Un examen de las diferencias entre el Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta) y el Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán

Comité Central del Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta)

(Publicado por primera vez en junio del 2011, actualizado el 8 de marzo de 2013, www.cpimlm.com)

Ha transcurrido ya un tiempo desde la publicación del número 3 de Shola[1] [la publicación oficial del Partido Comunista (maoísta) de Afganistán —PC(M)A], el cual contiene una crítica a la línea de nuestro partido en un artículo titulado: “El Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta) ha caído en el erróneo camino del post-marxismo-leninismo-maoísmo”. En ese artículo, Shola critica la teoría de Bob Avakian de la nueva síntesis del comunismo y ataca a nuestro partido por apoyarla.

Tras la aparición del artículo de Shola, a algunos camaradas que han estado más familiarizados con la historia del PC(M)A y su visión se les asignó preparar una réplica a ese artículo. En junio de 2011, el VII Pleno del Comité Central (CC) del PCI(mlm) estudió esta réplica e hizo recomendaciones sobre las que se reelaboró con el fin de hacerla más completa. Debido a factores relacionados con las prioridades de nuestro partido, se aplazó la publicación de esta réplica. Aunque la réplica pudiera haber sido mejorada teniendo en cuenta los recientes artículos publicados por el PC(M)A, hemos decidido publicarla tal como está para evitar más retrasos. Durante este periodo, nos hemos convencido aún más de que el abismo ideológico y político entre nuestro partido y el PC(M)A es más profundo y de que esto es un reflejo de la lucha de dos líneas que se ha venido dando en el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) en los últimos años. Esta lucha de dos líneas se ha vuelto más abierta y más aguda, especialmente luego de la capitulación del Partido Comunista de Nepal (Maoísta) de una revolución que se encontraba a las puertas del triunfo. La ampliación de una profunda grieta ideológica y política en el MRI hizo prácticamente imposible que mantuviera su unidad organizativa. (Véase nuestro análisis del MRI en Haghighat 58).

Esperamos que el presente documento, a través del estudio de las diferencias entre nosotros y el PC(M)A, pueda arrojar luz sobre la naturaleza de los profundos abismos ideológicos y políticos entre los partidos y organizaciones del MRI y, al hacerlo, también dé claridad en la peligrosa situación en el movimiento comunista internacional (MCI).

El artículo de Shola es una crítica a un documento del CC del PCI(mlm), titulado: “El movimiento comunista en una encrucijada: ¿Marchitarse o florecer?” (De aquí en adelante referido como el artículo “Encrucijada”). Lo que ha estado atacando Shola es realmente el cuerpo teórico que Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, ha desarrollado como la nueva síntesis. Shola está furiosa porque nuestro partido, y específicamente el artículo “Encrucijada”, hace énfasis en lo correcto de estas teorías y el papel de la nueva síntesis en lidiar con la crisis de vida o muerte del movimiento comunista internacional. Shola trata de envolver su furia en un velo camuflado de “internacionalismo” y de preocupación por la situación del MRI, pero desde el principio enfrentamos acendrado nacionalismo esparcido a cada paso del camino. El artículo de Shola empieza con esta introducción: “La iranización del post-marxismo-leninismo-maoísmo estadounidense”, el cual es un título más adecuado para periódicos anticomunistas. Shola ataca a “Encrucijada” una y otra vez por ser “grandilocuencia iraní” e “iranismo”. El lamentable método y estilo de trabajo de Shola no termina ahí. Muchas veces Shola “interpreta” arbitrariamente la nueva síntesis y luego “critica” sus propias interpretaciones de la nueva síntesis. Se debe apreciar el papel del debate y la polémica en la elevación de la consciencia colectiva. Sin embargo, la crítica debe tener dos características: primero, debería ser sustentada y científica, y segundo, la línea y teoría que está siendo sometida a crítica debe ser presentada con la mayor honestidad, tal como su autor o autores la han desarrollado y defendido. Es incorrecto realizar una crítica basándose en “narrativas” o “interpretaciones” arbitrarias de esas líneas o teorías.

Si el método arriba mencionado no es reconocido y adoptado, la crítica se convertirá en algo así como emitir una fetua [edicto religioso en el islam] moral que debe ser aceptada por los “discípulos”, sin ninguna necesidad de sustentación, de prueba o siquiera escuchar la defensa. Esta clase de método desanima a las mentes avanzadas que están en busca de la verdad, entusiasma a los sectores atrasados y alimenta un sentimiento anti-proletario y anti-revolucionario entre las masas. El método es también parte de la línea y tiene un carácter de clase.

Concentrémonos en el asunto principal que da pábulo a este método de “crítica”. El PC(M)A ha centrado su crítica en tres aspectos:

Primero, ellos alegan que las teorías de la nueva síntesis y los recientes documentos del PCREU, y más abiertamente los documentos de nuestro partido y el artículo “Encrucijada”, descartan totalmente el marco teórico y de pensamiento del marxismo-leninismo-maoísmo y además son “post-MLM”.

Segundo, alegan que no ha habido ningún cambio importante en la situación objetiva desde la restauración del capitalismo en China y, que por tanto no hay necesidad de desarrollar la ciencia del MLM.

Tercero, alegan que nuestro partido tiene un enfoque absolutista hacia el papel de la teoría y que negamos el papel de la práctica.

¿La nueva síntesis es una total negación del pensamiento, marco teórico y enfoque del MLM?

Al exponer por qué el PC(M)A piensa que la línea de nuestro partido y del PCR es “post-MLM”, Shola arguye: “Porque según esta línea, la nueva síntesis de Bob Avakian teóricamente constituye el inicio de una nueva etapa por fuera del marco y fundamentos del MLM y busca crear un nuevo marco y fundamento teórico no-MLM. En otras palabras, no hay una orientación estratégica de desarrollar el marco teórico que ‘Marx creó y que posteriormente fue desarrollado por Lenin y Mao’. Más bien, busca refutar la totalidad de ese marco y crear uno nuevo. Esta orientación estratégica se ha expresado abierta y descaradamente en el documento del CC del PCI(mlm) [es decir, “Encrucijada”]. [El texto entre corchetes ha sido agregado para mayor claridad por el traductor del farsi al inglés.]

Para demostrar nuestro “descaro”, Shola cita “Encrucijada”:

“Los avances de la primera etapa se basaron en el marco teórico que Marx creó y que posteriormente fue desarrollado por Lenin y Mao. El periodo actual también requiere un nuevo marco teórico, el cual debe ser forjado sobre la base de un balance crítico de los logros y errores, teóricos y prácticos, del pasado. El nuevo periodo no puede ser una repetición del pasado y no puede avanzarse sobre esa base.”

Nuestro juez se sobresalta ante esta gran blasfemia y anuncia:

“Lo que esto significa es la eliminación de todo el marco teórico del MLM y su sustitución por otro marco teórico. En otras palabras, no solo la eliminación del maoísmo, la revolución china y la Revolución Cultural china, e incluso no solo la eliminación del leninismo y la revolución rusa, sino que el marxismo mismo está también bajo ataque —una tarea que ni siquiera Mansour Hekmat y el Partido Comunista de los Trabajadores se atrevieron a emprender”. [Mansour Hekmat fue uno de los fundadores del Partido Comunista de Irán a principios de los años 80 que posteriormente, tras la caída del bloque imperialista soviético en los 90 se dividió en diferentes facciones, y Mansour mismo fundó el Partido Comunista de los Trabajadores de Irán. Junto con otros, él había fundado el PCI basado en la liquidación de los logros teóricos y prácticos de las revoluciones soviética y china —y, en particular, lideró un ataque vehemente a la revolución china y Mao Tsetung.]

Nuestra réplica a esta “crítica” es la siguiente:

Primero, la nueva síntesis no descarta los fundamentos teóricos del MLM. Al contrario, es la única escuela de pensamiento en el movimiento comunista hoy que es la continuación científica del MLM y en general del marxismo. Esta continuación se ha hecho posible a través de las rupturas tanto con los aspectos erróneos del MLM como con los aspectos que, si bien han sido correctos en su tiempo, ahora no lo son. La nueva síntesis representa la continuación dialéctica del marxismo y una afirmación marxista del marxismo.

Segundo, es imposible para cualquier ciencia desarrollarse sin una ruptura con sus aspectos erróneos o con aquellos que ya no corresponden con la realidad. El desarrollo de una ciencia es imposible sin rupturas en ella misma (es decir, con sus aspectos erróneos). Tratar el desarrollo de la ciencia como un aumento gradual, incremental en el conocimiento es una perspectiva mecanicista. El desarrollo de una ciencia se da a través de las contradicciones dentro de esa ciencia y a través de rupturas en ella misma. Esto es cierto en toda ciencia, y el marxismo no es excepción. Por tanto, la esperanza de Shola de que el marxismo pueda desarrollarse preservándose por completo (“el marco teórico que ‘Marx forjó y posteriormente fue desarrollado por Lenin y Mao’”) es vana, y en el mejor de los caso mecanicista. En realidad, la explicación de “Encrucijada” sobre el movimiento y la dinámica del desarrollo del marxismo es correcta y dialéctica, y éste es el único método a través del cual el MLM puede continuar y ser protegido de una caída en picada en el abismo del revisionismo.

Es pertinente mirar algunos de los documentos oficiales y originales del PCREU, y los escritos de Bob Avakian, y sobre esa base, y no sobre la base de narrativas y veredictos del PC(M)A, para descubrir la relación entre la nueva síntesis y los principios del MLM. Para este fin, nos referiremos extensamente a un artículo titulado “La nueva concepción de la revolución y el comunismo: ¿Qué es la nueva síntesis de Bob Avakian?”[2] (recordamos que la primera sección de este artículo fue publicada en farsi en el mismo número de Haghighat que contiene el documento “Encrucijada”, y otras secciones fueron publicadas en los números siguientes de Haghighat en farsi.)

Este artículo, al igual que otros documentos del PCREU y obras de Bob Avakian, plantea explícitamente que el marco de la nueva síntesis “… sin duda alguna… surge de lo que ha venido antes y avanza a partir de ello…”.

Este artículo explica la relación entre la nueva síntesis y 160 años de la historia del marxismo y las revoluciones socialistas:

“Hace 160 años, Marx y Engels proclamaron en el Manifiesto Comunista que los obreros del mundo —el proletariado internacional— no tenían nada que perder más que sus cadenas y tienen un mundo qué ganar. El Manifiesto presentó los elementos básicos de la teoría pionera que guiaría esa lucha… Veinticinco años después, el primer breve intento de revolución proletaria ocurrió con la Comuna de París; y casi 50 años después de eso se dio el primer gran avance —la culminación de la primera revolución socialista— en la Unión Soviética, bajo la dirección de Lenin y, después de su muerte, de Stalin. A esa le siguió la revolución en China —que conquistó el poder en 1949, y donde 17 años después el líder de esa revolución, Mao Tsetung, lanzó la Gran Revolución Cultural Proletaria…”

El artículo “La nueva concepción” explica el fin de la primera ola de la revolución comunista de la siguiente manera:

“A la muerte de Mao en 1976, esa primera etapa de la revolución comunista concluyó con un golpe de estado contrarrevolucionario en China, donde encarcelaron o ejecutaron a quienes tomaron partido con Mao para dirigir la Revolución Cultural. Las medidas contra las cuales lucharon con tanta energía entraron en vigor y se restauró el capitalismo. Hoy en el mundo no existen auténticos países socialistas. Y por todo el mundo la gente siente y lucha con ese peso todos los días, esté consciente o no de eso”.

La nueva síntesis es producto de los esfuerzos por responder a esas condiciones y los retos que ellas plantean. La cuestión es: ¿qué se necesita para transformar esta situación y avanzar de nuevo? ¿Cómo abrir paso a una nueva etapa de la revolución?

“La nueva concepción” señala:

“Ante esa situación, Bob Avakian ha dirigido en la defensa, el apoyo y el desarrollo sobre la base de los logros monumentales de esas revoluciones y de los aportes analíticos de sus mayores pensadores y dirigentes, y a seguir avanzando a partir de ellos. Pero también ha analizado a fondo los errores, así como los puntos débiles en cuanto a concepción y método que contribuyeron a esos errores. Sobre esa base, ha forjado un marco teórico cohesionado, integral y global, o sea, una síntesis. Aunque sin duda alguna este avance surge de lo que ha venido antes y avanza a partir de ello, implica también, como elemento crucial, auténticas rupturas con la concepción y las experiencias anteriores, por lo cual la llamamos una nueva síntesis”.

La nueva síntesis está basada en el materialismo dialéctico desde Marx hasta Mao. Pero también rompe con los aspectos metafísicos secundarios que han penetrado en eso. Veamos cómo la dialéctica de “continuidad” y “ruptura” es presentada en el artículo “La nueva concepción”. El artículo explica la forja del materialismo dialéctico y el materialismo histórico, y explica que Marx (y Engels) “…puso los cimientos teóricos y alumbró el camino. Pero, como es lógico, había limitaciones en cuanto a la manera en que Marx y Engels abordaron esto, y esos problemas se agravaron debido a las serias debilidades metodológicas de Stalin, quien dirigió a la Unión Soviética y al movimiento comunista internacional durante casi 30 años después de la muerte de Lenin. Lo que es peor, esos errores se cometieron precisamente cuando se necesitaba con urgencia un avance en el conocimiento. Mao, el líder de la revolución china, luchó contra algunos de esos problemas, pero luchaba contra un marco heredado y tampoco estaba libre de sus influencias. Esas debilidades tuvieron consecuencias.”

Hay que decir que una gran parte de los errores preponderantes en el movimiento comunista internacional no están relacionados con los fundadores y pensadores de las teorías científicas del comunismo —Marx, Lenin y Mao. De hecho, ellos lucharon contra tales errores. Sin embargo, en su propio pensamiento también hubo elementos de esas tendencias incorrectas que posteriormente uno u otro sector del movimiento comunista asumió y se convirtieron en líneas plenamente desarrolladas. Pero hoy, en gran parte debido a sus propios resultados, estamos en condiciones de reconocer sus errores secundarios, criticarlos e impedir que estas líneas erróneas plenamente desarrolladas logren justificación aludiendo a estos errores secundarios. De hecho, esos partidos y organizaciones en el MRI que han tachado a la nueva síntesis de “revisionista” son representantes de esas líneas erróneas desarrolladas.

Tal como se recalca en el artículo “La nueva concepción”, Bob Avakian identifica cuatro puntos débiles en la filosofía comunista y les hace una profunda crítica. Tales puntos débiles son:

1. Formas de pensar idealistas, e incluso seudo-religiosas, que penetraron en la esencia del marxismo y con las que no se hizo una ruptura en el pasado.

2. La necesidad de una comprensión cualitativamente más profunda de cómo la materia y la consciencia interactúan entre sí y se transforman una en la otra.

3. Una serie de problemas relacionados con el pragmatismo y tendencias filosóficas asociadas.

4. La necesidad de una epistemología, o camino para hallar la verdad, radicalmente diferente.

Al hacer esto, Avakian ha puesto el marxismo sobre una base más plenamente científica.[3]

Podemos ver que la nueva síntesis no solo no descarta las bases teóricas y principios del MLM, sino que basándose en la defensa de los fundamentos y principios del MLM lo lleva más allá de lo imaginado por cualquier MLM ortodoxo. Sin embargo, esto se hace a través de identificar los errores y deficiencias en el MLM y escardarlos, y de esta manera hacerlo más científico y correcto. El PC(M)A repetidamente equipara “marco” con principios y fundamentos, pero en la nueva síntesis ese término no es usado como un equivalente de estos. De hecho, poner los principios y fundamentos en un nuevo marco los resguarda de los revisionistas. El mismo Bob Avakian explica lo que él ha hecho:

“Esta nueva síntesis abarca reconfigurar y recombinar los aspectos positivos de la experiencia hasta la fecha del movimiento comunista y la sociedad socialista, mientras se aprende de los aspectos negativos de esa experiencia tanto en las dimensiones filosóficas e ideológicas así como la política, y así tener una orientación, método y enfoque científicos con raíces más profundas y firmes, no solo en cuanto a hacer la revolución y conquistar el poder, sino también, sí, en cuanto a satisfacer los requisitos materiales de la sociedad y las necesidades de las masas populares, con una base cada vez mayor, en la sociedad socialista —para superar las profundas cicatrices del pasado y continuar la transformación revolucionaria de la sociedad, mientras al mismo tiempo apoyar activamente la lucha revolucionaria mundial y actuar conforme con el reconocimiento de que la arena y la lucha mundiales son las más fundamentales e importantes, en un sentido global—, junto con abrir cualitativamente más espacio para dar expresión a las necesidades intelectuales y culturales del pueblo, entendidas en el sentido amplio, y posibilitar un proceso más diverso y rico de exploración y experimentación en los campos científicos, artísticos y culturales, y en la vida intelectual en general, con mayor campo para la competencia de diferentes ideas y escuelas de pensamiento, y para la iniciativa y creatividad individuales y la protección de los derechos individuales, con espacio para que los individuos interactúen en la “sociedad civil” independientes del estado —todo en un marco general cooperativo y colectivo y al mismo tiempo a la medida que el poder estatal se mantiene y se sigue desarrollando como un poder estatal revolucionario al servicio de los intereses de la revolución proletaria, en el país en particular y por todo el mundo, donde este estado es el elemento dirigente y central de la economía y la dirección general de la sociedad, mientras el estado en sí se transforma continuamente en algo radicalmente diferente de todos los estados previos, como una parte crucial del avance hacia la abolición posterior del estado al llegar al comunismo a nivel mundial”. (De Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, parte 1 —citado en Haghighat 54, pág. 17)

Aquí también es necesario abordar aquí la analogía que el PC(M)A ha usado para resaltar el alcance de nuestros “pecados”. El PC(M)A acusa a nuestro partido de haber hecho lo que “…ni siquiera Mansour Hekmat y el Partido Comunista de los Trabajadores se atrevieron a hacer…”. Lo que el PC(M)A quiere decir es que Mansour Hekmat y el Partido Comunista de los Trabajadores de Irán “por lo menos” mantuvieron el “marxismo”, mientras que nuestro Partido ¡ha tirado a la basura todo el marco del marxismo!

