on keeping on”].

Mediante este proceso de polémicas y de comparar-y-contrastar sobre el “problema/solución”, en Demarcaciones apuntamos a involucrar a una más amplia audiencia —todos los que buscan un mundo mejor— en una más profunda comprensión y compromiso con el comunismo, como una ciencia critica, revolucionaria, y viva, y su expresión más avanzada en la nueva síntesis.

Una cuestión decisiva para la emancipación de la humanidad es el método y enfoque hacia la realidad y su transformación. Lo que quedará claro con estas polémicas —y buscamos trazar un hilo conductor consistente— es que aquí hay dos enfoques y dos paquetes radicalmente diferentes en contienda: la emancipadora nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian versus lo que concentra Ajith.

“Según lo expresó Bob Avakian, el comunismo es una filosofía integral y una teoría política y a su vez es una ciencia viva y crítica en continuo desarrollo. No es una suma cuantitativa de las ideas de los individuos que han jugado un papel dirigente en su desarrollo (ni siquiera es cierto que las ideas, políticas o tácticas específicas adoptadas por ellos no hayan tenido errores). La ideología comunista es una síntesis del desarrollo y sobre todo los grandes avances cualitativos que ha desarrollado la teoría comunista desde que la descubrió Marx hasta el presente.”[5]. (de El comunismo como una ciencia, apéndice de la Constitución del PCR, EU)

Un método y enfoque científico busca comprender, al nivel más profundo, por qué las cosas son como son y cómo se desarrollan, buscando las causas en el mundo material y con pruebas, y aplicar eso a la realidad y su transformación. Cambiar radicalmente el mundo, en función de los intereses fundamentales de la inmensa mayoría de la humanidad, los miles de millones que están en la miseria y la desesperación, requiere teoría revolucionaria basada en un método y enfoque científico y en una continua dialéctica de teoría-práctica-teoría.

En oposición a este enfoque científico integral y vivo hacia el comunismo, siempre ha habido dentro del movimiento comunista internacional una tendencia secundaria hacia el dogmatismo y la religiosidad, una tendencia a reducir el comunismo —incluyendo los grandes avances representados por Marx, Lenin y Mao— a un “conjunto de preceptos” o incluso a unos textos sagrados. Esta cuasi-religiosidad incluye un enfoque teleológico hacia la Historia (con H mayúscula, con un propósito, que lleva a una meta predestinada) y una “creencia” en la “inevitabilidad” del comunismo, en vez de un enfoque materialista histórico rigurosamente científico.

Profundamente contrario al espíritu y contenido del comunismo, que representa una ruptura radical con todos los puntos de vistas religiosos, este paquete, que Ajith concentra, necesariamente va acompañado de pragmatismo en la práctica, dejándose llevar por “lo que funciona” y produce “resultados inmediatos”. En vez de confrontar científicamente los grandes retos que enfrenta la revolución comunista en esta coyuntura histórica, tenemos un repliegue hacia el dogmatismo, la religiosidad y el pragmatismo.

Lo que está en juego está nítidamente grabado: ¿qué tipo de movimiento comunista internacional habrá, uno arraigado en la ciencia y que parte del mundo tal como es, o uno que parte de “narrativas” que acomodan a la fuerza la realidad a un tranquilizador sistema de creencias? Para comprenderlo mejor y ponerlo en contexto, regresemos al momento histórico que viene definiendo este debate.

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El momento histórico: El fin de una etapa, el comienzo de una nueva etapa de la revolución comunista

El momento histórico se explica mejor como “el fin de una etapa, el comienzo de una nueva etapa” de la revolución comunista.

Marx, junto con Engels, forjó un gran avance en el enfoque y comprensión científicos de la sociedad —y con eso, la posibilidad de trasformar un mundo de opresión y explotación en uno radicalmente diferente más allá de las “cuatro todas”—, es decir, más allá de todas las clases, todas las relaciones de producción explotadoras subyacentes, todas las relaciones sociales y antagonismos opresivas, y todas las ideas tradicionales que les corresponden.

