Nota de los editores — 1º de enero de 2015

Mientras miramos hacia el futuro: ponernos a la altura de los retos de avanzar la causa de la revolución comunista en el nuevo año.

▪ Como eje de este número, tenemos el placer de publicar como nuestro artículo principal una polémica presentada a Demarcaciones, de Ishak Baran y KJA: “Ajith: Un retrato del residuo del pasado”. Baran y KJA son adherentes de la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian, y su artículo representa un aporte muy importante a la respuesta al artículo Contra el avakianismo de Ajith. (En el momento en que se publicó ese artículo, Ajith era secretario general de lo que en ese entonces era el Partido Comunista de la India (ML) Naxalbari.)

Demarcaciones publicó anteriormente varios artículos que tratan y refutan las diferentes dimensiones del ataque de Ajith a la nueva síntesis del comunismo que Bob Avakian ha desarrollado y que proporciona el marco teórico para iniciar una nueva etapa de la revolución comunista. Para conocer el contexto más amplio de este debate en agudización en el movimiento comunista internacional y una lista de los artículos en respuesta al ataque de Ajith a la nueva síntesis del comunismo, los lectores pueden ver nuestra Nota de los editores del 2 de septiembre de 2014.

Aquí queremos señalarle al lector algunos puntos básicos para adentrarse en el exhaustivo y profundo artículo de Ishak Baran y KJA.

El centro de su polémica es la filosofía, específicamente la epistemología (la rama de la filosofía que se ocupa de cuestiones del conocimiento y la verdad) y la metodología. Como se señala en su introducción, éste es un tema que a primera vista podría parecer abstracto y ajeno a los problemas urgentes del mundo actual. Pero, como pasan a explicar, estas cuestiones filosóficas tienen mucho que ver con la eliminación de la locura y el horror de nuestros tiempos, y con la capacidad de la humanidad oprimida y de todos los que anhelan un mundo digno de nuestra humanidad, de conocer el mundo (tal es la epistemología) precisamente a fin de cambiarlo (mediante la revolución).

No debería sorprender que las cuestiones de filosofía estén muy en el centro del ataque de Ajith a Avakian. El avance clave de la nueva síntesis ha sido poner el comunismo sobre una base más científica, con mayor énfasis en un método y un enfoque cabalmente científicos —y cómo todo esto se relaciona con el comunismo y es crucial para alcanzarlo. La lucha entre dos líneas en el movimiento comunista internacional en lo fundamental involucra enfoques radicalmente diferentes para conocer y cambiar el mundo.

“Ajith: un retrato del residuo del pasado” analiza qué es la ciencia y por qué el comunismo es de hecho una ciencia, lo cual Ajith rechaza categóricamente. La polémica aborda la cuestión de por qué la verdad —sea que estemos hablando sobre el conocimiento del mundo natural o de la sociedad humana— es objetiva, se puede descubrir y se puede verificar por medio del método científico. No es que el proletariado tiene su verdad y su habilidad especial para adquirir la verdad (como alega Ajith). Los autores analizan lo que significa ganar una comprensión científica del movimiento y desarrollo de la sociedad humana y de la histórica misión emancipadora del proletariado. Y se adentran en el papel de la teoría revolucionaria y el desarrollo de la conciencia revolucionaria entre los oprimidos y los explotados.

La polémica pasa a abordar la defensa que hace Ajith de la idea de la “inevitabilidad” de la revolución comunista —que el desarrollo humano lleva ineludiblemente al triunfo del comunismo. Ésta ha sido una forma de pensar muy influyente en el movimiento comunista internacional. Pero por confortante que sea, no es científica; es una creencia cuasi-religiosa. Como señalan Baran y KJA, hay una necesidad monumental de la revolución comunista y existe una base real en el desarrollo de la sociedad humana para superar las penurias y la división en clases… pero esta revolución se tiene que hacer conscientemente, y no está garantizada ni es inevitable.

Los autores abordan la adopción por parte de Ajith del posmodernismo y escuelas de pensamiento relacionadas. De nuevo, esto involucra cuestiones álgidas de la ciencia y la cognoscibilidad de la realidad objetiva así como el ataque posmoderno a la ciencia considerándola como peligrosamente “totalizadora” e intrínsecamente opresiva. Baran y KJA también confrontan la horrible racionalización que hace Ajith de la religión y el fundamentalismo en las naciones oprimidas del sur global, a las que él intenta sacar adelante atribuyéndoles antiimperialismo a los opresivos y anticuados concepción y programa del fundamentalismo islámico.

Tenemos previsto ampliar y profundizar la respuesta polémica a Ajith, por lo que esperamos sus comentarios y contribuciones.

Además, para asegurar el más amplio acceso en línea a los lectores internacionales, estamos trabajando por proporcionar, en la medida de lo posible, enlaces en línea a las fuentes de referencia originales como los extractos en esta polémica citados de los ensayos y artículos de “Observaciones sobre arte y cultura, ciencia y filosofía” de Bob Avakian (Chicago: Insight Press, 2005, en inglés [hay versión en español, Bucaramanga: Cuadernos Rojos, 2008]). Muchos de estos artículos están disponibles en revcom.us [página web del periódico Revolución], y dentro de poco se proporcionarán los enlaces en este sitio.

▪ Nos complace anunciar que la editorial Phoneme Books de Delhi, India, ha vuelto a publicar la edición en inglés de Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? de Bob Avakian. Se trata de un acontecimiento bienvenido: Llevar el texto de Avakian de 1986, que es el estudio marxista más completo de la democracia, a un público mucho más amplio en India y en otros lugares. Para esta nueva edición de Phoneme Books, Raymond Lotta ha escrito una introducción especial, que ponemos a su disposición en este número de Demarcaciones.