De hecho, el PC(M)A toca un importante ejemplo, porque este ejemplo muestra a dónde llevaría una comprensión dogmática del marxismo, y esto debería ser una lección para el PC(M)A y otros.

El Partido Comunista de Irán (mlm) ha sido el único en criticar sistemáticamente la visión del mundo, posición, metodología y, en general, la línea política e ideológica de Mansour Hekmat. Pero nuestro punto de partida para lidiar con esta tendencia liquidacionista (con liquidacionista nos referimos a aquellos que liquidaron las teorías y prácticas correctas de Marx a Mao) no ha sido una defensa dogmática y cuasi religiosa del “pasado”, ni lo ha hecho ignorando las deficiencias y desviaciones que existieron en la teoría y práctica del movimiento comunista desde Marx hasta Mao. Lo que ha hecho posible para nuestro partido evaluar y criticar científica y poderosamente esta tendencia fue aprender de la metodología y síntesis de Bob Avakian al valorar la teoría y práctica de la primera ola de revoluciones comunistas. Para ese tiempo, esas concepciones se reflejaron en obras como Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung, ¿Conquistar el mundo?: Deber y destino del proletariado internacional y Avanzar la revolución mundial: Cuestión de orientación estratégica.

El Partido Comunista de Irán bajo el liderato de Mansour Hekmat se fundó desechando las líneas fundamentales de demarcación del nuevo movimiento comunista que había sido forjado a nivel internacional en la década de 1960. Esas líneas de demarcación se trazaron en medio, y como resultado, de una de las más grandes luchas dentro del MCI acerca de la naturaleza del socialismo. Sobre esta misma cuestión (¿qué es el socialismo?), y como resultado de las luchas que los comunistas chinos bajo el liderazgo de Mao libraron contra los revisionistas quienes tomaron el poder en la URSS bajo la dirección de Jruschov, el movimiento comunista internacional se dividió. Fue sobre la base de esta lucha —es decir, la lucha sobre el comunismo a escala mundial— que nació un nuevo movimiento comunista en Irán y en todo el mundo. La cuestión fundamental en el centro de esta división histórica fue: ¿qué es el socialismo y cómo puede ser construido? Mansour Hekmat trató esta gran lucha como “una lucha entre nacionalistas chinos y nacionalistas rusos” y enlodó los logros fundamentales de ésta. ¡El rechazo de Mansour Hekmat de la línea de demarcación de Mao con los revisionistas soviéticos no se debió a alguna peculiar hostilidad que tuviera contra Mao! Hekmat rechazó a Mao debido a que su concepción y comprensión de la naturaleza del socialismo y cómo puede lograrse; su concepción y comprensión de la posibilidad de lograr la revolución socialista y construir el socialismo en un mundo cercado por el capitalismo, estaba más cerca de la de los revisionistas soviéticos. Hekmat desarrolló un tipo de crítica de la experiencia soviética que en realidad demostraba su concepción y comprensión burguesas sobre el socialismo y su naturaleza política y económica, y sobre las verdaderas contradicciones de este mundo —un periodo de transición histórico. Hekmat fundó un Partido que dio respuestas confusas e incorrectas a los más importantes problemas del movimiento comunista internacional y de la revolución en Irán. Este tipo de enfoque abrió la puerta en su partido al desarrollo y predominio de una versión social-demócrata del “comunismo”.

El PCI bajo el liderato de Hekmat, en vez de analizar y tomar posición contra la restauración del capitalismo en la China socialista, eligió el “camino simple” de rechazar esta gran revolución socialista, una revolución cuya más alta cumbre fue la Gran Revolución Cultural Proletaria, una revolución sin precedentes bajo la dictadura del proletariado que apuntaba a hacer conscientes a cientos de millones de las masas chinas, así como a proletarios de todo el mundo, sobre el verdadero significado del socialismo y el comunismo, y movilizarlos a dominar esta comprensión y luchar para evitar la restauración del capitalismo en la China socialista. Al eliminar la historia de la revolución socialista en China y la restauración del capitalismo allí, el PCI no se eximió de la necesidad objetiva de lidiar con el problema de la restauración del capitalismo en los países otrora socialistas. Ese partido también se equivocó cuando trató de evaluar la teoría y práctica de la revolución socialista en la URSS y siguió con el mismo enfoque erróneo, con el resultado de que a la larga adoptó la solución simple y pragmática de que “nunca hubo socialismo allí” tampoco. A la manera idealista/dogmática, el PCI llamó al retorno a Marx y al marxismo de los primeros días, declarando que éste no había sido aplicado aún para transformar el mundo. Este partido, sobre la base de eliminar la experiencia y la historia de los dos mayores logros del proletariado en hacer la revolución socialista y la construcción de la sociedad socialista, terminó presentando la experiencia revolucionaria del siglo XX y la historia del movimiento comunista internacional (salvo por el periodo inmediatamente posterior al triunfo de la revolución rusa) como de “total oscuridad”.

En contraste con esto, el método y enfoque de los sobrevivientes de la Unión de Comunistas de Irán (UCI) fue el de que la restauración del capitalismo en China fue tan importante como la restauración del capitalismo en la Unión Soviética, que tuvo un impacto fatal en el movimiento comunista internacional y en la tendencia revolucionaria en todo el mundo; y que la UCI tenía que ajustar cuentas con este asunto teórica, ideológica y políticamente. El resultado de esta búsqueda fue descubrir y reconocer las teorías de Mao sobre el carácter de la sociedad socialista y de la lucha de clases bajo el socialismo, lo que objetivamente había impulsado el conjunto del marxismo a un nivel superior, que fue expresado en el término “marxismo-leninismo-maoísmo”.

Relatamos esta experiencia con el fin de sacar una lección y ver la verdad de lo que la necesidad objetiva nos impone. La cuestión es: ¿reconocemos la necesidad y estamos en capacidad de cambiarla aplicando una línea correcta y científica, o no? Intentar borrar la cuestión o recurrir a respuestas parciales o simples inevitablemente llevará a un retroceso hacia las ideas y métodos de la burguesía, y nadie es inmune a esto: ni aquellos que de manera caprichosa e irresponsable tiran a la basura los grandes logros de la humanidad en transformar el mundo y se sienten satisfechos, ni aquellos que veneran el pasado con una “fe” inamovible. Aquellos comunistas que sigan cualquiera de estos enfoques se convertirán en un residuo del pasado, en vez de convertirse en una vanguardia de las futuras revoluciones comunistas.[4]

Haremos énfasis en un punto antes de continuar. Si nuestro partido hubiera llegado a la conclusión de que los fundamentos del marxismo ya no son aplicables para analizar correctamente el mundo y transformarlo a través de la revolución, sin duda habríamos anunciado esto con valor y humildad científica, porque sería imposible transformar el mundo sin teorías que lo reflejen correctamente. Para nosotros, la teoría es un telescopio y microscopio que nos ayuda a entender los fenómenos con los que estamos lidiando y a descubrir los posibles caminos para su transformación, los cuales están encarnados en esos mismos fenómenos. Un enfoque dogmático y estático hacia una ciencia viva es inservible para transformar el mundo. El dinamismo del marxismo viene del hecho de que es una escuela de pensamiento “de este mundo” y está ligada a la transformación revolucionaria del mundo. Ningún marco permanente ni estático, del tipo que sea, puede atribuirse al marxismo, a menos claro está que esté elaborado con un enfoque religioso hacia el marxismo, lo cual no sería nada nuevo en el MCI. El MCI y los partidos y organizaciones que se identifican a con él han sido culpables de asumir tal enfoque en diferentes formas en diferentes momentos. De hecho, rechazar un enfoque religioso hacia el marxismo ha sido uno de los sellos característicos de la nueva síntesis. Ésta considera la ruptura con tal enfoque como una necesidad para desarrollar el marxismo. Sin romper con un enfoque religioso hacia el marxismo, no es posible comprenderlo y aplicarlo, ni desarrollarlo y ponerlo sobre una base más correcta. Aunque una comprensión religiosa del marxismo ha sido una fuerte corriente entre los comunistas, ningún marxista proclamaría abiertamente que el marxismo es una religión. El punto es que tener una creencia general en una ciencia es una cosa, pero tener un enfoque científico hacia ella y aplicarla correctamente es otro asunto. Desafortunadamente, no asumir seriamente el carácter científico y dinámico de la teoría comunista ha estado profundamente enraizado en el movimiento comunista, y proclamar el carácter científico del marxismo se ha convertido en mero adorno, en realidad. Una de las razones para la influencia de un enfoque no científico hacia esta ciencia en el movimiento comunista es el predominio de la forma religiosa de pensar en el mundo hoy. Pero hay aún más que eso. La difusión de un enfoque determinista en el movimiento comunista desde Stalin es otro factor importante responsable de este mal.

Para concluir, queremos hacer referencia a una de las últimas obras de Bob Avakian, donde dice: “…También he aludido a algo que es muy importante captar como un punto básico de orientación: el comunismo, desde el tiempo de Marx hasta la fecha, ha experimentado a su vez muchas transformaciones en su entendimiento, al mismo tiempo que sus principios y objetivos fundamentales, y sus cimientos, método y enfoque científicos, siguen iguales en lo esencial.”[5]

A continuación, Bob Avakian insiste en que la nueva síntesis no debe abordarse “…al estilo de una ‘fórmula mágica’ sino por encarnar el método y enfoque esenciales para enfrentar, y luchar y resolver, las contradicciones a las cuales se tiene que enfrentar para avanzar al comunismo —precisamente con la finalidad de seguir adelante sobre el camino revolucionario que lleva al comunismo— y, en el curso de eso, continuar desarrollando la ciencia del comunismo”.

¡El marxismo es arrojado al viento!

Shola nos acusa de “blasfemia” porque planteamos en “Encrucijada” que ha comenzado una nueva etapa en la revolución comunista que no puede ser una mera repetición del periodo anterior y que no puede proceder sobre la base anterior. Shola se indigna y proclama que con esto nuestro Partido pretende “…eliminar por completo el marco teórico del marxismo-leninismo-maoísmo y reemplazarlo por un nuevo marco”, y que “por lo tanto” la nueva síntesis es “post-marxismo-leninismo-maoísmo”.

La historia del movimiento comunista está llena de este tipo de alaridos que advierten sobre abandonar el marxismo. Hace treinta años, cuando Bob Avakian estaba haciendo un balance de los serios errores de Stalin, y estaba demostrando la importancia de la ruptura de Mao con el modelo soviético de socialismo, muchos en el MCI dieron alaridos y lamentaron la muerte de los “principios”. Pero en realidad las audaces evaluaciones de Avakian fueron cruciales para consolidar el marco teórico del MLM y para revalidar el socialismo como la única alternativa real al sistema capitalista y todos los horrores que representa. De hecho, los que dieron alaridos y se lamentaron ante estas evaluaciones eran los que estaban pisoteando el marxismo. Cuando Avakian en Conquistar el mundo[6], criticó los aspectos erróneos del artículo de Lenin “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, eso causó indignación entre muchas corrientes seudocomunistas de derecha que se habían refugiado en las afirmaciones de Lenin para declarar falsamente que los comunistas deberían participar en el parlamento burgués y que eso es “parte del marco teórico del leninismo”. En vez de explicar por qué piensan que “participar en el parlamento” es equivalente y requisito para preparar la revolución, prefirieron “argumentar” que, ya que Bob Avakian no había dirigido ninguna revolución, no estaba calificado para decir lo que hay de erróneo en el artículo de Lenin. Pero lo que hizo Avakian fue muy importante para defender el leninismo y proteger su esencia revolucionaria proletaria de las invasiones de los demócratas burgueses disfrazados de comunistas.

No hay forma de negar el papel histórico del PCREU bajo el liderato de Bob Avakian en la forja de una correcta línea para el Movimiento Revolucionario Internacionalista. A la postre, los líderes de esos partidos que se opusieron y resistieron a esta correcta línea y lucharon contra ésta bajo la bandera del MLM ortodoxo acabaron pisoteando los principios revolucionarios del marxismo uno por uno. Estas diversas tendencias que reaccionaron contra las valoraciones de Avakian en Conquistar el mundo han existido a lo largo de todo el periodo del MRI, en forma embrionaria o a veces como una línea más desarrollada. Posteriormente, saltaron fuera y desarrollaron y crearon un polo.[7]

Cuando decimos que “el periodo actual requiere un nuevo marco teórico”, Shola interpreta eso como una negación total de los fundamentos del MLM. Shola no solo no trata de comprender el concepto de un “nuevo marco teórico” sino que tampoco refleja honestamente la manera en que nuestro artículo “Encrucijada” lo define. Shola ignora descaradamente todos los asuntos relevantes en este artículo y utiliza cierto rasero de un “nuevo marco teórico” (con un significado que le asigna Shola) para lidiar con el artículo completo y los conceptos expuestos en él.

De esta manera, Shola presenta su propia comprensión del MLM y demuestra claramente que el PC(M)A cree en un marco eterno para el MLM y considera todo intento de trascender este marco como una negación de esta ciencia y una desviación de sus fundamentos. No debemos reducir las teorías comunistas de la revolución social a un conjunto de fórmulas áridas y rígidas encerradas dentro de las paredes de algún marco inalterable, ni debemos aprender la teoría y aplicarla de esa manera. También tenemos que tener un enfoque materialista dialéctico hacia el marxismo mismo. Incluso nuestra comprensión del materialismo dialéctico ha pasado por cambios, se ha hecho cada vez más científica. Esto es apenas normal porque esta metodología no cayó del cielo sino que es producto de los esfuerzos humanos en la esfera de las ideas. La experiencia ganada a través de la lucha por cambiar el mundo crea el terreno para la expansión de nuestro conocimiento y proporciona material para depurarlo del materialismo mecánico y de la dialéctica idealista. Es asombroso que se puede encontrar marxistas que excluyen al marxismo de este proceso. Por fortuna, en la historia del desarrollo social, han surgido grandes maestros que han sido capaces de liderar transformaciones y desarrollos también en el materialismo dialéctico. Lenin le daba gran importancia al desarrollo de la comprensión de la dialéctica al tiempo que la ciencia se desarrollaba en diferentes áreas. (Véanse los artículos de Lenin sobre la dialéctica y “Cuadernos filosóficos”). Acorde con este tipo de pensamiento Mao adoptó un enfoque revolucionario hacia la dialéctica y sus leyes, y recalcó lo que es central a ésta: la naturaleza contradictoria de todos los fenómenos y procesos.

Shola insiste tanto en el significado literal del término “marco” que desarrolla toda su crítica basándose en esta terminología. Esto en sí mismo muestra el método de pensamiento de Shola. Al adoptar este método, Shola se lava las manos para no entrarle al contenido de la nueva síntesis y cierra los ojos a su esencia y a sus principales argumentos.

¿Qué es un “marco” en la ciencia y cómo se relaciona con los fundamentos de la ciencia?

Cambiar el “marco” significa que los fundamentos de la teoría científica se mantienen, pero para que se mantenga como una ciencia viva y válida tiene que romper con los errores secundarios dentro de ella que impiden que sea desencadenada. Aquellos aspectos que ya no representan el mundo material, es decir la realidad objetiva, deben ser desechados y aquellos aspectos del mundo material que esta ciencia no ha cubierto deben ahora ser cubiertos. Hacer esto —de una manera correcta y no de una manera revisionista— lleva a la formación de un nuevo marco teórico que se basa en los mismos fundamentos.[8]

No es que este o aquel teórico arbitrariamente cuestiona uno u otro marco teórico, sino que es la realidad objetiva la que cuestiona el marco. Esta situación lleva a una crisis en la ciencia. En este proceso surgen teóricos cuyo poderoso pensamiento científico les permite ver este problema y asumir el reto de lidiar con él. Cuando sucede un desarrollo de estos, el único enfoque correcto es ver si su análisis del problema (la enfermedad) es correcto y, de ser así, ver si la solución que plantean (la cura que prescriben) es correcta y va encaminada en la dirección apropiada.

Los cambios en el mundo material desafían nuestro marco teórico, esto tiene varios aspectos:

Primero, hemos aplicado nuestra teoría comunista, produciendo enormes cambios en el mundo. En este proceso se han revelado tanto la esencia principalmente correcta como las deficiencias de nuestra teoría y práctica. ¿Acepta Shola esta verdad?

Segundo, el pensamiento humano se ha expandido en distintas direcciones como resultado de los experimentos científicos y los logros en la producción, haciéndose más científico, lo que a su vez nos ayuda a alcanzar una mejor comprensión de los problemas de la revolución social y sus complejas dimensiones. El descubrimiento de Darwin de la evolución jugó un gran papel en el desarrollo del pensamiento de Marx e incluso en la manera en que Marx formuló los mecanismos y la dinámica del sistema capitalista. ¿Se opone Shola a esta verdad?