Esta transición hacia un mundo comunista ha tenido dos manifestaciones importantísimas y a gran escala en la primera ola de revoluciones y sociedades socialistas: primero, la Revolución de Octubre en Rusia en 1917; y luego avanzando más y dando otro salto, la Revolución China de 1949, en particular la Revolución Cultural de 1966-1976. Esta primera ola, que comenzó con la efímera Comuna de Paris de 1871, llegó a su fin en 1976 con el derrocamiento del socialismo y la restauración del dominio capitalista en China, unos 20 años después del derrocamiento del poder proletario en la Unión Soviética en la década de 1950 luego de la muerte de Stalin.

Esta primera ola de sociedades socialistas en la Unión Soviética (1917-1956) y China (1949-1976) constituyó un inspirador avance histórico sin precedentes en la liberación de la humanidad. Al mismo tiempo, y como era de esperar, esta primera ola estuvo marcada de forma secundaria por limitaciones y errores.

¿Qué llevó a estos reveses y a la restauración del capitalismo tanto en la Unión Soviética como en China? ¿Cómo abordamos y sintetizamos científicamente las lecciones y el legado de esas revoluciones? ¿Qué sacamos de la rica experiencia en ejercer el poder estatal hacia la transición al comunismo? ¿La revolución comunista y el poder proletario son todavía necesarios, posibles, viables y deseables? ¿Cuál es el marco teórico para avanzar?

El enfoque de el “fin de una etapa” y de estos interrogantes (que se plantean objetivamente por el hecho de que esta primera ola llegó a su fin), ha dividido al movimiento comunista internacional.

Contrario a lo que considera Ajith, para quien estos interrogantes no merecen que se tengan en cuenta seriamente, ni siquiera que se mencionen, estos son interrogantes histórico-mundiales que —junto con la experiencia de forjar y dirigir el proceso de hacer la revolución en Estados Unidos— han animado el trabajo de Bob Avakian y le han dado forma durante las últimas tres décadas a lo que se ha forjado como la nueva síntesis del comunismo. Ésta representa no sólo la síntesis de la teoría y la experiencia comunistas desde la fundación del comunismo hasta hoy. La nueva síntesis del comunismo de Avakian también incorpora la comprensión que se extrae de los desarrollos y avances en los diversos campos intelectual, científico, y artístico más ampliamente, así como un enfoque científico hacia los importantes cambios que han tenido lugar en el mundo.

Esta nueva síntesis no es juntar lo “mejor de la experiencia previa” y las críticas a estas experiencias. Al contrario, como expresa El comunismo: el comienzo de una nueva etapa, un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, la nueva síntesis “es avanzar sobre la base de todo lo que ha pasado antes, en la teoría y en la práctica, sacarle las lecciones positivas y negativas y elevarlo a un nivel superior y nuevo de síntesis”.[6]

En términos de filosofía y método, la nueva síntesis pone el comunismo aún más completa y firmemente sobre una base científica. Profundiza la comprensión de la base material del internacionalismo y por qué en últimas y en un sentido general, la arena mundial es más decisiva, inclusive en términos de la revolución en un país particular. Sobre el carácter de la dictadura del proletariado, Avakian ha planteado un modelo de socialismo reconceptualizado como una sociedad vibrante y dinámica —caracterizada por un gran fermento, disentimiento, experimentación e iniciativa— que es también una transición revolucionaria al comunismo. La nueva síntesis también abarca un avance en el enfoque estratégico para la revolución en el mundo de hoy, en particular una orientación para hacer la revolución en los países imperialistas como Estados Unidos.

Como señala el manifiesto El comunismo: el comienzo de una nueva etapa, la nueva síntesis de Bob Avakian objetivamente se levanta en oposición a dos concepciones opuestas en apariencia pero que en realidad forman una especie de imágenes en el espejo una de otra que han surgido entre los que se consideran o alguna vez se consideraron comunistas, en respuesta a la derrota de la primera ola.

La primera concepción se aferra acríticamente, de manera dogmática y religiosa, a la teoría y experiencia socialista anterior —alineándose contra un enfoque científico hacia la síntesis histórica del pasado, y contra el avance de la teoría comunista. Esta posición dogmática, a menudo acompañada de un craso nacionalismo opuesto al comunismo, es frágil y a menudo da la voltereta a una más abierta democracia burguesa.