¿La democracia, o la “verdadera” democracia, es la cúspide de la organización social humana? Casi todas las fuerzas de oposición (salvo los reaccionarios fundamentalistas islámicos y otros fundamentalismos) aceptan el actual marco opresivo y el argumento de que no podemos, en realidad, lograr algo mejor que la democracia —que, de hecho, en las tesis de la teoría democrática se encuentra el camino a un mundo mejor. Y dentro del movimiento comunista ha habido una marcada tendencia a fusionar el proyecto comunista con el proyecto democrático, a ver la revolución socialista como el logro, la profundización o el “perfeccionamiento” de la democracia.

Avakian argumenta que hay algo mucho más subversivo del estatus quo, algo mucho más liberador, que la democracia. ¿Democracia: es lo mejor que podemos lograr? adquiere una realzada importancia en el mundo de hoy.

▪ En este número, también publicamos un pasaje de un discurso de 2009 de Bob Avakian, Cavilaciones y forcejeos: Sobre la importancia del materialismo marxista, el comunismo como una ciencia, el trabajo revolucionario con sentido y una vida con sentido.

Hay aquí un rico análisis que aborda cuestiones de cómo las diferentes clases y fuerzas sociales ven y entienden los problemas del mundo y la manera de resolverlos. Avakian analiza el alcance de la revolución comunista como una “revolución total”; que existe una base social de esta revolución en el mundo de hoy; y los retos de dirigir un proceso revolucionario complejo que abarca la interacción y la lucha entre diferentes puntos de vista, líneas y programas que representan diferentes clases e intereses de clase.

Cada clase busca rehacer el mundo a su imagen. Pero Avakian llama la atención sobre el descarnado hecho de que el proletariado, a diferencia de otras clases, no puede hacer la revolución que corresponde a sus intereses de clase y su misión histórica —eliminar todas las formas de explotación y opresión, y la misma división de la sociedad en clases— basándose en una comprensión y una lucha espontáneas. Esto subraya la crucial importancia de la línea y el liderato. Y, en este extracto, Avakian también habla de lo que es la esencia del liderato comunista —y el reto sin precedentes de hacer y dirigir una revolución cuyo objetivo no sea reemplazar un conjunto de explotadores, un pequeño grupo de gobernantes o líderes, por otro.

Un sello de la nueva síntesis es el énfasis en las formas en que los intelectuales y el fermento intelectual juegan un papel vital e indispensable en el proceso revolucionario. Ahora bien, está el fenómeno de las increíbles vacilaciones de los intelectuales democráticos (cuyo punto de vista de clase es el de la pequeña burguesía, o “clase media”). A veces, debido a las desigualdades de la sociedad, estos intelectuales se vuelven receptivos, incluso atraídos, hacia el proyecto comunista y sus principales representantes. Pero también, cuando ven la profundidad y completud de la revolución comunista, que implica una completa ruptura con la sociedad burguesa, a los intelectuales democráticos les dan espasmos de shock, desilusión, y oposición activa. Es un fenómeno de clase y social que se expresa repetidas veces y que para entenderlo exige un análisis materialista—y vivirlo a través del proceso de hacer la revolución y lograr el comunismo. Esto incluye, como un elemento crucial, la gran necesidad de luchar por ganar e inspirar a la gente —no solo de las masas básicas sino también de entre los intelectuales y los jóvenes con educación— a ser comunistas y emancipadores de la humanidad.

▪ Por último, con la llegada del año nuevo tomamos nota de un evento realmente extraordinario de finales del año pasado. Éste fue el histórico diálogo en Nueva York entre Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, y Cornel West, el prominente intelectual público y cristiano revolucionario, sobre el tópico Revolución y religión: La lucha por la emancipación y el papel de la religión. Aproximadamente 1.900 personas —de diferentes sectores de la sociedad, incluyendo importantes cantidades de los barrios de los oprimidos, los que se levantan en lucha contra la policía asesina de jóvenes negros y latinos, y estudiantes— llenaron la iglesia Riverside Church para presenciar este Diálogo.

Fue una inusual y fascinante aparición pública de Bob Avakian.

La cuestión de la revolución y la religión importa muchísimo, y tiene enormes consecuencias, para miles de millones de personas en este planeta. También es una cuestión de aguda contienda dentro del movimiento comunista internacional, incluyendo en el ataque de Ajith a la nueva síntesis.

Se necesita hacer trabajo ideológico y librar una aguda lucha para que la gente deseche los grilletes mentales de la religión, adopte una visión del mundo y un método científicos y no religiosos: desencadenar la mente y cambiar radicalmente el mundo. Al mismo tiempo y sobre esta base, y con lo que Bob Avakian ha llamado “brazos grandes”, hay una necesidad real de que los comunistas se unan políticamente y en la práctica con personas impulsadas por la moral y la convicción religiosas a luchar contra la injusticia y la opresión —y que lideren todo el proceso hacia la revolución comunista.

Avakian expresa profunda y poderosamente el importante papel que juegan la moral, y la lucha sobre la moral, en la lucha por un mundo radicalmente diferente y mejor, y en la foja de nuevas relaciones sociales y valores liberadores —y da luces sobre el contenido y la base materialista de la moral comunista en un mundo que es posible, sin opresión ni explotación y sin todas las ideas, antagonismos y divisiones que corresponden al capitalismo-imperialismo y a la producción e intercambio de mercancías.

Todo esto cobró vida en el Diálogo entre Avakian y West, en una atmósfera de respeto mutuo, mientras profundizaban su unidad aunque luchando sobre sus diferencias, con aprecio y humor, y en una química mutua y con la audiencia. Exhortamos a los lectores a mirar y estudiar el video del extraordinario diálogo entre Bob Avakian y Cornel West. Se puede ver en revcom.us ❑