Tercero, el mundo material ha sufrido muchos cambios en diferentes aspectos y por otras razones también. El movimiento del capital ha causado cambios enormes en la estructura de diferentes sociedades. Por ejemplo, en comparación con el inicio del siglo XX, el mundo en general y diferentes países se han hecho cualitativamente más integrados. Esto conlleva la necesidad de reexaminar el análisis de clase y el camino para la revolución en estos países. ¿Cómo ve Shola esta realidad?

Una de las señales de que una ciencia necesita desarrollo es cuando comienzan a proliferar diferentes interpretaciones. Con el tiempo, una ciencia que ha tenido un importante papel en cambiar el mundo material muestra sus aspectos incorrectos e incompletos y ya no refleja el mundo material tan clara y agudamente como antes lo hacía. Esto ha sucedido con el marxismo. Para la burguesía, es útil que el marxismo se quede en este estado, porque así cualquiera puede alegar que es marxista basado en sus interpretaciones y todo tipo de camino y política burguesa se puede justificar como “socialista”. Las deficiencias de las anteriores revoluciones socialistas y los elementos erróneos en el cuerpo teórico del MLM son menores. Aún así, estos elementos menores no pueden ser ignorados, porque han debilitado al marxismo y han sido dañinos para el programa de la revolución comunista. Además, esto le ha dado la oportunidad a la burguesía de lanzar efectivos ataques anticomunistas y se ha convertido en un refugio para las líneas incorrectas y capitulacionistas tras una máscara de marxismo, o marxismo-leninismo, o marxismo-leninismo-maoísmo. Hemos presenciado tendencias similares también dentro del MRI.

Todo comunista revolucionario en Irán y Afganistán y en todo el mundo, sabe (¡o debería saber!) el grado en que la visión de Lenin sobre la participación en el parlamento y el concepto de “república democrática” ha sido usado para conciliar con la burguesía, o cómo el concepto de Mao de “revolución en dos etapas” y el de “derrotar a los enemigos uno por uno” han sido usados para colaborar con las fuerzas reaccionarias locales.

Las corrientes revisionistas que han surgido de partidos maoístas han justificado su alianza con diferentes facciones de las clases reaccionarias usando el concepto de Mao de “destruir a los enemigos uno por uno”. ¿No ha presenciado Afganistán muchas de esas tendencias? ¿Cómo la Organización Rahaii y SAMA (Organización de Liberación Nacional de Afganistán, una de las sempiternas organizaciones de frente unido de la izquierda que fue organizada y dirigida por un sector del movimiento que se consideraba a sí mismo maoísta) trataron de justificar su unidad con los islamistas (yihadistas)? ¡No dijeron simplemente: “Somos burgueses y por eso nos unimos con los yihadistas”! ¿O sí? La Organización Rahaii era partidaria de los seguidores del camino capitalista de China y para nada era representante de la línea comunista revolucionaria de Mao. Pero sus líderes supieron cómo usar el eslabón débil en el “Pensamiento Mao” y desechar la esencia comunista revolucionaria de este pensamiento para así justificar su revisionismo. La línea de derecha que se desarrolló en la Unión de Comunistas de Irán en 1980 consideraba necesario defender los “aspectos antiimperialistas” del reaccionario Jomeini. Esta tendencia, que no se limitaba a la UCI sino que tenía muchos simpatizantes en el movimiento de izquierda en Irán, tenía dos fuentes “teóricas”: primero, el concepto de Mao respecto del “carácter dual” de la burguesía nacional en China, y la necesidad de crear un frente unido con esa clase para lograr el triunfo de la revolución contra el feudalismo y el imperialismo. (Vale la pena anotar que luego del surgimiento de la “facción reformista” de la República Islámica encabezada por Jatamí y su triunfo en las elecciones presidenciales en los años 90, algunos vestigios de la línea oportunista de derecha en la UCI que se habían opuesto al levantamiento armado de Sarbedarán para derrocar al régimen islámico de Irán [en 1983] usaron esta misma lógica para llamar a apoyar a Jatamí). Segundo, el pensamiento dominante en el movimiento comunista desde el periodo de la Comintern (desde la época del liderazgo de Lenin) ha abogado por la necesidad de unirse con corrientes “antiimperialistas” (que también son anticomunistas).[9] Debe señalarse que la mayoría de las corrientes trotskistas en Europa y Norteamérica (que son muy anti-Mao) usan el mismo pensamiento y tradición para defender a la República Islámica y basadas en esta misma comprensión están pasando ahora a apoyar el “Movimiento Verde” dirigido por Musaví. Y como con cualquier división entre reaccionarios, estas fuerzas también se dividieron con respecto a qué sector del régimen debían apoyar. En cuanto a los acontecimientos en Siria, algunos apoyan a Bashar al-Asad “contra el imperialismo” mientras que otros apoyan la “Revolución” (queriendo decir que apoyan al Ejército Libre Sirio). Esta tendencia ve todo tipo de antiimperialismo como algo digno de apoyo y ve el derrocamiento de regímenes dizque antiimperialistas como el de la República Islámica de Irán, cuyo antiimperialismo es sumamente reaccionario, como una “traición” al movimiento antiimperialista en general.[10]

En una época en que el panorama político en Oriente Medio está caracterizado por la dinámica del conflicto entre los dos polos constituidos por el imperialismo y por el fundamentalismo islámico, y millones de masas oprimidas se han visto atrapadas y usadas como “carne de cañón” por estos dos polos, la línea política que defiende el “antiimperialismo” de los islamistas es sumamente reaccionaria. Lleva a abortar cualquier revolución social. En esta región, el dizque antiimperialismo de los islamistas no puede ayudar ni siquiera un poquito a la causa de emanciparse del imperialismo. De hecho, refuerza el dominio de los imperialistas, así como la imperialista “guerra contra el terror” reforzó a estas fuerzas reaccionarias locales. ¿No es suficiente esta experiencia para ver la realidad de que el islamismo y el imperialismo representan dos polos reaccionarios, y que la lucha contra estos no puede dar prioridad a uno u otro, pues ambos representan un sistema social podrido que necesita ser derrocado? ¿Qué tiene para decir sobre esto el Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán?

Muchas desviaciones derechistas en los movimientos de izquierda en el mundo (ya sea bajo la etiqueta del leninismo, el maoísmo o el trotskismo) usan el artículo de Lenin “La enfermedad infantil…” para argumentar que su participación en un parlamento burgués en una situación no revolucionaria está justificada y es necesaria. ¿Cuál es entonces el enfoque correcto hacia aquellos con esta línea derechista que justifican su errónea línea haciendo referencia a artículos como esos? ¿Es suficiente con decir que “abusan” de las palabras de Marx, Lenin o Mao? Si dejamos esto así caeríamos en una metodología similar a la desplegada por los mismos islamistas, quienes en los debates para defender su “fe” invocan “interpretaciones” supuestamente distintas del Corán. Es indudablemente correcto argumentar que la política de Mao de forjar un frente unido con la burguesía nacional en China estaba basada en preservar la independencia del Partido Comunista de China y su respaldo en el Ejército Rojo bajo la dirección del PCCh, y que la práctica de Lenin en la Revolución Rusa fue un reflejo de sus correctas teorías y política. Pero esto no es suficiente. Si bien pudo haber sido correcto en su época el análisis de Mao con respecto a cómo la burguesía nacional pertenecía al campo del pueblo en las naciones oprimidas, esto no corresponde a la realidad en el mundo de hoy ni a la posición de esta burguesía. Además, es erróneo generalizar la visión de Mao respecto a “derrotar a los enemigos uno por uno”, y el mismo Mao tendía a generalizar la experiencia de la guerra contra el Japón (como resultado de los ataques japoneses a las bases de apoyo rojas bajo control del PCCh, el Partido y el Ejército Rojo propusieron un acuerdo de paz con Chiang Kai-shek [el líder del reaccionario Kuomintang] para unirse y derrotar al ejército japonés). No se debe convertir esa experiencia en regla general. Los derechistas dentro de la corriente “maoísta” han usado siempre este tipo de generalización incorrecta para justificar su desviación de derecha. Negar estos hechos no tiene nada de útil para la revolución proletaria. Lo que hay que hacer es afrontar la verdad.

Bob Avakian salvó al “maoísmo” de las garras de los revisionistas chinos y sus seguidores internacionales. La publicación en 1980 de Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung de Bob Avakian fue un importante paso en esta dirección. Además, el libro Revolución y contrarrevolución: El golpe revisionista en China y la lucha en el PCREU sintetizó la lucha de dos líneas dentro del PCCh, la cual era un reflejo concentrado de la lucha de clases en la China socialista. Este libro [de 1978] documenta esta lucha en una serie de artículos de ambos bandos (los comunistas y los revisionistas). En este libro quedaron desenmascarados el programa de 20 puntos de Deng Xiao-ping y sus planes revisionistas, y se documenta la lucha que Mao y la “banda de los cuatro”[11] libraron contra estos. La importancia histórico-mundial de estos acontecimientos podría no haberse establecido sin los esfuerzos de Bob Avakian y el PCREU, y estos pudieron haber quedado enterrados. Y los demócratas burgueses que se autodenominaban maoístas hubieran podido fácilmente haber andado sin rumbo y convertido a Mao en un simple demócrata burgués. Además, Avakian rescató la crítica de Mao a Stalin y la desarrolló aún más, mucho más que Mao. Y lo hizo en un tiempo en que los dizque maoístas del mundo veían las críticas de Mao a Stalin “con sospecha”. Bob Avakian desarrolló sistemáticamente el camino para la revolución en países como Estados Unidos en un momento en que los maoístas del “tercer mundo” sonreían burlonamente ante cualquier mención de la revolución en los países imperialistas y en que los maoístas de los países imperialistas concebían su tarea como solamente apoyar el frente revolucionario en el “tercer mundo”. Avakian desarrolló sistemáticamente y aclaró aún más la teoría marxista de la dictadura del proletariado y la democracia en un momento en el que la idea de que “el camino al socialismo pasa por la democracia” ha sido una visión predominante en el movimiento comunista internacional (y el Partido Comunista de Nepal [Maoísta], el ahora Partido Comunista Unificado de Nepal [Maoísta], era uno de los defensores de este concepto). Contrario los que atacaban las experiencias de la dictadura del proletariado en la URSS y China, Bob Avakian, en lugar de regresar a la democracia burguesa del siglo XVIII, criticó las deficiencias de la dictadura del proletariado en la URSS y China a través del análisis de la gran experiencia del proletariado en el siglo XX y desarrolló más profundamente las teorías sobre dictadura y democracia proletarias.

El afilamiento de las cuchillas del marxismo molesta incluso a algunos partidos y organizaciones dentro del Movimiento Revolucionario Internacionalista, porque le quita espacio a fingir con respecto a la revolución y el comunismo. La revolución, en particular la revolución socialista, es un acto consciente. Puesto que tanto la realidad (que tiene existencia independiente) como la consciencia son cambiantes, no es posible hacer la revolución sobre la base de una comprensión metafísica de que “el marxismo ha descubierto la verdad, y la tarea de los comunistas es aplicarla”. De ser así, las dos importantes revoluciones en la URSS y China no hubieran sido derrotadas. La verdad no es algo que se descubra de una vez por todas, sino que es un incesante proceso de lucha entre materia y conciencia, sujeto y objeto, libertad y necesidad.

¿Hay una base material para el desarrollo en la ciencia?

Shola escribe: “El sistema socio-económico… es decir, el sistema capitalista, a pesar de los grandes desarrollos por los que ha pasado, sigue siendo el sistema capitalista, y sus cimientos existen objetivamente, y sigue existiendo la necesidad de la clase obrera, como clase, de cambiar de una clase en sí a una clase para sí. El sistema capitalista-imperialista sigue existiendo, y no estamos enfrentando un sistema postcapitalista ni postimperialista, tal como un ultraimperialismo”.

¡Pero la cuestión no es la “existencia objetiva” de este sistema! La cuestión es el estado de esta existencia objetiva en continuo cambio y nuestra curva de conocimiento de este. Como todos sabemos, el capitalismo se convirtió en capitalismo-imperialismo, y se han producido muchos cambios dentro de la clase obrera en los países imperialistas. Sin comprender y conceptualizar estos cambios hubiera sido imposible para Lenin hacer la revolución. La teoría tiene que avanzar para poder producir práctica revolucionaria. Sin avanzar la teoría hubiera sido imposible luchar contra el oportunismo y el revisionismo, puesto que no hubiera habido ningún criterio de demarcación con el revisionismo. La tarea de la ciencia es analizar la realidad objetiva y la forma en que cambia, y las razones de estos cambios.

Miremos algunos de estos cambios que han tenido lugar en las últimas décadas y veamos qué tan realista es el análisis de Shola de que este mundo no ha cambiado mucho.

Primero, miremos la restauración del capitalismo en la otrora socialista China. Shola dice, “Desde el punto de vista de la existencia del poder político proletario, las olas de revolución proletaria comenzadas en la época de Marx se debilitaron amplia y profundamente luego de la derrota de la revolución en China, pero no terminaron por completo”.

Con este tipo de análisis, Shola muestra uno de los siguientes dos problemas: ¡o bien no están enterados de la historia del mundo cuando las revoluciones socialistas llegaron al poder y se construyeron países socialistas; siendo por tanto imposible para ellos captar lo que representaron las dictaduras del proletariado incluso cuando la mayor parte del mundo estaba bajo el control del imperialismo y la reacción! O, con este tipo de evaluación simplemente manifiestan determinada concepción de clase: ven esa historia con la concepción del mundo de la burguesía nacional de los países oprimidos, y por tanto les importa un carajo la pérdida de esos países.

Con el derrocamiento del poder socialista en China en 1976 y la restauración del capitalismo allí no sólo se eliminó el último bastión socialista en el mundo contra el capitalismo, sino que se convirtió a China de un bastión de la revolución mundial en una reserva del imperialismo mundial y posteriormente en uno de sus pilares. Este acontecimiento ha tenido un tremendo efecto sobre el balance entre revolución y contrarrevolución a escala mundial, incluyendo por ejemplo el aumento y extensión de los movimientos islámicos reaccionarios. ¡¿El PC(M) realmente cree que la transformación de China no llevó a un cambio cualitativo en la situación objetiva del mundo?!

La derrota de los viejos movimientos nacionales anticolonialistas en las décadas de los 50, los 60 y los 70 y su reemplazo por guerras religiosas tribales fue otro de los cambios importantes que se dieron. El movimiento comunista sufrió un fuerte golpe en distintos rincones del planeta y fue marginado perjudicialmente. En vez de los movimientos comunistas, o incluso los nacionalistas, las fuerzas islámicas, con sus concepciones y programas religiosos tribales, influenciaron a las masas.

La finalización de la contienda entre los dos bloques imperialistas dirigidos por EEUU y la URSS abrió las puertas a una nueva andanada de invasión del capitalismo imperialista en cada rincón del planeta, lo que llevó a un nivel de integración del mundo entero sin precedentes, causando una tremenda desintegración e inestabilidad en el tejido socio-económico de los distintos países. Estos acontecimientos han tenido efectos innegables en el tejido social y las configuraciones de clase en todos los países, especialmente en los del “tercer mundo”, y esto a su vez tiene importantes implicaciones para la estrategia de la revolución en cada país.

Como resultado de la globalización capitalista, surgieron nuevas capas de la burguesía compradora, y la vida de las capas más bajas de la burguesía, o “burguesía nacional”, se volvió completamente dependiente de la dinámica del sistema capitalista mundial. Los efectos de la globalización cambiaron la estructura del campo al igual que impulsaron la mayor migración de los hombres y la feminización del campesinado. Se expandieron las ciudades y el proletariado de las ciudades, y también allí la pobreza y el trabajo se feminizaron cada vez más.

En el Medio Oriente, uno de los principales acontecimientos después de la década de los 70 ha sido el auge del islamismo. Diferentes facciones entre las fuerzas islámicas (estén o no en el poder) llegaron a constituir una nueva capa de la burguesía compradora en estos países. La alteración del proceso de desarrollo impulsado por el imperialismo desde mediados de la década de los 70 arrojó a estas capas hacia una posición antagónica frente a las capas de la burguesía compradora que tenían entonces el monopolio del poder político. Esta nueva élite compradora estaba compuesta por capitalistas, políticos e intelectuales islámicos que tenían nuevas demandas y ambiciones de una redistribución del poder económico y político, aunque dentro del mismo marco del sistema capitalista-imperialista.

El ascenso de estas fuerzas políticas llegó a presentar grandes retos al movimiento comunista. Un análisis político del auge del islamismo y su relación con el funcionamiento del sistema capitalista global y un erróneo análisis del carácter de clase de estas fuerzas islamistas y de la naturaleza reaccionaria de sus contradicciones con el imperialismo causaron un enorme daño a los movimientos comunistas y de izquierda, e incluso arrastraron a las fuerzas antiimperialistas en Europa y Estados Unidos a defender a las fuerzas islámicas contra el imperialismo. Dos importantes cambios en la situación objetiva a nivel internacional fortalecieron a las fuerzas islámicas en Medio Oriente y el Norte de África: primero, la alteración del desarrollo económico impulsado por el imperialismo, posterior a la década de los 70, conllevó la desintegración social dentro de estos países; segundo, la transformación de los movimientos nacionalistas en nuevos colaboradores del sistema capitalista mundial y, finalmente, la restauración del capitalismo en China en 1976 debilitaron y desacreditaron a los rivales “de izquierda” y “laicos” de las fuerzas islámicas.