La segunda se cree el veredicto de la burguesía de que las sociedades socialistas en la Unión Soviética y China en el siglo xx eran fundamentalmente defectuosas y opresivas —marcadas por la “totalitaria”, “burocrática” y antidemocrática “dictadura del partido”. Entrelazada con esto está la adopción total del pragmatismo y el empirismo, el culto a la democracia burguesa, sea explícitamente o en la forma de “nuevas” ideas (como Ajith y su adopción de elementos clave del “posmodernismo”).

A partir de la década de 1970, ha habido un reflujo a nivel mundial de las luchas revolucionarias y de liberación nacional que le ha dado fuerza a estas tendencias… como lo ha hecho el implacable ataque ideológico imperialista-burgués a la experiencia comunista.

Como podemos ver en las polémicas que estamos publicando, o que pronto serán publicadas, el “paquete” de Ajith es una desafortunada amalgama ecléctica[7] de comunismo con estas “imágenes en el espejo” (dogmatismo por un lado y democracia burguesa por el otro) —todo bajo el mote de maoísmo.

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Un punto de aclaración sobre el paquete de Ajith, la nueva síntesis y el maoísmo— uno se divide en dos

En mayo de 2012, el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (PCR) publicó una carta a los partidos y organizaciones participantes del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), la agrupación internacional creada en 1984 como “centro embrionario del movimiento maoísta mundial”. Esta carta, que expresa la comprensión del PCR del contenido, los orígenes, y la historia de la lucha de dos líneas que se estaba desarrollando en el movimiento comunista internacional señalaba: “la crisis del MRI y del movimiento comunista internacional más en general surgió debido a que la concepción sobre la que estaba basado el movimiento, que hemos llamado marxismo-leninismo-maoísmo, se ‘divide en dos’ su núcleo revolucionario, correcto y científico que a la vez que es validado está avanzando a nuevos niveles; los errores que se han identificado en política y teoría que aunque secundarios son reales y perjudiciales y se puede y se necesita combatirlos como parte de dar el salto que se requiere”[8].

Sólo en este sentido, el artículo de Ajith Contra el avakianismo sirve a un propósito útil en la actual lucha de dos líneas en el movimiento comunista internacional. Como se demostrará mediante las polémicas, lo que Ajith defiende es una expresión sumamente concentrada, y una salva, de esta tendencia a tomar esos errores “aunque secundarios… reales y peligrosos” en método y concepción, sistematizarlos y elevarlos al nivel de línea política general.

Esta alquimia se disfraza de “maoísmo”. De hecho es un cascarón vacío. Su contenido tiene muy poco en común con lo que Mao principal y fundamentalmente planteó, representó y defendió. En lugar de eso, lo que Ajith plasma, teoriza y defiende se capta bien en el Manifiesto del PCR,EU, en su caracterización de los rasgos que comparten las tendencias que son como imágenes en el espejo que han desarrollado en lo fundamental su oposición a la nueva síntesis[9]:

“Jamás emprender —ni tomar en cuenta de manera sistemática— un resumen científico de la anterior etapa del movimiento comunista, y en particular el pionero análisis de Mao Tsetung sobre el peligro y las raíces de la restauración capitalista en la sociedad socialista. Por ende, aunque defienden —o quizá en el pasado defendieron— la Revolución Cultural de China, no tienen ninguna concepción profunda o seria sobre por qué se necesitaba la Revolución Cultural y por qué y con cuáles principios y objetivos Mao la inició y la dirigió. En efecto reducen esta Revolución Cultural a otro episodio más del ejercicio de la dictadura del proletariado —o la reinterpretan como una especie de movimiento democrático-burgués ‘contra la burocracia’ que en esencia representa una negación de la necesidad de una vanguardia comunista y su papel dirigente institucionalizado en la sociedad socialista a lo largo de la transición hacia el comunismo”.