Bob Avakian fue la primera persona en el movimiento comunista internacional que analizó audaz y claramente la naturaleza de estos movimientos islámicos y las capas y clases involucradas.[12]

Pero la mayoría de los partidos MLM en el MRI fueron indiferentes a este análisis y a la necesidad de una política revolucionaria en esta materia, mientras que de hecho el auge del fundamentalismo islámico fue un obstáculo importante para la propagación y desarrollo de los movimientos comunistas en los países llamados “musulmanes”.

Nos gustaría plantear esta pregunta al PC(M)A: ¿cuál ha sido el análisis del PC(M)A sobre el fenómeno de los movimientos islamistas, el carácter de clase de las fuerzas involucradas (en especial los talibanes) y la naturaleza de la contradicción entre estas fuerzas y el imperialismo? ¿Qué ha representado su análisis del carácter de clase de las fuerzas islamistas, para el desarrollo de la estrategia y la táctica para la revolución proletaria en Afganistán? ¿Y qué teorías MLM han sido las herramientas del PC(M)A para el desarrollo de tales análisis y síntesis?

Shola cree que es incorrecto hablar del fin de la primera ola de la revolución proletaria que comenzó con la Comuna de París y continuó con la Revolución de Octubre en 1917, la Revolución de Octubre de 1949 en China y la “revolución dentro de la revolución” en 1966 en la China socialista —una etapa marcada por las teorías de Marx, Lenin y Mao (MLM). Para este efecto Shola alega:

“… El surgimiento del sistema capitalista, la estructura de clases de este sistema y las luchas de clases en su interior fueron la base objetiva para el surgimiento del marxismo. El capitalismo en la época de Marx era un capitalismo de librecambio. El desarrollo del sistema capitalista a su fase de imperialismo, y nuevas estructuras de clases y luchas de clases fueron la base objetiva para el desarrollo del marxismo en marxismo-leninismo. El desarrollo de la revolución proletaria en países bajo la dominación imperialista y, más importante aún, la derrota de la revolución en la Unión Soviética y la lucha por evitar la restauración en la China revolucionaria prepararon el terreno objetivo para el desarrollo del marxismo-leninismo en marxismo-leninismo-maoísmo.… En relación con estas bases objetivas, hasta ahora ha habido tres etapas de desarrollo en la ciencia del comunismo, a saber, primero, la etapa del marxismo, segundo, la etapa del marxismo-leninismo, y tercero, la etapa del marxismo-leninismo-maoísmo… Por lo tanto, ni hay una base objetiva para conceptualizar todo el periodo de Marx, Lenin y Mao como una ola revolucionaria (la primera ola de revolución proletaria), ni principio subjetivo alguno”.

Aparentemente, el PC(M)A reconoce etapas en el desarrollo del marxismo, pero su método y argumento con respecto a si el marxismo requiere o no más desarrollo es similar al método y argumentos del Partido Comunista de Nepal (Mashal), dirigido por Singh. (Este partido fue un miembro participante del MRI). Singh creía que Mao no había desarrollado la ciencia del marxismo a una tercera etapa, y que Mao no podía haberlo hecho porque, según Singh, la ciencia del marxismo se desarrolla sólo cuando el capitalismo se desarrolla a una fase cualitativamente diferente. El argumento del líder del Partido Mashal no solo reflejó su método metafísico, sino que principalmente mostró que Singh no captó la tremenda importancia del descubrimiento de las leyes de la lucha de clases bajo el socialismo por parte de Mao Tsetung y la teoría de “la continuación de la lucha de clases bajo la dictadura del proletariado”, o desde un punto de vista burgués simplemente no le importaba. Para el Partido Mashal, la restauración del capitalismo en un país socialista y su transformación en un país socialimperialista no hacía parte de los “cambios objetivos en el mundo”, de modo que para el marxismo no había necesidad de lidiar con eso, y cuando el marxismo, a través de Mao Tsetung, se puso a la altura de este reto y respondió a esta necesidad, ¡era un asunto tan insignificante que no podía ser considerado un “desarrollo del marxismo”! Para Mashal, esto no representaba un “reto objetivo” del que dependiera el futuro del mundo y de miles de millones de personas. Para Mashal, este problema no era relevante para las revoluciones de hoy, y el movimiento comunista no debería haberse preocupado por eso. Para Mashal, “objetiva” era cualquier cosa que apareciera en su “radar” político e ideológico, y no la realidad misma.

Contrario a la comprensión del PC(M)A, los cambios que se han dado a escala mundial (ya hemos mencionado unos cuantos) no solo son importantes sino que profundizar en ellos también abre la posibilidad de desarrollar el marxismo. Ningún partido revolucionario puede ignorar la importancia de captar estos cambios y sus implicaciones para la estrategia y la táctica revolucionarias. Todo partido u organización comunista que asuma seriamente hacer la revolución en su país y en el mundo tiene que abordar los retos planteados por estos cambios. De lo contrario, dejará de existir como corriente comunista revolucionaria. Ahora bien, ¿no tenemos el derecho a preguntar qué clase de pensamiento es el que evita lidiar con estos tremendos cambios materiales y los desafíos que nos plantean? Tremendos cambios en la situación objetiva han cuestionado el anterior marco teórico del marxismo. La obra de un pensador materialista como Bob Avakian constituye una respuesta a estos cambios y pone la teoría comunista sobre una base más correcta y más científica. De no ser así, el marxismo se convertiría en una religión y un ritual, e inevitablemente carecerá del poder para guiarnos en cambiar el mundo mediante la revolución.

Abordemos entonces la relación entre la teoría y la práctica y el alegato del PC(M)A de que nuestro enfoque es el de “absolutizar la teoría”.

La relación entre la teoría y la práctica

La relación entre teoría y práctica es otro objeto de crítica por parte de Shola, que cree que nuestro Partido tiene una visión “absolutista” con respecto al papel de la teoría, y escribe: “Sobre la relación entre teoría y práctica tenemos dos famosas fórmulas. Una es que la teoría es una guía para la práctica, y la otra es que la práctica es el origen de la teoría así como el criterio para determinar si es correcta o no. Sólo adoptando estas dos fórmulas podemos definir correctamente el papel de la teoría y la práctica. Sin embargo, el documento del CC del PCI(MLM) tiene una visión absolutista sobre el papel de la teoría”.

La crítica de Shola gira principalmente alrededor de esta afirmación en el artículo “Encrucijada”: “Contrario a una comprensión vulgar de que la teoría debe ir después de la práctica, es la teoría la que debe ir al frente y guiar la práctica. Hoy, todos los comunistas deberían actuar conforme a esto”.

Nuestra respuesta a esta crítica

El problema de una correcta comprensión del marxismo no puede resolverse con fórmulas. Los revisionistas las utilizan también pero con su propia comprensión de la relación entre teoría y práctica. Estas mismas fórmulas, sobre las que Shola y nosotros tenemos aparente unidad, en realidad están llenas de tensión, y las tendencias empiristas y positivistas también tienen sus propias interpretaciones y comprensión de ellas.

La práctica social es el punto de partida y final de la teoría (o conocimiento). La teoría se adquiere mediante la práctica social o la interacción de la gente con el mundo objetivo por fuera de su mente con el propósito de comprenderlo y cambiarlo. Y finalmente, lo correcto de la teoría también lo mide ese mundo objetivo. Nuestro conocimiento se origina totalmente en la experiencia social que resulta de la práctica de la lucha de clases, de la producción y de la experimentación científica.

Los positivistas borran el adjetivo “social” o lo entienden muy estrechamente. “Práctica social” significa una práctica que está más allá de la práctica directa de un individuo, grupo o nación. En nuestra época, práctica social significa práctica mundial. Nuestras teorías revolucionarias no son principalmente el resultado de nuestra propia práctica, sino que son abstracciones de la práctica histórico-mundial. Las teorías adquiridas de la práctica social se convierten a su vez en una guía para llevar a cabo otra práctica social. Mao Tsetung defendió y desarrolló esta teoría fundamental de la filosofía marxista e hizo énfasis en que la práctica social tiene primacía y es decisivao en el proceso de adquisición de conocimiento.

El siguiente punto importante en la relación entre la teoría y la práctica es que el conocimiento humano (del que hace parte integral la capacidad de los seres humanos para cambiar sus condiciones) no brota espontáneamente de la práctica social. Este conocimiento se adquiere mediante trabajo mental y síntesis. Para esto, se debe tener el enfoque de ir de la apariencia a la esencia y de descubrir las relaciones internas que no son evidentes en los fenómenos para dar un salto racional en el conocimiento. Solo a través de una práctica teóricamente decantada pueden los seres humanos pasar su experiencia para que la práctica se desarrolle en espiral en vez de perderse en un círculo vicioso. Si la práctica no se somete a análisis y síntesis, la experiencia no puede ser trasferida y en última instancia se perderá. Hoy, esta se ley se aplica seriamente al comunismo.

De hecho, una práctica social que no es evaluada, o que es evaluada incorrectamente, se perderá. Este es un peligro que pende sobre la experiencia de las revoluciones socialistas del siglo XX, y entre los comunistas del mundo sólo Bob Avakian ha evaluado correctamente esas experiencias y de esta manera ha hecho posible no solo preservar esas experiencias de la extinción sino que también ha preservado las profundas lecciones positivas así como ha reconocido sus errores y defectos. Mediante la síntesis de estas experiencias, Avakian ha producido un conocimiento racional más preciso y más científico de lo que es el comunismo y cuál es el complicado camino para alcanzarlo. De hecho, el principal “campo” de la nueva síntesis de Avakian son las mismas revoluciones socialistas del siglo XX —revoluciones que cambiaron drásticamente la cara de la historia. Aquí también podemos ver que en el desarrollo de la nueva síntesis, la práctica social ha tenido primacía y ha sido decisiva.

De hecho, los desarrollos posteriores del PCR (en el campo de la teoría y práctica revolucionarias en EEUU) fueron influenciados por las evaluaciones que Bob Avakian estaba haciendo de “campos” distintos al campo inmediato de la lucha en EEUU. Por ejemplo, la ruptura del PCR con el economicismo fue posible con el descubrimiento del significado y el contenido de la Gran Revolución Cultural Proletaria en China. O el papel de vanguardia que desempeñó el PCR en relación con el MRI (tanto teórica como organizativamente) no hubiera sido posible sin las evaluaciones de Avakian de las experiencias del MCI, incluyendo la disolución de la Comintern por Stalin y luego la falta de iniciativa por parte de Mao respecto a la reorganización del MCI, así como el reconocimiento de algunas tendencias nacionalistas en el pensamiento del propio Mao.

El desarrollo subsiguiente de todos los partidos maoístas estuvo influenciado por cómo evaluaron la lucha de clases en China y su resultado. Todos ellos tuvieron que explicar por qué los comunistas en China fueron derrotados y por qué la dictadura del proletariado fue derrocada y el capitalismo restaurado allí. Los trotskistas usaron este acontecimiento para alegar que esta era otra señal de que es “imposible” el socialismo en un solo país o en países con fuerzas productivas atrasadas. Algunas corrientes maoístas como el Partido Comunista de Filipinas creyeron que la derrota se debió al “izquierdismo de la banda de los cuatro”, quienes querían imponer relaciones socialistas avanzadas en China. Algunos otros vieron la derrota como el resultado de un “estado unipartidista” y de la falta de “democracia” en ese país (por ejemplo K. Venu, el líder del Comité de Reorganización Central del Partido Comunista de la India [Marxista-Leninista], hoy llamado grupo “Naxalbari”, y Baburam Bhattarai, un líder del Partido Comunista de Nepal [Maoísta]). Gonzalo, el líder del Partido Comunista de Perú, creía que para evitar la restauración capitalista en los países socialistas debía haber “guerra popular hasta el comunismo”, etc.

Todas las anteriores evaluaciones eran erróneas, y —de una u otra forma— existieron y tuvieron influencia en los partidos del MRI y su visión del proceso de la revolución en sus países. En otras palabras, su evaluación de la experiencia en China tuvo un impacto decisivo en su práctica.

Otro aspecto importante y relacionado de este debate sobre teoría y práctica es que el conocimiento, o la teoría, es una verdad relativa. Esta “relatividad” está completamente ligada con la realidad “por fuera” de la teoría, o el mundo objetivo, a lo que en la filosofía marxista se hace referencia como “verdad absoluta”. En cada momento, nuestro conocimiento del mundo objetivo y sus procesos es relativo. Este carácter relativo se debe al hecho de que los seres humanos tienen limitaciones así como al hecho de que el mundo objetivo está en constante cambio. Con la comprensión cada vez mayor de los fenómenos objetivos por parte de los seres humanos, el grado de “relatividad” disminuye. En otras palabras, la curva de conocimiento cambia. A este respecto dice Avakian: “…el comunismo, desde el tiempo de Marx hasta la fecha, ha experimentado a su vez muchas transformaciones en su entendimiento, al mismo tiempo que sus principios y objetivos fundamentales, y sus cimientos, método y enfoque científicos, siguen iguales en lo esencial”.[13]

Para terminar, los criterios para determinar lo correcto o incorrecto de la teoría no son los marcos previos de esa teoría. Por el contrario, el rasero para medir esto es el mundo objetivo mismo o verdad absoluta de la que la teoría es su reflejo relativo.

La comprensión empirista de la práctica

En la China socialista se le dio gran importancia a la lucha contra el empirismo. Se enfatizó en el estudio del marxismo por parte de las masas de obreros y campesinos porque “…las personas imbuidas del empirismo menosprecian el papel guía del marxismo respecto de la práctica revolucionaria, no fijan atención en el estudio de teorías revolucionarias, se contentan con éxitos ocasionales y fragmentos de verdad, se embelesan con el ‘practicismo’ estrecho y sin principios y ser rutinarios faltos de sesos y futuro, y carecen de una orientación política firme y acertada, fácilmente se dejan cautivar en lo ideológico por los embusteros políticos seudo-marxistas.”[14]

Con el fin de “probar” lo correcto del “Camino Prachanda”, el liderato del PCN(M) también recurrió a interpretaciones empiristas de la relación entre teoría y práctica. Por ejemplo, uno de sus argumentos fue el de las repetidas victorias logradas en los diez años de la guerra popular en Nepal (1996-2006) bajo el liderato de Prachanda y lo que llamaron el “Camino Prachanda”. Con esta misma metodología, concluyeron que dado que la “dictadura del proletariado” en la China socialista fue derrotada, esta debió ser un error. Y sobre esa base propusieron que un “Nuevo Estado” debía basarse en la democracia electoral entre el partido comunista y los partidos burgueses.[15]

Si extendemos este método positivista deberíamos creer que “Sólo lo que EXISTE es deseable y posible” —incluyendo el sistema de opresión y explotación de clases. El PCN(M) reemplazó con su experiencia limitada y parcial las verdades universales que han sido adquiridas de la vasta práctica de las luchas de clases histórico-mundiales. Mao advirtió sobre esta desviación, señalando:

“Los que tienen experiencia en el trabajo práctico deben estudiar la teoría y leer a conciencia; solo así podrán sistematizar y sintetizar sus experiencias para elevarlas al nivel de la teoría, y evitarán tomar sus experiencias parciales por verdades universales, así como caer en el error del empirismo”.[16]

Sin duda, la práctica prolongada de los individuos o partidos en la lucha revolucionaria es una experiencia muy valiosa, pero si no se sintetiza correctamente no sólo no se convertirá en “guía” para la práctica revolucionaria sino que podría terminar guiando la práctica contrarrevolucionaria. Podemos ver que con interpretaciones empiristas no se puede comprender correctamente la relación entre teoría y práctica. ¡Sí! Prachanda utilizó la guerra popular como presión en las negociaciones del PCN(M) con los partidos del Estado de Nepal. Pero la embriaguez de esos “maoístas” duró poco y los que habían estado tan emocionados, en vez de expresar su disgusto con este tráfico, susurraron: “¡Oh, qué gran practicante! ¡Qué gran triunfo!”

De hecho, la práctica/experiencia de Nepal sí probó lo correcta que es la teoría, pero no las “teorías” del PCN(M), las cuales sostuvieron que nacieron de su propia experiencia práctica. La experiencia de Nepal probó una vez más lo correctas que son las teorías que han resultado de otra práctica —de la experiencia de las revoluciones proletarias victoriosas y de las amargas derrotas de los comunistas en otros lugares y épocas.

¡¡”Alardeo teórico” pero “pequeño cuerpo organizativo”!!

Shola evalúa furiosamente nuestro énfasis sobre la importancia de la teoría como un “alardeo teórico… que en sí es una forma de pereza teórica”, y agrega: “este alardeo teórico sólo encubre las principales deficiencias de este partido —tener un cuerpo organizativo peligrosamente pequeño y una densa estructura intelectual, estar inmensamente separado de su base social de clase con un cierto grado de poner ‘una mano en el fuego desde lejos’, y tener parálisis práctica— y crea una especie de complacencia falsa e infundada por su liderazgo, lo que a su vez resulta en una mayor profundización y desarrollo de las deficiencias mencionadas”.

Supongamos que todo este horóscopo presentado por estos hombres sabios de barba blanca sobre nuestro partido y “su cuerpo organizativo” correspondiera a la realidad. Pero nos gustaría hacerles a estos respetados camaradas esta pregunta: ¿el fuerte “cuerpo organizativo” del Partido Comunista de Nepal (Maoísta) y sus inmensos vínculos con su “base social” evitaron que éste traicionara los sueños y aspiraciones revolucionarios de esa misma base social? Miremos la experiencia en Afganistán: ¿Y gente como “SAMA” y la “Organización Rahaii” acaso no usaron el mismo tipo de lamentables argumentos pragmáticos, tales como “poner una mano en el fuego desde lejos” o “parálisis práctica”, contra los comunistas para justificar su línea oportunista de derecha de imitar y seguir a las corrientes islámicas reaccionarias? Y de paso, ¿cuál es su evaluación del hecho de que mucha gente de izquierda y comunistas lucharon y se sacrificaron bajo la bandera de los muyahidines durante la guerra contra el ejército soviético [muyahidín es el nombre genérico para las fuerzas islámicas en Afganistán que lucharon contra los soviéticos como parte de las fuerzas lideradas por los imperialistas estadounidenses —trad.]? ¿Esta lucha fue de carácter revolucionario o contrarrevolucionario? ¿Cómo se justificó el unirse a los frentes de guerra liderados por fuerzas islámicas y en qué teorías se basó? Ustedes estuvieron involucrados en esa amarga experiencia no tan “desde lejos”. ¿Cuál es entonces su evaluación de esas “teorías” que fueron esgrimidas para justificar y producir ese tipo de práctica?

Nos gustaría recordarle una vez más a Shola que: la línea política e ideológica es decisiva en el carácter y la práctica de todo partido. La teoría y la práctica no son disociables. La práctica de los economicistas y pragmáticos también está basada en la teoría, así como la práctica de los comunistas. La consigna revolucionaria de “¡seamos realistas!, ¡exijamos lo imposible!” tiene tanta base teórica como la consigna pragmática de “lo posible es lo que EXISTE”. Ambas son formulaciones basadas en la práctica. Una refleja correctamente la realidad y la otra es errónea. Una es una guía para la práctica revolucionaria y la otra es una guía para el capitulacionismo y la conciliación de clase. Si la práctica no se guía ni se basa en una teoría revolucionaria, entonces procederá definitivamente sobre la base de una teoría no revolucionaria y en consecuencia se convertirá en una práctica no revolucionaria, e incluso contrarrevolucionaria. Esto es cierto incluso para la práctica de los revolucionarios. La teoría es siempre una guía para la práctica y toda práctica está basada en alguna teoría. El significado del término marxista “praxis” expresa este carácter indisociable. Por lo tanto, mejor asegurarnos de que esta “guía” sea correcta (y el que se adelante a la práctica hace parte de que sea “correcta”) con el fin de realmente iluminar el camino para la práctica. Esta es una verdad muy sencilla y poderosa. Minimizar esta verdad equivale a minimizar el papel del elemento consciente y llevaría a anularlo. Si la teoría se pone a la cola de la práctica y de la situación objetiva, ¿cómo podría jugar el papel de guía?

Shola alega que nuestro partido niega el papel de la práctica en la producción de teoría y que ha caído en el absolutismo con respecto al papel de la teoría. Con esto Shola quiere decir que la práctica tiene primacía sobre la teoría, y que nuestro partido da prioridad a la teoría y esto se ha convertido en una justificación para nuestra supuesta “inacción” y “parálisis práctica”. Otro nivel del argumento de Shola sobre la relación entre teoría y práctica es que las grandes teorías sólo pueden surgir de las grandes prácticas y concluye que el “campo” de lucha en Estados Unidos es tan lastimosamente sombrío que es imposible que los comunistas de allí desarrollen teorías comunistas.

Con el fin de argumentar en favor del punto de vista de la primacía de la práctica sobre la teoría, Shola pone un ejemplo del desarrollo de la teoría marxista —un ejemplo equivocado. Shola alega que la teoría de la “dictadura del proletariado” fue desarrollada por Marx luego de la Comuna de París (1871), y que esta teoría se debió a la práctica de la Comuna. Shola inventó esta historia que no corresponde a la realidad. Marx en su famosa obra “Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850” escribió que “la dictadura del proletariado es un punto necesario de transición” para alcanzar el comunismo. ¡Esto fue 20 años antes de la Comuna!

Además del hecho de que Shola distorsiona la historia para “probar” su punto de vista, esto es señal de la comprensión positivista que tiene Shola de la relación entre la teoría y la práctica. Shola cree que una teoría específica sólo puede ser resultado de una práctica específica, mientras que Marx concluyó la teoría de la dictadura del proletariado mediante un amplio estudio de la historia del desarrollo social de los seres humanos y el surgimiento de las clases y su expresión en la filosofía y la política, etc. Las corrientes positivistas consideran solo las prácticas que han producido resultados “positivos” como medida de lo correcto de una teoría. La realidad es que: Primero, las derrotas prácticas no necesariamente son reflejo de errores o defectos de una teoría. Segundo, incluso los ejemplos de derrotas en la práctica son fuentes para medir, rectificar y desarrollar teorías. Un desastroso ejemplo en Afganistán fue la unidad de la Organización Rahaii y SAMA con las fuerzas islámicas (la cual en realidad fue una unidad con el sistema feudal y comprador de Afganistán). Esta es una fuente muy importante para estudiar y criticar su teoría de la “resistencia nacional”, la cual llevó a una práctica tan desastrosa.

El dogmatismo hace frágil al marxismo

Los dogmáticos no pueden entender que el conocimiento es relativo. En periodos en los que este conocimiento relativo se hace insuficiente e incorrecto, los dogmáticos no pueden reconocer esta realidad y lidiar con ella. El dogmatismo hace frágil al marxismo y lo transforma en algo sin vida. Los dogmáticos repiten con fe religiosa que ellos son marxistas y revolucionarios pero no pueden lidiar con los problemas de la revolución o explicar los complejos fenómenos que surgen en la lucha de clases. El dogmatismo también paraliza a los revolucionarios en su práctica, porque la práctica revolucionaria significa transformar el mundo y esto no es algo que pueda hacerse solo con querer hacerlo. Para esto, se tienen que captar las contradicciones internas y la posibilidad de superarlas, y actuar sobre esa base. La teoría debe reflejar el mundo exterior objetivo. Si la teoría se convierte en algo congelado entonces perderá su conexión con ese mundo exterior. El dogmatismo es de hecho una forma de idealismo. Lenin dice: el marxismo no es un dogma muerto, es una guía viva para la acción, porque está interconectado con el mundo material y las condiciones sociales, y porque apunta a transformar esto —por todas esas razones todo cambio repentino en las condiciones materiales de la sociedad necesariamente influye en el marxismo y se refleja en él. Por estas razones, el marxismo y los marxistas experimentan crisis —una crisis de desarrollo. A los dogmáticos no les gusta la palabra crisis porque solo ven los aspectos negativos de ésta. No pueden ver que una fiebre es una reacción del cuerpo para lidiar con ella. Los marxistas quieren responder a este reto porque quieren transformar la realidad material.

Cuando la teoría va a la zaga de la práctica

El MCI siempre ha presenciado corrientes que desprecian la teoría y rinden culto a la pobreza teórica. Los líderes economicistas y pragmáticos siempre recetan e inyectan a las masas teorías “tangibles” y “que llegan al corazón” y convierten a las masas en “menores de edad”. Este es el mismo método que usa la burguesía para controlar a las masas. Por otro lado, los líderes comunistas desde Marx hasta Mao han expresado explícitamente la importancia del papel de la teoría revolucionaria. En la extraordinaria obra marxista clásica ¿Qué hacer? Lenin recalcó el crucial papel de la teoría revolucionaria. Uno de los componentes del desarrollo del marxismo en marxismo-leninismo es la avanzada comprensión que Lenin presentó en esta obra. Este desarrollo claramente no estaba conectado con un cambio en la “situación objetiva” o con cambios en el sistema capitalista. Al contrario, fue producto de una mejor comprensión de las necesidades de la lucha de clases y de la revolución comunista. En ¿Qué hacer? Lenin explica su avanzada comprensión en oposición y en lucha contra los economicistas, quienes argüían que sus concepciones empiristas eran marxistas y querían imponerlas al movimiento revolucionario. Trataron de hacerlo recurriendo a la afirmación de Marx de que “cada paso real de movimiento vale más que una docena de programas”.[17] Utilizaron esta afirmación para atacar la importancia crucial de la teoría revolucionaria en el desarrollo de la lucha revolucionaria del proletariado y para justificar su propia línea “economicista” (o reformista). Lenin les responde: “Repetir estas palabras en una época de dispersión teórica es exactamente lo mismo que gritar al paso de un entierro: ‘¡Ojalá tengáis siempre algo que llevar!’”[18] Pero Lenin no se queda en esta mordaz analogía; continúa y explica que en realidad esta cita de Marx está sacada del Programa de Gotha donde advierte que “Ya que hace falta unirse —escribía Marx a los dirigentes del Partido—, pactad acuerdos para alcanzar los objetivos prácticos del movimiento, pero no trafiquéis con los principios, no hagáis ‘concesiones’ teóricas.”[19]. Y al final concluye que “sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario”[20].

El enfoque de Lenin de que “el elemento consciente” es decisivo para el éxito de la revolución proletaria es uno de los pilares del leninismo y fue decisivo en la victoria de la revolución rusa. Pero esto fue enterrado por las corrientes de derecha e izquierda dentro del partido bolchevique y durante el periodo de Stalin. En la Comintern, las líneas economicista y pragmática se difundieron peligrosamente dejando un impacto fatal en el MCI.

Mao lidió con el problema de la teoría revolucionaria y la necesidad de desarrollarla a un nivel cualitativamente superior de lo que hizo Lenin, resolviendo los problemas y contradicciones que encaraba la Revolución China, especialmente lidiando con la restauración del capitalismo en la URSS y las complejidades y problemas de la construcción socialista. Pero incluso antes del triunfo de la revolución, Mao le dio alta prioridad al continuo énfasis y atención sobre la cuestión de la teoría y la lucha de líneas dentro del partido para liderar la revolución y mantener el carácter revolucionario del partido. La Revolución Cultural y muchas de sus teorías en este ámbito, incluyendo “empeñarse en la revolución, promover la producción”, hacen parte de su mayor avance de una comprensión “quehacerista” bajo el socialismo. La Gran Revolución Cultural Proletaria representó una gran lucha contra las concepciones economicistas que aparecieron bajo las condiciones de la dictadura del proletariado y ayudó a avanzar el alcance y la comprensión del papel de la conciencia en la transformación revolucionaria de esa sociedad.

Mao nunca se cansó de repetir que “lo correcto o incorrecto de la línea política e ideológica lo decide todo”. Esta tesis de Mao es una expresión de la importancia de la teoría revolucionaria para cambiar la sociedad y el mundo. Sin una teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario. El carácter de toda práctica está determinado por la línea política e ideológica que la guía. Ningún otro criterio, como el nivel de apoyo de las masas o el poder de fuego, puede reemplazar esto.

Contrariamente a la creencia generalizada, la famosa obra de Mao “Acerca de la práctica” no fue escrita para enfatizar que la práctica es más importante que la teoría. Mao escribió esto durante la campaña para rectificar el estilo de trabajo del partido en lucha contra los dogmáticos y los subjetivistas quienes, sin mirar la “realidad objetiva” y solamente usando el método de citar fuera de contexto de tiempo y lugar, hilaban opiniones. En realidad fue una lucha contra aquellos que tenían un enfoque religioso y acientífico hacia el marxismo. En oposición a ellos, Mao aplicó la dialéctica, explicando la relación entre la materia y la consciencia y la constante transformación de la una en la otra. Mao arrojó luz sobre la importancia de la superestructura, la política y la consciencia para dirigir la práctica revolucionaria y cambiar el mundo, conceptos que Mao revivió, aplicó y desarrolló no solo en relación con la guerra revolucionaria sino también en el proceso de construir el socialismo y conducir la Revolución Cultural.

Por desgracia, a pesar de estos grandes esfuerzos de Lenin y Mao por elevar el nivel de comprensión del movimiento comunista sobre el papel decisivo de la conciencia, la tendencia a rebajar el papel de la teoría y rendir culto ciego a la práctica sin prestar atención a su carácter (el cual está determinado por la línea política e ideológica que la dirige) se desarrolló cada vez más, corroyendo al MCI desde dentro, como las termitas. El predominio de este tipo de pensamiento fue, por un lado, una manera de vaciar al marxismo de su esencia revolucionaria, conservando sólo la cáscara. Por otro lado, se convirtió en un obstáculo para que el marxismo influenciara a la nueva generación de luchadores en todos y cada uno de los países.

Miremos de nuevo las afirmaciones de Shola para entender cómo ve la relación entre teoría y práctica: “Estas síntesis (la nueva síntesis de Bob Avakian) prácticamente no despiertan tanta pasión militante y esfuerzo de reflexión como lo hicieron el ‘Pensamiento Gonzalo’ y el ‘Camino Prachanda’ —ni a nivel internacional ni dentro de la misma sociedad estadounidense, puesto que sus campos directos de lucha práctica y de masas en Estados Unidos son inexistentes y tediosos, son incomparables con los apasionados campos directos de lucha práctica y de masas del ‘Pensamiento Gonzalo’ y el ‘Camino Prachanda’”.

Quisiéramos sugerirle al Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán que, en vez de emocionarse con los “apasionados campos directos”, presten atención al carácter de clase de esos campos. En el caso de Nepal pregúntense: ¿qué teoría llevó a este partido en una dirección reaccionaria? ¿Cuál fue el camino que llevó a los líderes de este partido a pisotear los principios del comunismo y la revolución y a unirse con el sistema de opresión y explotación? El pantano es el pantano, y el camino que lleva a él debe ser denunciado, no exaltado.[21]

Esta experiencia demuestra que no deberíamos olvidar nunca que todas las teorías tienen su raíz, base y cimientos en la práctica, y adelante de toda práctica marcha una teoría y política determinada que muestra el camino para la práctica. La pregunta es ¿adónde lleva cada teoría y cuál es el carácter de clase de la práctica que se lleva a cabo? Mao dijo: siempre se está aplicando una teoría, así no se sea consciente de ello. La nueva síntesis de Bob Avakian está profundamente anclada y basada en la práctica revolucionaria de nuestra clase en todo el mundo —en especial las revoluciones socialistas en la URSS y China, y en los posteriores esfuerzos por descubrir por qué fue restaurado el capitalismo allí. Esta es la mayor práctica revolucionaria de nuestra clase internacional, su pináculo. No es sin razón que las teorías revisionistas del PCN(M) se desarrollaran también a través de una evaluación errónea y anticomunista de estas experiencias, lo que a su vez dio forma a la práctica capitulacionista de ese Partido. Ningún tipo de truco puede ocultar la verdad de que en el MRI surgieron dos líneas —la marxista y la revisionista— con respecto a la valoración del Estado durante la dictadura del proletariado en la URSS y en China, el contenido de la dictadura y la democracia proletarias, y el camino para construir el socialismo en un mundo dominado por el imperialismo.

Las experiencias de las revoluciones socialistas del siglo XX son las mayores fuentes prácticas para enriquecer el marxismo y dar lugar a la nueva síntesis. Estas grandes prácticas y sus lecciones positivas y negativas tienen que ser captadas por la teoría para abrir la vía a mayor práctica revolucionaria del proletariado internacionalista. Las teorías que guiaron esas grandes prácticas se han dividido en dos. Esta división en dos es una fuente de desarrollo de teoría, de que se vuelva más correcta y más liberadora y por lo tanto más poderosa. El aspecto correcto, que es el aspecto principal, debe ser asumido y, junto con el desarrollo de análisis correctos de la cambiada situación objetiva, debe ser reconfigurado en un nuevo marco del marxismo. Este es el camino que ha seguido la nueva síntesis, a grandes pasos, y se está desarrollando más, y debemos ayudar desinteresadamente a construirla.

Mao dijo: Prestar atención a la experiencia histórica

Las amargas experiencias nos alertan para que miremos la pobreza teórica como una enfermedad en el movimiento comunista. La advertencia de Shola acerca del “absolutismo teórico” es una prescripción fatal. Comparemos el problema de la falta de práctica, voluntad y coraje en la lucha con el de la pobreza teórica y miremos cuál de ellos ha sido el problema más grande en general. Incluso un vistazo a alguna experiencia histórica contemporánea en la región en que están ubicados Afganistán e Irán muestra que la pobreza teórica y la falta de teoría revolucionaria y teóricos revolucionarios han sido problemas grandes y fatales. Esta es una región llena de sacrificios, de dificultades permanentes y de tortura y encarcelamiento de revolucionarios. Pero el aprendizaje parcial del marxismo y la pereza teórica, combinados con la confianza en teorías ya hechas, citándolas ciegamente y convirtiéndolas en artículos de fe, han erosionado la esencia comunista de los movimientos. En esta región durante las turbulentas últimas décadas, las masas se han rebelado repetidamente, pero cada vez las rebeliones han sido desperdiciadas bajo la bandera de las fuerzas nacionalistas e islámicas y, como resultado, tampoco se han convertido en movimientos revolucionarios.

Miremos a Irán. ¿Demuestra inactividad práctica la historia de decenas de miles de comunistas y revolucionarios que han soportado las cárceles y cámaras de tortura medievales para finalmente ser ejecutados? ¿Por qué en 1979 una fuerza reaccionaria islámica pudo hacer a un lado a las otras fuerzas, incluyendo a los comunistas, y secuestrar una gran revolución en desarrollo, la cual había llevado al derrocamiento de un poderoso régimen dependiente del imperialismo? ¿Por qué tantas organizaciones que habían roto con el revisionismo soviético y el partido Tudeh se desorientaron y cayeron en el desconcierto? ¿Por qué la Unión de Comunistas de Irán analizó la naturaleza de la contradicción de los islamistas con el imperialismo como “antiimperialista” y no pudo captar el carácter reaccionario de esta contradicción? ¿Fue todo esto a causa de la pereza práctica de parte de los comunistas?