“La conocida tendencia a reducir el ‘maoísmo’ a una mera receta para librar la guerra popular en un país del tercer mundo, mientras que una vez más pasan por alto o le restan importancia a la contribución más importante de Mao al comunismo: el desarrollo de la teoría y la línea de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado y todo el rico análisis y el método científico que fundamentaron e hicieron posible que se desarrollaran esa teoría y línea”

“El positivismo, el pragmatismo y el empirismo. Si bien, para repetir, estos pueden asumir distintas expresiones de acuerdo con los diferentes puntos de vista y enfoques erróneos, lo que tienen en común es vulgarizar y degradar la teoría, reducirla a una exclusiva ‘guía para la práctica’ en el sentido más estrecho e inmediato, tratarla en esencia como un producto directo de la práctica específica y tratar de poner en pie de igualdad la práctica avanzada (que en sí, sobre todo de parte de estas personas, encierra un elemento de valoración arbitraria y subjetiva) y la teoría supuestamente avanzada”.

“Un punto de vista dialéctico materialista y comunista científico lleva a entender que la práctica es el punto de origen y de corroboración fundamental de la teoría; pero, a diferencia de estas distorsiones empíricas y estrechas, es importante ver que se trata de la práctica en el sentido amplio, que abarca la amplia experiencia histórica y social y no simplemente la experiencia directa de un individuo, grupo, partido o país específico. Eso lo demuestran de manera poderosa el propio nacimiento y el posterior desarrollo de la teoría comunista en sí: desde los tiempos de Marx, se ha forjado y enriquecido esta teoría a partir de una amplia gama de experiencias, en una amplia gama de campos y a lo largo de una larga trayectoria del desarrollo histórico, en la sociedad y la naturaleza. Lo de la práctica como fuente de la teoría y la máxima ‘la práctica es el criterio de la verdad’ se pueden convertir y se convertirán en una profunda falsedad si se interpretan y se aplican de manera subjetiva, empírica y estrecha”.

Ajith y otros opositores a la nueva síntesis del comunismo se han centrado en un “Mao diferente”: uno con algunos elementos en común con el Mao comunista revolucionario, pero al que le arrancan el corazón científico y materialista. Han convertido en principio el defender, respaldar y hasta convertir en centrales los errores que en Mao sólo fueron deficiencias secundarias —al tiempo que le cargan su propia democracia burguesa, nacionalismo, pragmatismo, y otras desviaciones a este desfigurado Mao.

Tanto la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian como la línea de Ajith representan “desarrollos” de la anterior teoría comunista, aunque en direcciones contrarias. Avakian defiende y se basa en la posición, el punto de vista, y el método fundamentales del marxismo, incluyendo su desarrollado a través del leninismo y el maoísmo, a la vez que identificando y criticando errores secundarios. Mediante este proceso, Avakian ha llevado la ciencia del comunismo a un nivel completamente nuevo. Ajith, por su parte, rechaza la esencia científica del marxismo. Busca reemplazarlo con una ideología cualitativamente diferente, no científica, al tiempo que mantiene ciertas características secundarias y apariencias externas del marxismo.

Con “ancestro común” en el maoísmo, Ajith y Avakian van en direcciones radicalmente diferentes.

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Las polémicas en respuesta a Ajith — un compendio en respuesta a un paquete

El ataque de Ajith a la nueva síntesis de Bob Avakian tiene varios asuntos clave:

●  En la esfera de la epistemología (el campo de la filosofía que lidia con cuestiones del conocimiento, la verdad y cómo se llega a ella): si la verdad es objetiva o depende de la posición social y tiene “carácter de clase”; si el comunismo es una ciencia, una ideología, o ambas; el papel de lo que Ajith califica como “simples sentimientos de clase” en la lucha para hacer la revolución y transformar radicalmente la sociedad; y los avances de Marx en el materialismo histórico, y si “el comunismo es inevitable”.

●  La concepción de Avakian del “núcleo sólido con mucha elasticidad” que lidera el proceso hacia el comunismo, y con respecto a las concepciones pasadas en hacer la revolución y dirigir sociedades socialistas: la naturaleza, el propósito y el carácter de esta transición al comunismo, lo que Marx concibió originalmente como la dictadura del proletariado.

●  El internacionalismo proletario, su base en el mundo de hoy, las tareas de los comunistas en los países imperialistas y en las naciones oprimidas, y la relación entre la arena mundial y la revolución en un país particular.

●  En la esfera de la economía política: ¿las leyes de la acumulación capitalista interactúan con la lucha de clases y establecen el marco para ésta? ¿Cuál es la principal forma de movimiento de la contradicción fundamental del capitalismo —y por qué eso es decisivo para comprender el movimiento y desarrollo de la sociedad humana en esta época, los tipos de cambios que se han dado en el mundo, especialmente durante los últimos 50 años, y el terreno en que se hace la revolución?