El movimiento de izquierda de Afganistán es otro ejemplo muy importante de las décadas recientes. Su práctica y destino durante la guerra contra la ocupación del socialimperialismo soviético fue otra amarga experiencia del movimiento comunista, y es muy importante evaluarla. Por desgracia, hasta donde sabemos, nadie ha hecho una evaluación seria de este movimiento. La pregunta obligada es, ¿por qué en los años 80 esa gran fuerza que salió del movimiento maoísta de los años 60 —so pretexto de una “guerra de resistencia”— se convirtió en la reserva de las reaccionarias fuerzas islámicas, cuyos artículos de fe incluían la esclavización de las mujeres y la propagación del oscurantismo religioso? ¿Esto debe ser evaluado o no? ¿Por qué un gran sector de ese movimiento —la Organización Rahaii— se convirtió en seguidor de los revisionistas de China y finalmente entró en cooperación con el Estado pakistaní y la CIA? ¿Por qué otra importante parte de ese movimiento —SAMA— abierta y formalmente levantó la consigna de una República Islámica o gobierno islámico?

Es amargo recordar esta historia, y evaluarla es una tarea urgente para los comunistas. Las preguntas que exigen respuesta son: ¿qué justificaciones teóricas fueron usadas por las fuerzas que se consideraban a sí mismas “izquierdistas” o “revolucionarias” para unirse con el programa social de las fuerzas islamistas y yihadistas? ¿Por qué su nacionalismo, so pretexto de dar prioridad a una “guerra de resistencia nacional” o “lucha antiimperialista”, les permitió unirse con un programa social religioso feudal-patriarcal? ¿Por qué esas fuerzas que se consideraban comunistas y revolucionarias no pudieron ligar la guerra contra las fuerzas invasoras soviéticas con la visión de destruir el sistema de las clases gobernante y realizar la revolución de nueva democracia y el socialismo en Afganistán? ¿Cuáles de los conceptos “leninistas” y “maoístas” fueron utilizados por estas fuerzas de “izquierda” para justificar su reaccionaria práctica de unirse con los imperialistas occidentales y las fuerzas pakistaníes locales? ¿Cuando un país es ocupado (incluso un país socialista, como la URSS por el ejército de Hitler durante la II Guerra Mundial), el carácter de la guerra es nacional y patriótica o tiene carácter de clase? ¿No debería librarse una guerra contra la ocupación dentro del marco de la revolución proletaria y basada en su visión y programa social? ¿Las masas deberían ser movilizadas alrededor de esta visión y meta, y los sentimientos y demandas contra la ocupación deberían situarse y definirse dentro de este marco, o viceversa? ¿Cuáles son las diferencias entre estos dos enfoques en la línea política y la práctica?[22] ¿Por qué no se establecieron escuelas comunistas en oposición a las escuelas religiosas? La falsa máscara de “comunismo” y “socialismo” usada por los imperialistas soviéticos fue un gran problema para los comunistas en Afganistán. ¿Cuál fue su enfoque sobre este problema? ¿Aprendieron de Mao y explicaron a las masas que los soviéticos eran falsos comunistas? ¿Denunciaron que la traición de la URSS al proletariado y los pueblos del mundo en realidad comenzó con el derrocamiento del socialismo en la propia URSS, sometiendo al proletariado y los pueblos dentro de la propia URSS? ¿Aprovecharon esto como una oportunidad para propagar el verdadero comunismo? ¿O recurrieron principalmente a los sentimientos nacionalistas y tradicionalistas de las masas e intentaron preservar el honor del comunismo y de los comunistas a través del sacrificio en la guerra de resistencia nacional contra las fuerzas invasoras? Alguna de esta gente de “izquierda”, en vez de luchar contra el oscurantismo religioso, llegó incluso a unirse a las oraciones islámicas para ganarse la confianza de las masas.

¿No es necesario preguntar por qué en esta región el islamismo se propagó como un fuego en la pradera y el movimiento comunista se marchitó casi hasta morir? ¿Cómo se convirtió el “movimiento de resistencia nacional” en Afganistán en una guerra entre dos potencias imperialistas, y en última instancia la potencia “de apoyo” tuvo un papel en destruir al pueblo y al país tanto como la potencia invasora? Por último, ¿el análisis de Bob Avakian de la unidad y contradicción entre el islamismo y el imperialismo, que son dos sectores anticuados, y de cómo el apoyar a uno lleva a reforzar el otro, es un reflejo correcto de la realidad y una guía para nuestra práctica en el complicado escenario político de Medio Oriente y el mundo?

Se podría preguntar: ¿para qué dar respuestas correctas y comunistas revolucionarias a estas duras preguntas? ¿Y cómo serviría esto a la práctica (desde luego, práctica liberadora y revolucionaria, no práctica reaccionaria)? Diríamos que al menos la nueva generación de luchadores aprenderá de esta amarga experiencia para interrogar vigorosa y obsesivamente y evaluar conscientemente el contenido de clase y social detrás de cada bandera y de cada proclama de “resistencia nacional”, “frente de liberación” y “organización de liberación” y de cada “guerra”, de manera que no caigan en prácticas que son reaccionarias y destructivas. Pero la “utilidad” de este tipo de evaluación es mucho más que eso. Y de hecho es mucho más necesaria para plantar el polo de la revolución y el comunismo en el escenario de Afganistán, Irán y en general el Medio Oriente.

Vayamos ahora al Kurdistán. ¿Hay alguna duda de los sacrificios y el heroísmo de los combatientes revolucionarios peshmerga del Kurdistán? ¿Por qué el Kumala Ranj-e-daran, que había sido formado por la generación comunista de los años 60, se convirtió en un representante de las clases burguesas-feudales del Kurdistán iraquí en unidad con el imperialismo estadounidense?

En Nepal, los comunistas no padecieron de falta de práctica. No tenían miedo de un enemigo armado hasta los dientes. Mostraron convicción práctica hacia la causa liberadora. Formaron un ejército popular y movilizaron a los obreros y campesinos para la revolución. ¿Se debió a su falta de práctica que esta revolución se detuvo a mitad de camino y sucumbió ante algunas dádivas de parte del sistema capitalista?

El artículo “Encrucijada” del CC del PCI(mlm) trata de lidiar con este tipo de problemas. ¿Qué esperamos de todas estas experiencias? Estas experiencias, con tantas pérdidas, nos instan a despertar. Todas estas experiencias, tanto heroísmo y sacrificio, son suficientes para dejar a un lado las pretensiones y confesar el atraso teórico de todo el movimiento. Las presunciones y las respuestas que cubren solo los efectos ya no son solución. Si nos limitamos a las respuestas autocomplacientes, no podremos liderar a las masas desesperadas que se levantan constantemente en rebeliones ni liderar las mentes inquietas de la joven generación que quieren mirar seriamente el problema de liberar este mundo de las esclavizantes cadenas de la reacción y el imperialismo.

Siempre ha habido lucha de dos líneas entre el marxismo y el revisionismo sobre diferentes aspectos de la teoría y práctica comunistas: en filosofía, sobre la organización de la revolución, sobre la economía socialista y la dictadura del proletariado, etc. Estos debates no están desconectados de la vida real ni divorciados de ésta. Dondequiera que predomine el revisionismo, tendrá un impacto fatal y destructivo sobre la práctica revolucionaria. Nadie debería dudar de esto. A pesar de la enorme cantidad de problemas que confrontan los comunistas desde la derrota del proletariado en China, desafortunadamente algunos comunistas, incluyendo al PC(M)A, no ven la necesidad de lidiar con ellos.

Sin trabajo teórico, ninguna vanguardia comunista puede seguir siendo vanguardia

Los economicistas, buscando restarle importancia a la teoría revolucionaria, usualmente equiparan el trabajo teórico con la actividad académica y el escolasticismo. Pero el continuo trabajo teórico y el estudio de los asuntos teóricos en diferentes campos de la ciencia y los nuevos descubrimientos y logros científicos hacen parte de las principales responsabilidades de los comunistas revolucionarios. Todo partido comunista que minimice este trabajo y lo vea como un esfuerzo negativo cometerá serios errores y se transformará en un partido retrógrado y dogmático, porque entender el sistema que domina el mundo y transformarlo no es cualquier cosa. Requiere reflexionar continuamente y un pensamiento actualizado —requiere una concepción del mundo, estrategia política, estrategia militar, tácticas, filosofía, ideología, un análisis de las nuevas contradicciones y un balance de los logros así como de los errores y reveses. No es una especie de candado cuya llave se hace de una vez por todas y en adelante sólo basta con tomar la llave eterna y usarla. Sin duda, el trabajo teórico que se mantiene al margen de la práctica de transformar el mundo se transformará en su opuesto y en vez de abrir las puertas a la revolución se transformará en un obstáculo. Pero al mismo tiempo la separación de la teoría y la práctica no debe ser vista de una manera estrecha y empirista. Al contrario, debemos examinar las más grandes e importantes experiencias revolucionarias para iluminar hasta los campos más pequeños. Considérese, por ejemplo, a quienes pretenden desarrollar la teoría comunista sin prestar atención a las grandes experiencias de las dos revoluciones socialistas en la Unión Soviética y en China (especialmente China). Este es un ejemplo de separar la teoría de la práctica.

Sí, la teoría es una guía para nuestra práctica, y ya que guía nuestra práctica mejor nos aseguramos de que tenga un análisis correcto de la estructura de clases y la situación concreta en nuestras sociedades. Por ejemplo, miremos Afganistán. ¿Cómo se ha de analizar el panorama de la lucha de clases en Afganistán? ¿Cómo analizan ustedes la naturaleza similar de las fuerzas reaccionarias dentro de la “resistencia”, por un lado, y el régimen, el sistema dominante y los invasores imperialistas en Afganistán, por el otro? ¿Es correcto establecer prioridades sobre cuál debería ser derrocado primero por la revolución? Y, finalmente, la pregunta es ¿qué tipo de práctica y su forma más elevada (la guerra revolucionaria) es necesario librar para hacer realidad los intereses inmediatos, así como los de largo plazo, de los obreros, campesinos y mujeres en Afganistán? ¿Qué tipo de programa y de idea de las transformaciones sociales debe guiar esa práctica?

La guerra en Afganistán no es solo una guerra militar. Es una complicada guerra de clases con dos fuerzas sociales anticuadas en el escenario político. La tarea de las fuerzas revolucionarias proletarias es cambiar esta polarización desfavorable y permitirles a las masas luchar bajo la bandera de una línea y horizonte político que representen sus intereses, en vez de convertirse en carne de cañón para una u otra de esas fuerzas reaccionarias.

La fuerza revolucionaria proletaria tiene que plantear audazmente su alternativa política, ideológica, social y económica en oposición y contra estas dos fuerzas anticuadas (podridas) y demostrar de manera continua y exhaustiva su demarcación política e ideológica con respecto a esas dos fuerzas anticuadas mediante la agitación, propaganda y el inicio de movimientos de resistencia y otras campañas específicas, como una campaña contra la guerra, campañas contra la religiosidad y las relaciones sociales patriarcales. Si una práctica o guerra de resistencia no lleva consigo este contenido, no puede ser considerada una práctica o guerra revolucionaria que represente los intereses del pueblo oprimido y explotado. Una fuerza revolucionaria proletaria tiene que propagar constantemente esas concepciones políticas, ideológicas y sociales que representan y proyectan el futuro sistema social por el que lucha y debe llevárselas incansablemente a las masas, incluso antes de iniciar la guerra popular. Específicamente, en países como Irán y Afganistán donde las clases dominantes consolidan su dominio y control sobre un sector de las masas mediante la imposición de la moral religiosa y la esclavización de la mujer, librar la guerra contra la moral religiosa y la esclavización de la mujer es un componente indispensable para llevar a cabo la lucha de clases, y en realidad hablar de preparar la guerra popular sin esto es absurdo. Esta línea es especialmente crucial para movilizar y organizar a las mujeres como una fuerza social clave en la revolución proletaria. Los comunistas tienen que propagar audazmente su concepción del mundo emancipadora y una moral que se deriva de la concepción del mundo y el método comunistas, incluyendo el ateísmo y la oposición a las creencias religiosas y las ilusiones en dioses. El proletariado, los jóvenes y las mujeres deben ser los pilares de este movimiento.

Precisamente debido a que en Irán y Afganistán el sistema utiliza la religión para imponer en la sociedad sus opresivas y represivas relaciones sociales y culturales, todo movimiento social progresista tiene que confrontar y luchar contra la teocracia. De lo contrario, no será posible desarrollar una cultura de atrevimiento, audacia y rectitud en la lucha contra estos regímenes y los imperialistas. Esta es la forma más importante de “revolución cultural” entre las masas en oposición a la reaccionaria “contrarrevolución cultural” de los islamistas. Esto es parte integral de criticar al viejo Estado y de la lucha por derrocarlo. Eludir este tipo de lucha llevará al reformismo en la lucha contra el viejo Estado.

La particularidad del Estado en Irán y en Afganistán es que son Estados teocráticos, por tanto, para poder desafiar y luchar contra las relaciones y valores opresivos, degradantes y humillantes impuestos por el sistema en estos dos países, las masas necesitan atacar consciente y científicamente la religión para que se den una idea del poder emancipador del ateísmo. La meta de esta “revolución cultural” es presentarles a las masas el tipo de sociedad por la que los comunistas luchan. Este es un tipo de práctica que también puede proyectar el futuro. Esta especie de “revolución cultural” sería como un choque para el pensamiento de las masas y bulliría entre ellas la inquietud de tomar conscientemente el destino en sus propias manos. Para construir un movimiento revolucionario en países como Irán y Afganistán —e incluso en Estados Unidos, donde el fundamentalismo religioso es una de las principales armas de la burguesía para imponer el dominio capitalista-imperialista— es crucial y decisivo dar este tipo de lucha ideológica y no debería considerarse un campo de lucha menor y secundario. Por el contrario, es de importancia decisiva y estratégica cambiar la polarización desfavorable ya mencionada que domina el Medio Oriente (la polarización imperialismo-islamismo). Empeñarse en tal lucha les permitiría a las masas de diversas clases y capas ver que los comunistas no son simplemente una fuerza “opositora” contra las clases dominantes, sino que son una fuerza seria y decidida con una concepción clara de un sistema social totalmente diferente que ellos luchan por establecer.

Práctica revolucionaria significa la presencia en nuestras palabras así como en nuestra práctica actual de la naturaleza y el carácter de la futura sociedad. Si nuestras teorías son erróneas, nuestra práctica no alcanzaría la meta de la “transformación social”. Se deberían buscar las huellas del liquidacionismo [liquidación de los fundamentos del MLM —trad.] aquí y no en la nueva síntesis. Se van a encontrar las huellas del revisionismo en la línea que promueve la elección entre “el malo y el peor” entre las fuerzas enemigas, no en la crítica de Bob Avakian al artículo de Lenin “La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”. Las huellas del liquidacionismo pueden verse cuando los asquerosos residuos del pasado impulsan apasionadamente sus ideologías medievales o promueven el imperialismo, cuando los comunistas levantan una bandera blanca o cuando, lupa en mano, buscan migajas y trozos progresistas dentro de la “burguesía nacional” o los reaccionarios islamistas. Debe denunciarse el revisionismo cuando el unirse con el Estado burgués se convierte en la meta de la “guerra popular”. Esta situación debe ser radicalmente cuestionada y transformada.

Dictadura del proletariado

El Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán alega que los documentos del PCR son “pálidos” (es decir, débiles) con respecto al asunto de la dictadura del proletariado.

Bastaría con hacer una rápida comparación entre los documentos publicados por el PCR en el último año con los del PC(M)A en los últimos diez años, o comparar los documentos sobre la nueva síntesis publicados en los últimos años con todos los documentos de todos los partidos y organizaciones participantes del MRI en el mismo periodo para ver cuán infundado es este veredicto.

En vez de emitir veredictos arbitrarios, ¿no es mejor para el PC(M)A dirigir sus esfuerzos primero que todo a ver seriamente si es correcta o no la evaluación que hace Bob Avakian de las deficiencias y errores en el pensamiento de Marx, Engels, Lenin y Mao y su análisis de los errores cometidos en la experiencia de la construcción del socialismo en la URSS y China? ¿Es correcta o no su evaluación de que los logros de esas experiencias constituyen el aspecto principal? Y en segundo lugar, ¿la combinación orgánica de todos sus análisis ha dado lugar al surgimiento de un marxismo más científico, más correcto y por tanto más poderoso, o constituyen solamente algunos intentos dentro del mismo viejo marco?

En muchos de sus escritos, Avakian hace énfasis en la necesidad del liderazgo de un partido de vanguardia y en el establecimiento del Estado de la dictadura del proletariado durante todo el periodo de transición socialista [hacia el comunismo], y señala los fundamentos y bases materiales para esta necesidad. Por ejemplo, habla de la “verdadera dinámica de la realidad material que confrontamos y cuáles caminos del cambio existen”, y recalca: “… En realidad se trata de o lo uno/o lo otro…: o se trata de la toma del poder estatal por las masas populares dirigidas por una vanguardia de este tipo y luego el avance al comunismo en todo el mundo y la abolición final del poder estatal y de las vanguardias; o se trata de volver al capitalismo o perpetuar el capitalismo sin siquiera haber tenido una revolución en primer lugar. Ésas son las opciones. ¿Por qué es así? Porque así es la realidad, así ha evolucionado la sociedad humana. Lo único que hemos hecho es reconocerla y actuar en consecuencia… Eso hace hincapié de nuevo en la importancia de tener un entendimiento materialista y de proceder desde donde nos encontramos, a donde nos ha llevado el desarrollo histórico de la sociedad humana (repito, no a donde “tuvo que llevar” sino que a donde ha llevado): cuáles caminos se hayan abierto de ahí para el cambio, de hecho para una profunda transformación y salto, en la sociedad humana y su interacción con el resto de la naturaleza”.[23]

En el mismo artículo habla sobre la nueva síntesis de la “dictadura del proletariado”: “No estamos hablando de una visión estereotípica, ni siquiera la versión previa a la nueva síntesis, de la dictadura del proletariado. Estamos hablando de una visión emancipadora a un nivel completamente nuevo”.

Bob Avakian señala que la “Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto)” es un ejemplo de la aplicación de la visión de la nueva síntesis sobre la dictadura del proletariado. Este documento es de gran importancia para todo el MCI y ha sido publicado en el órgano central de nuestro Partido —Haghighat #57, 58, 59 y 60— con una introducción explicativa de Haghihat. El que los camaradas del movimiento comunista internacional lidien con este documento sin duda arrojaría luz sobre los logros y deficiencias/errores de los Estados socialistas anteriores así como sobre un modelo más emancipador de ese Estado en un futuro que es posible y debería ser presentado al mundo incluso ahora.

Vale la pena repasar la lucha entre el PCR y el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) sobre el contenido de clase del Estado en general y el de la dictadura del proletariado en particular. Esta lucha de dos líneas comenzó con una carta interna del PCR al PCN(M) en 2005, la cual fue distribuida públicamente en 2009 con el título de “Sobre lo que pasa en Nepal y lo que está en juego para el movimiento comunista”.[24] Nuestro partido publicó la primera parte de este documento ese mismo año.[25] Hay que señalar que en esta lucha la mayor parte de los partidos y organizaciones participantes del MRI no tomaron ninguna posición implícita o explícita. El liderato del PCN(M) tampoco respondió a esta carta sino hasta julio de 2006, pero las consecuencias prácticas de la línea del PCN(M) ya habían comenzado a imponerse. Una de las tesis centrales del PCN(M), que había sido ratificada mediante una resolución de su Comité Central, fue la del concepto del “Nuevo Estado”. La resolución anunciaba que la meta inmediata de la revolución en Nepal era establecer una “república de transición” en vez de realizar la Revolución de Nueva Democracia (una forma de dictadura proletaria que Mao propuso para los países dominados por el imperialismo). La ratificación de la tesis central del “Nuevo Estado” y la meta de establecer una “república de transición” por parte del PCN(M) se convirtió en un factor muy importante en la escena política en Nepal. Se firmó una serie de acuerdos con partidos reaccionarios que allanó el camino para integrar al PCN(M) en el reaccionario sistema dominante y deshacer los logros de diez años de guerra popular.

En respuesta al PCR, El PCN(M) escribió:

“…Esta república, con una amplia reorganización del poder estatal para resolver los problemas de clase, nacionalidad, región y género prevalecientes, jugaría el papel de república pluripartidista de transición. Las clases reaccionarias y sus partidos tratarán de transformar esta república en una república parlamentaria burguesa, pero nuestro partido de la clase proletaria tratará de transformarla en una república de nueva democracia”.[26]

Este es un punto de vista totalmente antimarxista, porque niega el hecho de que todo Estado es el instrumento de dominación de una u otra clase. Esta ley marxista no es un dogma inerte, por el contrario, es un hecho que ha sido demostrado muchas veces por las experiencias históricas a escala mundial y ha sido sintetizada científicamente. La carta del PCR plantea esta pregunta al PCN(M): “¿A cuál clase servirán el ejército y los otros instrumentos de poder institucionalizados en esa ‘república de transición’?”

Estas cartas del PCR enfatizan la naturaleza de clase del Estado y señalan que todo Estado necesariamente será de un carácter de clase definido y servirá a los intereses de una clase definida: los intereses del proletariado o los intereses de una u otra clase reaccionaria (o de una combinación de ellas).

Para enfatizar la naturaleza de clase del Estado, la carta fechada en octubre de 2006 cita a Bob Avakian: “En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, hablar de la ‘democracia’ sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia no tiene sentido o tiene implicaciones peores”.[27]

¡Shola y la “principal” desviación en el Movimiento Revolucionario Internacionalista!

Shola escribe: “el post-marxismo-leninismo-maoísmo planteado por el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, y el Comité Central del Partido Comunista de Irán (mlm) es la desviación más profunda y amplia en términos de sus dimensiones teóricas que se haya expresado en el Movimiento Revolucionario Internacionalista. Esta desviación es más peligrosa que las otras desviaciones en Nepal y antes de eso en Perú. Por eso creemos que en el marco de la lucha contra las desviaciones expresadas entre los miembros del MRI, la lucha contra el post-MLM es hoy la tarea principal.”

Al leer estas líneas uno esperaría una exposición de los componentes clave de las “desviaciones en Nepal y antes de eso en Perú” por parte de Shola para poder compararlas con la “más profunda y amplia… que se haya expresado en el Movimiento Revolucionario Internacionalista”. Pero no hay que esperar, puesto que Shola no se preocupa para nada por clarificar líneas y sólo emite veredictos de blasfemia.

En todo caso, ésta es de lejos la posición más clara a la que hayan llegado en una importante lucha de dos líneas ideológicas y políticas surgida en el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI).

Con el predominio de la línea revisionista en el PCN(M) y, por consiguiente, su caída en picada en el pantano de la reconciliación con la burguesía local e internacional, esta lucha de dos líneas se agudizó. Como resultado de las elecciones de abril de 2008 en Nepal, el PCN(M) se convirtió en un partido gobernante en el sistema reaccionario del país. Uno tras otro, los miembros del Comité Central prometieron a las clases dominantes de Nepal y a la llamada “comunidad internacional” (refiriéndose a los países imperialistas y reaccionarios como Estados Unidos y Reino Unido… China e India, etc.) mantenerse fieles y servir a este Estado burgués. El poder popular revolucionario que se había construido durante 10 años de guerra popular fue desmantelado por el Partido. Las antiguas fuerzas policiales fueron regresadas a las zonas liberadas en el campo. El Ejército Popular de Liberación fue desarmado y sus miembros fueron encerrados en áreas específicas, mientras que el ejército imperial, ahora bajo el nombre de Ejército nepalés, permaneció apostado en sus antiguas posiciones. Y todo esto se dio bajo la dirección de un ministro de defensa del partido “maoísta”. El liderato del Partido se opuso abiertamente al principio comunista de la necesidad de destruir la máquina estatal burguesa y establecer un Estado proletario. Baburam Bhattarai, un líder del Partido y actual primer ministro de Nepal, en un discurso ante una reunión del Banco Mundial, declaró que él más que nadie es fiel a los principios del capitalismo liberal. Y mientras los partidos dizque comunistas del mundo enviaban mensajes de felicitación al PCN(M), estos acontecimientos estaban creando serias dudas entre los comunistas revolucionarios del mundo (como Bob Avakian, quien no “despierta pasiones” en el PC[M]A) porque comprendían la flagrante traición que había sido cometida contra las masas de obreros, campesinos y mujeres de Nepal, así como contra el proletariado internacional.[28]

Lo que define la línea revisionista del PCN(M) es su oposición a la teoría de la dictadura del proletariado y su reemplazo con la de la “democracia del siglo XXI” y su reemplazo de la teoría de destruir el viejo Estado de las clases explotadoras por la de hacer parte del viejo Estado y disolverse dentro de éste —teorías que llevaron a una gran traición al detener la revolución de los obreros y campesinos de Nepal.

Con este horroroso revés, quedó claro que en el centro de las divisiones de línea dentro del Movimiento Revolucionario Internacionalista está la cuestión del comunismo, la revolución comunista y su futuro: ¿Será redefinido el comunismo en una variedad de marcos burgueses y se convertirá en un delgada cascarón para concepciones y caminos no comunistas y no revolucionarios, o serán rescatados y desarrollados sus principios enterrados, poniendo las teorías comunistas sobre una base más científica y clara, de manera que una vez más se conviertan en una afilada arma en la lucha de clases?

En esta gran lucha tomaron forma tres polos teóricos, planteando claramente sus líneas sobre las teorías comunistas y la revolución comunista. Por una parte, está la línea del liderato del PCN(M) que estableció el pragmático y ecléctico “Camino Prachanda” en oposición a la tarea central de tomar el poder político y rechazando los logros de la dictadura del proletariado en los países socialistas en el siglo XX, reemplazando la dictadura del proletariado por la línea burguesa de la “democracia del siglo XXI”.

Por otra parte, la línea de Bob Avakian arroja luz sistemáticamente sobre el carácter de clase del Estado y la aplica para trazar el camino de la revolución en los países imperialistas. Y más importante aún, se basa en los logros teóricos y prácticos de las revoluciones socialistas del siglo XX y rompe con sus aspectos negativos, reconfigura las teorías comunistas y las pone sobre una base más científica, lo que incluye una nueva comprensión de la dictadura del proletariado.

También hay una tercera línea. Esta línea cree que toda la experiencia y la ciencia previa del MLM son suficientes para hacer la revolución. Esta línea se refugia en la glorificación religiosa de la herencia pasada y opta por un terreno medio, dando una vez en el clavo y otra en la herradura. Esta tendencia muestra mucha unidad con el polo revisionista y democrático-burgués representado por el liderato del PCN(M). Para justificar este tipo de unidad, entretejen varios argumentos “revolucionarios” y utilizan los diez años de guerra popular librada por el PCN(M) como justificación para situarse entre el marxismo y el revisionismo.[29] Considérese una vez más el argumento presentado por Shola, citado arriba, de que la nueva síntesis “…no [despierta] tanta pasión militante y esfuerzo de reflexión como lo hicieron el ‘Pensamiento Gonzalo’ y el ‘Camino Prachanda’ —ni a nivel internacional ni dentro de la misma sociedad estadounidense, puesto que sus campos directos de lucha práctica y de masas en Estados Unidos son inexistentes y tediosos, son incomparables con los apasionados campos directos de lucha práctica y de masas del ‘Pensamiento Gonzalo’ y el ‘Camino Prachanda’”.

Primero que todo, hay que preguntarse sobre qué base, a partir de qué investigaciones y observaciones, Shola emite su veredicto de que la nueva síntesis no invoca “pasión militante” en el mundo y en Estados Unidos. ¿Se debe asumir que Shola tiene completo dominio sobre el escenario de la lucha de clases en Estados Unidos y el mundo, de modo que su veredicto está basado en los hechos? En segundo lugar, sería bueno que Shola dijera explícitamente a qué “campos directos de práctica” en Perú y Nepal se refiere.

Después de 1992, con el llamado de Gonzalo a convertir el proceso de la guerra revolucionaria en un proceso de paz, la guerra popular en Perú recibió importantes golpes, y por varios años ha habido remanentes del PCP llevando a cabo acciones militares aisladas con el propósito de fortalecer la “línea de paz”. La guerra popular en Nepal, basada desde 2006 en los principios del “Camino Prachanda”, fue acabada y el partido de Nepal ingresó al Estado reaccionario. Ahora la pregunta es ¿a qué se refiere Shola con “campos de práctica apasionados”? ¿Acaso no se ven las consecuencias lógicas e inevitables de ese “camino”? ¿Archivaron el principio maoísta de que “lo correcto o no de la línea política e ideológica es decisivo”? Shola debería saber que varios años antes de escribir estas palabras, el “Camino Prachanda” entregó la revolución nepalesa y la arrastró en el fango. ¡Es realmente sorprendente que los camaradas del PC(M)A todavía estén alegres con eso! ¡Vuelvan en sí y pregúntense cuál es el significado de todo esto!

Esta contradicción muestra cómo el uso de criterios con contenido ambiguo (“campos directos de…”, etc.) solo puede llevar al peor de los oportunismos, o sea, al eclecticismo. Sobre la base de la verdad de que “la línea política e ideológica” es decisiva, los camaradas del PCR habían predicho las consecuencias prácticas de la línea del PCN(M). Cuando la realidad mostró su veracidad, se esperaba que los partidos y organizaciones del MRI actuaran en conformidad con su deber internacionalista de entrar en la lucha contra esta línea política e ideológica y el desastroso camino tomado por el PCN(M). A cambio, lo que siguió fue una avalancha de felicitaciones y halagos por el triunfo del PCN(M) en las elecciones y su entrada en el Estado reaccionario. Esto mostró la grave tendencia retrograda entre partidos y organizaciones comunistas del MRI. La ironía es que algunas de las fuerzas que no apoyaron los diez años de guerra popular en Nepal (cuando todavía dominaba la línea revolucionaria en el PCN[M]), o que apenas si la habían mencionado, de repente se emocionaron con la subasta de la revolución nepalesa en el mercado político. ¡Quizá sea esto a lo que se refiere Shola con que el “Camino Prachanda” despierta “pasión y esfuerzos a nivel internacional!

¡Shola anuncia que la razón por la que cree que el “Camino Prachanda” ha sido capaz de crear “pasión militante y esfuerzo de reflexión” y la “nueva síntesis” no ha sido capaz de hacerlo es porque los “campos directos de lucha práctica y de masas en Estados Unidos” son “inexistentes y tediosos” comparados con los liderados por el “Camino Prachanda”! Pero los camaradas del PC(M)A saben bien que en un momento los “campos directos prácticos” dominados por las fuerzas yihadistas, las cuales utilizaban descargas de cohetes y balas (donados por las potencias imperialistas occidentales) contra el ejército socialimperialista ruso, despertaban una pasión similar entre los luchadores en Afganistán. Desde luego los más honestos de esos luchadores, en especial aquellos armados con una perspectiva de clase comunista, no se apasionan con ese episodio y no lo recuerdan con alborozo sino que lamentan los sacrificios en los campos de batallas que fueron liderados por la línea política e ideológica de los islamistas reaccionarios.

La “nueva síntesis” lidia con este tipo de problemas y catástrofes, así que es mejor aprender de ella en lugar de calificarla de “el principal peligro”.

Los camaradas del PC(M)A han sido muy indulgentes y compasivos política e ideológicamente hacia el cambio en el carácter de clase de la revolución en Nepal. Deberían explicar seriamente qué significa el que cerraran los ojos cuando una revolución que estaba al borde de la victoria fue llevada al matadero. ¿Qué significa el silencio cuando el PCN(M) declaró válida la criminal democracia burguesa contra la dictadura del proletariado y declaró imposible la meta del comunismo en la situación mundial actual? Y lo peor de todo, ¿qué significa tachar de “principal peligro”, “principal desviación” e incluso “contrarrevolucionarios” a los camaradas que han luchado contra esta retrógrada tendencia y que han hecho grandes esfuerzos por evitar que el PCN(M) cayera se despeñara directo al pantano? De verdad, ¿cuál es el cuento aquí?

La distorsión del maoísmo reduciéndolo a liberación nacional y lucha armada

Dejemos a un lado la pretensión de ser marxistas y leninistas y maoístas. Mejor tratemos de captar el significado de estos conceptos y su aplicación, porque uno de los hechos de nuestros tiempos es que prevalece una gran confusión alrededor de estos conceptos. La situación es similar a la época cuando Marx, como reacción al oportunismo generalizado disfrazado de marxismo, dijo: “si esto es el marxismo, entonces no soy marxista”.[30]

El caos a este respecto es peor que en cualquier otro momento de la historia del movimiento comunista. Esta realidad requiere enfocarse rigurosamente en el contenido de estos conceptos.

En la mayoría de las experiencias que hemos señalado, prevaleció una comprensión muy atrofiada y a veces una lectura oportunista de las teorías de Mao. Por desgracia, la mayoría de quienes declaraban que eran pro-”pensamiento Mao Tsetung” y pro-“maoísmo” convirtieron a Mao en un demócrata revolucionario y a sus teorías en teorías de “defensa nacional” y “revolución democrático-nacional” o, en el mejor de los casos, las redujeron a teorías militares y revolución de nueva democracia. Pero incluso las más valiosas teorías en estas esferas han sido encerradas en la estrecha jaula del nacionalismo y el militarismo, resultando en el cambio de su calidad e incluso convirtiéndolas en su opuesto.

Hasta en el MRI ha habido siempre una comprensión desigual del “maoísmo”, en particular con respecto a la comprensión de la teoría de “continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado” y la comprensión de la dinámica de la lucha de clases bajo el socialismo y el proceso histórico-mundial de alcanzar el comunismo a nivel mundial. Por desgracia, Shola también tiende a reducir el maoísmo a “guerra popular”. Como hemos señalado, no solo miden todas las “desviaciones” del marxismo con el criterio de la práctica, y en particular la práctica de la guerra popular, sino que también entienden el propio maoísmo como tal. Se puede ver claramente en el artículo de Shola que creen que los movimientos que llevan a cabo guerra popular, o algo que se le parezca, son maoístas.