●  Adicionalmente, junto con otros asuntos secundarios, hay ataques al papel del PCR, EU en el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), la otrora agrupación internacional de fuerzas maoístas, que incluía tanto al grupo de Ajith como al PCR, EU.

Junto con la polémica de la OCR, México que se publica junto con esta Nota de los editores, hemos publicado anteriormente tres artículos que forman parte de la respuesta polémica a Ajith y su ataque a la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Estos tres artículos abordan diferentes aspectos de contenido y de método y enfoque de la nueva síntesis, y del papel de Bob Avakian en el movimiento comunista internacional. Estos son:

●  Sobre la “fuerza impulsora de la anarquía” y la dinámica del cambio, un agudo debate y urgente polémica: La lucha por un mundo radicalmente diferente y la lucha por un enfoque científico de la realidad, por Raymond Lotta. El ensayo de Lotta no menciona explícitamente a Ajith como objeto y blanco de la polémica teórica, planteando la cuestión de forma más general como una cuestión controversial de la economía política marxista contemporánea. Sin embargo, las cuestiones, el enfoque y la línea de pensamiento acometidos en esta polémica corresponden exactamente al paquete de Ajith, incluyendo los ataques específicos de su último trabajo, Contra el avakianismo.

●  El (nuevo) Partido Comunista de Nepal-Maoísta y la encrucijada que enfrenta el movimiento comunista internacional, por Robert Borba. Esta polémica, en una importante subsección, documenta y analiza la respuesta de Ajith al viraje revisionista dado por el partido maoísta original que dirigió la guerra popular en Nepal de 1996 a 2006, y la falta de una ruptura decisiva con el revisionismo y su continuidad dentro del nuevo partido, el (nuevo) PCN-M —en el contexto de este momento histórico, y la encrucijada que enfrenta el MCI.

●  Carta a los partidos y las organizaciones participantes del Movimiento Revolucionario Internacionalista, Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Esta carta se distribuyó originalmente el 1º de mayo de 2012 a los partidos y organizaciones participantes en el MRI, la agrupación internacional formada en 1984 como el “centro embrionario del movimiento maoísta mundial”. La carta sigue vigente como la refutación esencial a las principales calumnias, distorsiones y desinformación que hace Ajith sobre el papel del PCR en este movimiento. Al sintetizar esta experiencia, la carta del PCR aborda importantes luchas desde el plano superior de la línea ideológica y política, encarnando el énfasis de Mao en lo decisivo de la línea.

En el futuro cercano, Demarcaciones planea publicar una importante respuesta polémica a los ataques de Ajith a la nueva síntesis en la esfera de la epistemología. También estamos considerando artículos sobre la línea de Ajith acerca del papel de la religión y el fundamentalismo religioso; sus ataques omnímodos a las contribuciones históricas de Lenin y su contraposición de Mao contra Lenin; y el ensordecedor silencio de Ajith en Contra el avakianismo sobre la emancipación de la mitad de la humanidad, las mujeres.

En el contexto de esto último, la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian incluye una comprensión más profunda de por qué y cómo la emancipación de la mujer es fundamental y esencial a la revolución comunista, para ir más allá de las “cuatro todas” (a las que nos referimos antes). Se ha publicado un compendio de extractos y artículos pertinentes, A romper con todas las cadenas, Bob Avakian sobre la emancipación de la mujer y la revolución comunista, también disponible en revcom.us. Aquí estamos publicando una selección de este compendio, “La nueva síntesis y la cuestión de la mujer: la emancipación de la mujer y la revolución comunista —más saltos y rupturas radicales”, parte III de Contradicciones todavía sin resolver, fuerzas que impulsan la revolución (2009). Esta importantísima obra analiza críticamente la experiencia histórica de las sociedades socialistas y del movimiento comunista en lo referente a la emancipación de la mujer, y plantea la necesidad y la base para un mayor salto, y una ruptura radical, en la concepción y en la práctica.

Invitamos a enviar correspondencia, propuestas, y artículos sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. ❑

  1.  Una declaración conjunta —Declaración de unificación del PCI (maoísta) y el PCI (ml) Naxalbari: ¡Viva la unificación de los partidos maoístas en India en un solo partido! fechada el 1º de mayo de 2014, anunció que el PCI (ml) Naxalbari se había unido con el Partido Comunista de la India (maoísta), y había dejado de existir como un partido aparte. Si bien esta declaración fue anunciada en sitios web como: <http://icspwindia.wordpress.com/2014/05/10/hail-the-merger-of-the-maoist-parties-in-india-into-a-single-party/> <http://maoistroad.blogspot.com/2014/05/pc-1-maggio-merger-declaration-of.html> (consultados el 28 de julio 2014) y en la prensa, los editores de Demarcaciones no tienen conocimiento de alguna otra confirmación ni detalles oficiales de las condiciones de esta unificación.

  2.  Ajith, “Contra el avakianismo”, Naxalbari Nº 4, julio de 2013, disponible en inglés en: <http://thenaxalbari.blogspot.com/2013/07/naxalbari-issue-no-4.html>, consultado el 28 de julio 2014.

  3.  Editorial, Los retos ante los maoístas, Naxalbari Nº 4, julio de 2013, disponible en inglés en: <http://thenaxalbari.blogspot.com/2013/07/naxalbari-no-4-editorial_7820.html>, consultado el 28 de julio 2014.

  4.  Bob Avakian, Los grandes retos de la nueva situación, Revolución Nº 36, 26 de febrero de 2006. Disponible en <http://revcom.us/a/036/avakian-grandes-retos-nuevo-situacion-s.htm>

  5.  Constitución del Partido Comunista Revolucionario, EU, RCP Publications, 2008. Disponible en: <http://revcom.us/Constitucion/constitucion.html#Appendix>

  6.  El comunismo: el comienzo de una nueva etapa, un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (Chicago, RCP Publications), 2008. Disponible en: <http://revcom.us/Manifesto/Manifesto-es.html>

  7.  El término ecléctico se usa aquí como un término científico, un método que sirve para obscurecer el aspecto principal de una contradicción. Como lo ha descrito Bob Avakian: “Cabe subrayar que la esencia del eclecticismo (y la manera en que sirve al revisionismo cuando lo adopten y apliquen los comunistas y los que se dicen comunistas) no es simplemente describir una situación en términos de ‘por una parte ‘esto’ y por otra parte ‘aquello’’ — sino hacerlo de una manera que confunda la esencia del asunto y en particular socave lo que de hecho es el aspecto principal que define la contradicción… Por ejemplo, veamos la afirmación: ‘Es cierto que el imperialismo implica la explotación y opresión intensa y sanguinaria de la gente en muchas partes del mundo; pero también ha conducido al desarrollo de muchas formas beneficiosas de tecnología y a un elevado nivel de vida para una cantidad importante de personas’. Los dos aspectos son ciertos —lo que antecede el punto y coma (antes de la palabra ‘pero’) y lo que le sigue. Pero ¿cuál aspecto es principal, fundamental y que define la contradicción? Desde luego que es el primer aspecto: la naturaleza altamente explotadora y opresiva del imperialismo y las consecuencias muy negativas de ello para la gran mayoría de la humanidad. Pero la manera en que se redacta esta oración debilita la verdad esencial poniendo de hecho en pie de igualdad el aspecto secundario (tal como se expresa en la segunda parte de la oración de arriba) con el aspecto principal. Eso, cuando menos objetivamente, constituye una apología del imperialismo… Todos los enfoques eclécticos tienen el mismo carácter y efecto básico. Confunden las cosas y niegan o socavan el aspecto principal y la esencia de las cosas”. Bob Avakian, “Las ‘crisis en física’, las crisis en política y en filosofía”, Revolución Nº 161, 12 de abril de 2009. Disponible en: <http://revcom.us/avakian/Out%20into%20the%20World/Avakian_Out_into_World_pt5-es.html>

  8.  PCR,EU, Carta a los partidos y organizaciones participantes del MRI. 2012. Disponible en <http://www.revcom.us/a/274/rimipublish-final-es.pdf>

  9.  El comunismo: el comienzo de una nueva etapa. Disponible en <http://revcom.us/Manifesto/Manifesto-es.html>