Shola declara a nuestro Partido y al PCREU, como no maoístas y dizque “post-MLM” y asigna grados y puntajes a distintos partidos e individuos. ¿Pero qué escala utiliza Shola para gradar y puntuar? La totalidad del artículo de Shola, y su gradación de las teorías y de la cantidad de “pasión” que puedan o no despertar en el autor de Shola, dan la respuesta: todos los partidos son medidos y evaluados por la escala Shola de “guerra popular”. ¡Shola va tan lejos que hasta compara el valor de la experiencia de la Comuna de París con la mayor escala y longevidad de las luchas armadas actuales!

Con este tipo de lógica, se puede entender por qué Shola no ve el problema fundamental del liderato del PCN(M) en que haya adoptado la línea política e ideológica burguesa, cambiando su orientación y concepción del mundo, pero sí ve el problema en que acabó la lucha armada. Pero acabar la guerra popular fue solo una consecuencia del cambio de programa político, y no fue una cuestión de alejarse de la “guerra” porque sí. El análisis político del PCN(M) fue que no se podía hacer la revolución. Sobre la base de esta evaluación, dejaron de lado la revolución y adoptaron el programa de hacer parte de un Estado republicano de las clases burguesa y terrateniente, dependientes de India y del imperialismo. Una teoría específica estaba guiando esa capitulación en la práctica. En retrospectiva, se puede ver que hubo una fuerte tendencia en ese Partido a ver la “guerra popular” como un medio necesario para entrar y ser admitido en el viejo Estado por las clases dominantes de India y Nepal. Una vez lograron esto mediante la “guerra popular”, no hubo más necesidad de continuarla.

El reducir el marxismo y en general una línea revolucionaria a lucha armada está profundamente arraigado entre los partidos comunistas revolucionarios, y los participantes en el MRI no fueron inmunes a esto tampoco. La lucha contra los revisionistas soviéticos, quienes recetaban una “vía pacífica” para los revolucionarios de todo el mundo en los años 50 y los 60, sin duda tuvo algo que ver con el desarrollo de esta tendencia. Luego de la restauración del capitalismo en la Unión Soviética, los revisionistas soviéticos y sus partidos dependientes promovían una vía o lucha pacífica y un camino “no capitalista” hacia el desarrollo, abogando por la cooperación con sus Estados dominantes. Al adoptar esta línea gran parte del movimiento de izquierda en el mundo árabe y en el sudeste asiático (India, Pakistán, Bangladesh) se convirtió en reserva de los Estados que estaban en el camino del dizque “desarrollo no capitalista”, y en Irán el Partido Tudeh se convirtió en un defensor de la “Revolución Blanca del Sha y del pueblo”. En la lucha contra esta línea capitulacionista, e influenciados por el llamado de Mao, los comunistas revolucionarios del mundo subrayaron la necesidad de tomar el poder mediante la violencia revolucionaria y esto se convirtió en una reconocida línea divisoria entre el marxismo y el revisionismo. Este fue un desarrollo muy positivo. Sin embargo, también tuvo un aspecto negativo, que fue la tendencia a reducir a esto la línea de demarcación entre el marxismo y el revisionismo. Un énfasis unilateral sobre este aspecto, así como una comprensión distorsionada de las tesis de Mao sobre la revolución de nueva democracia de parte de las fuerzas nacionalistas, propagaron la confusión acerca del contenido del maoísmo. En los años 50 y en los 60, no solo los auténticos comunistas sino también demócratas pequeñoburgueses así como fuerzas nacionalistas enarbolaron el “pensamiento Mao Tsetung” y tuvieron un papel importante en difundir una comprensión distorsionada de las ideas de Mao.

En la China socialista, después de la lucha contra la burguesía soviética, comenzó una gran lucha de clases contra “los seguidores del camino capitalista” dentro del propio Partido Comunista de China. La “Gran Revolución Cultural Proletaria” fue una revolución liderada por Mao y los comunistas revolucionarios dentro del PCCh para evitar otra catástrofe, la restauración del capitalismo en la China socialista. Esta revolución fue capaz de evitar la restauración del capitalismo durante diez años y fue capaz de demarcar un modelo de socialismo emancipador contra el falso socialismo en el poder en la Unión Soviética, lo cual llevó a rejuvenecer y dar vida a un nuevo movimiento comunista internacional. El análisis de Mao de la naturaleza compleja y contradictoria del socialismo y las luces que arrojó sobre diferentes aspectos y dinámicas de la lucha de clases y de la naturaleza contradictoria del Partido y el Estado durante la dictadura del proletariado, etc., hicieron avanzar significativamente las teorías comunistas y las desarrollaron más. Las olas de esta revolución alcanzaron todos los rincones del mundo. Esta revolución mostró como las teorías de Mao Tsetung van mucho más allá de la sola lucha armada revolucionaria y la revolución de nueva democracia en los países semifeudales dominados por el imperialismo. Pero los nacionalistas radicales fueron sordos a esto y siguieron adelante en su propio camino a la vez que usaban —hacían mal uso, en realidad— y distorsionaban las teorías de Mao.

La perspectiva empirista

En el artículo de Shola hay un extraño párrafo: “En general debemos decir que estas síntesis, por el lado positivo y dinámico, muestran una cierta ruptura cualitativa parcial con los errores de los periodos de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tsetung, así como descubrimientos parciales acerca de los defectos de ese periodo. Pero estas rupturas y descubrimientos deben atravesar duras pruebas en las luchas teóricas y prácticas para desarrollarse al nivel de un “ismo” adicional al marxismo-leninismo-maoísmo y para que las contribuciones de Avakian alcancen el nivel de las contribuciones de Marx, Lenin y Mao”.

Antes de continuar, hay que aclarar que ni nosotros, ni en nuestra opinión el propio Bob Avakian, estamos preocupados por si la nueva síntesis se convierte en un nuevo “ismo”, y no debemos designarla como tal. Al contrario, la preocupación es si estas teorías son correctas y pueden convertirse en nuestra guía para cambiar el mundo, y si pueden convertirse en nuestra arma para transformar el movimiento comunista en un polo de atracción entre las masas rebeldes en todo del mundo.

Lo relativamente correcto de estas teorías puede ser determinado sobre la base de la experiencia práctica acumulada hasta ahora y de nuestro nivel teórico actual. No debemos caer en el relativismo respecto a esto. No hay duda de que la nueva síntesis tiene que pasar por muchos campos de lucha práctica y teórica para que se temple y se haga aún más correcta y científica, no con la meta de convertirse en un “ismo” sino en función de ser una teoría para cambiar el mundo.

¿Shola está tratando de decir que no deberíamos darles permiso para desarrollar teorías comunistas a aquellos que no han dirigido una revolución exitosa o que no están librando una guerra popular? Parece ser que esto es lo que insinúa Shola, así que nos gustaría plantear claramente nuestra posición.

Bob Avakian es un gran teórico del comunismo. En Estados Unidos es reconocido por el hecho de que siempre ha apoyado a los oprimidos y luchado por su emancipación. Actualmente, en ningún otro país imperialista hay un partido como el PCR, puesto que todos los partidos del nuevo movimiento comunista que nació en los años 60, luego de la gran ruptura de la China socialista con la Unión Soviética capitalista, o desaparecieron o se convirtieron en partidos parlamentarios. Esta condición del PCR se debe el liderazgo teórico y práctico de Bob Avakian. Luego de la toma del poder por parte de los revisionistas en China en 1976, la mayoría de las organizaciones y partidos del nuevo movimiento comunista se pusieron a la cola de los gobernantes revisionistas de China o de una u otra forma se convirtieron en partidos y organizaciones reformistas. Bob Avakian lideró el desenmascaramiento a nivel internacional de los nuevos gobernantes revisionistas en China, fue más allá de solo denunciar la “teoría de los tres mundos” de estos usurpadores y recordó a los comunistas de todo el mundo que estos “seguidores del camino capitalista” habían sido denunciados y puesto como blanco por Mao y sus seguidores en el PCCh durante la Gran Revolución Cultural Proletaria en China (de 1966 a 1976) por su programa económico y social. Avakian rescató las inmortales contribuciones de Mao Tsetung de las garras de los nuevos revisionistas gobernantes de China y sus seguidores internacionales; rescató de entre los escombros las grandes rupturas de Mao con Stalin e incluso llegó más lejos que Mao en sintetizar la experiencia del socialismo en la URSS, lo que Mao y los maoístas no habían podido sintetizar debido a sus limitaciones subjetivas y de tiempo. Sin los esfuerzos teóricos y prácticos de Bob Avakian y el PCREU, no se hubiera podido formar el Movimiento Revolucionario Internacionalista. Es todo este bagaje lo que le permitió a este gran teórico identificar la peligrosa situación que enfrenta el movimiento comunista internacional y le instó a buscar las causas fundamentales de esta situación y a lidiar con ellas.

En medio de esta situación, se puede oír el grito de cientos de millones de seres humanos que se alzan repetidamente bajo los ataques del monstruo capitalista. Y ante la falta de partidos y líderes comunistas auténticos (no los que decoran su misceláneo bolso de nacionalismo y democracia burguesa con lentejuelas comunistas), estas masas son influenciadas por los islamistas y otras fuerzas reaccionarias, y sus energías y sacrificios son desperdiciados y, aún peor, terminan reforzando sus cadenas de esclavitud. Bajo semejantes condiciones, en vez de recomendarle a Avakian que “desacelere”, deberíamos decirle: ¡más rápido, mejor, más! Y deberíamos ayudarle a hacerlo.

Pero, por el contrario, Shola dice que Bob Avakian no ha transitado el paso de “la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría”, y que él ha adoptado “…el método del mulá Sadra quien pasó años pensando en una cueva”, ¡y alcanzó “…de una vez por todas la última conclusión teórica deseada”!

¿Quiere decir Shola que el paso de la práctica a la teoría tienen que hacerlo los mismos practicantes? ¿Estuvo mal que Marx y Engels sintetizaran la Comuna de París? ¿Si las lecciones de la Comuna hubieran sido sintetizadas por los comuneros mismos y por los anarquistas que lideraron la Comuna, hubiera sido más correcta y válida esa síntesis? ¡Sin duda no!

Está claro que Marx no pudo ser parte de todas las luchas de clase histórico-mundiales, pero sí sintetizó esta historia y la presentó de una manera materialista histórica. Y sorprendentemente, lo hizo mediante “años pensando” pero no con un método tipo “mulá Sadra” sino mediante el método científico del trabajo con las ideas. Y afortunadamente su “cueva” fue la biblioteca del Museo Británico, la cual era un gran depósito de obras e investigaciones. Para llevar a cabo este trabajo, Marx no solo recurrió a libros de historia sino que también estudió y aprendió del análisis de los científicos burgueses. Una perspectiva empirista desaprueba sin duda tal método. Lenin, quien tenía apenas un año en la época de la Comuna de París, tuvo que sintetizarla aún más para poder elaborar El Estado y la revolución. Desde un punto de vista empirista, no era permisible que Mao sintetizara la economía socialista soviética bajo Stalin porque solo tenía su mano “en el fuego desde lejos”. Según esta perspectiva, luego del golpe de “los seguidores del camino capitalista” en China y la restauración del capitalismo allí, Bob Avakian no tenía derecho a identificar el verdadero carácter de los gobernantes en China ni a sintetizar la experiencia del socialismo y su derrocamiento allí.

En la situación de crisis del movimiento comunista internacional, que comenzó con la restauración del capitalismo en China, muchas organizaciones y partidos comunistas se refugiaron en las “cuevas” del nacionalismo y la democracia burguesa y desperdiciaron las fuerzas del movimiento comunista abandonándolas al campo de otras fuerzas de clase. Pero Bob Avakian y el partido por él dirigido acometieron el trabajo en el campo internacional para contrarrestar esta tendencia regresiva en la medida en que tenían el conocimiento y la capacidad de hacerlo. La nueva síntesis, además de estar basada en la evaluación de la experiencia del socialismo en el siglo XX, también está estrechamente ligada a los triunfos y reveses del Movimiento Revolucionario Internacionalista y del movimiento maoísta en general.

Con respecto al MRI, Shola escribe: “Antes que nada está la necesidad de hacer un balance de nuestro Movimiento, y si el Movimiento no llega a tal balance no puede llegar tampoco a ninguna otra valoración correcta. Dicha valoración es el eslabón teórico clave para reconstruir y desarrollar todo el Movimiento Revolucionario Internacionalista. Es sobre la base de esta valoración que podemos —y debemos— volver a abordar la revolución en China, el Partido Comunista de China y Mao Tsetung y para hacer esto en la próxima ocasión no desde el punto de vista de consolidar el maoísmo a nivel internacional y su principal aspecto positivo, lo que ya hemos hecho en el periodo pasado, sino esta vez mirándolo con ojo crítico y prestando atención a las deficiencias, errores y posibles desviaciones en la revolución china, en el Partido Comunista de China y en el propio Mao Tsetung, un trabajo que hasta ahora no ha tomado la forma de un movimiento internacional”.

Este juicio por parte de Shola de que “si el movimiento no llega a tal balance no puede llegar tampoco ninguna otra valoración correcta”, es otra afirmación extraña. No está para nada claro si Shola considera incorrecto el contenido de la “nueva síntesis” o si cree que Bob Avakian no tiene las credenciales necesarias para realizar esta tarea o critica la prioridad en términos de lidiar con los problemas actuales. ¿Qué quiere decir Shola al afirmar que estas valoraciones no han tomado la forma de un “movimiento internacional”? Si con esto los camaradas del PC(M)A quieren decir que el MRI debía haber tenido una valoración común y unificada, debería recordárseles que los participantes del MRI estuvieron divididos con respecto a estas mismas valoraciones, y como resultado han surgido dos líneas, marxismo y revisionismo. Para volver a forjar la unidad internacional es necesario establecer la línea correcta a través de la tormenta de la lucha de dos líneas. Todo participante del MRI deben reconocer esta realidad y decidir su enfoque hacia la importante lucha de dos líneas en que se ha entrado. Si la visión de Shola es que el Movimiento debió haber emitido un permiso a Bob Avakian para que hiciera trabajo teórico —por ejemplo, mediante resoluciones o aprobaciones— debemos decir que en momentos de ruptura con el revisionismo, no hay que esperar resoluciones o permisos, así como al romper con el marxismo al revisionismo no lo detendrá ninguna resolución.

El que Shola recurra a estos argumentos perjudicará tanto al MCI como a su propio Partido. Nos gustaría sugerirles a los camaradas del PC(M)A que presten atención a la crítica de la nueva síntesis de las metodologías empiristas y pragmáticas, las cuales han estado tan arraigadas en la historia del MCI.

El empirismo de Shola es tan marcado que tiende a limitar el vínculo entre práctica-teoría-práctica a las experiencias de los partidos individuales e incluso de individuos. Por ejemplo, en forma sorprendente y extraña Shola, asumiendo que nuestro Partido solo tiene “una mano en el fuego desde lejos”, califica de “infladas y jactanciosas” nuestro balance y teorización de la teoría y práctica de nuestro Partido desde antes de la revolución de 1979, luego en el tumultuoso periodo de lucha de clases inmediatamente posterior, el Levantamiento del Sarbedaran, el periodo en que la República Islámica asestó golpes a nuestra seguridad, las luchas en el Kurdistán, etc.

Si nuestro Partido hubiera sido derrotado por completo, y el PC(M)A hubiera evaluado la línea y práctica de nuestro Partido, y sobre esa base hubiera mostrado el camino adelante a los comunistas que quedaban en Irán, eso no hubiera sido ni “jactancioso” ni “tener las manos en el fuego desde lejos”. Al contrario, hubiera sido exactamente lo que se supone que es el internacionalismo. Y en ese caso el que su Partido sea “afganistano” no sería un factor que determine lo correcto o incorrecto de esas evaluaciones. Aquí vale la pena recordar otro ejemplo del carácter internacionalista del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Cuando la Unión de Comunistas de Irán [precursora del PCI(MLM)] sufrió un golpe mortal, el PCR asumió como propia la tarea de analizar la derrota de la revolución en Irán y de examinar críticamente la línea y práctica de la UCI. Cuando quedaban pocos miembros de la UCI capaces de reconstruir la organización, este estudio crítico tuvo un papel decisivo en su solidez. Este examen crítico se reflejó en un documento de la UCI titulado “Con el arma de la crítica”.

Nos gustaría ir más lejos en la crítica del empirismo y dogmatismo de Shola y preguntar: ¿cuáles teorías son más correctas, las de los practicantes de SAMA que lucharon en el campo de la “guerra de resistencia contra Rusia” bajo la bandera islámica y supuestamente al servicio de la liberación de los pueblos de Afganistán, o las teorías de su Partido hoy? [Sabemos que los líderes de SAMA se consideraban a sí mismos “comunistas” pero ocultaban este hecho tras “apariencias democráticas”, como decían ellos]. Si vamos a considerar válidas solo las valoraciones de la línea de SAMA que salían directamente de boca de quienes practicaban esa línea, entonces sabemos lo que han dicho. Y si ustedes hoy hacen una valoración de esa catastrófica experiencia, ¿debemos calificarla de “inflada y jactanciosa” o de innovadora inspiración para las masas oprimidas y explotadas de Afganistán y de todo el mundo?

Nacionalismo e internacionalismo

Otro asunto que ha irritado a Shola es que nuestro artículo “Encrucijada” está escrito como un llamado a los “Comunistas en Irán”, aunque es sobre el movimiento comunista internacional y las amenazas que afronta. Según Shola, este documento debió haber sido escrito y dirigido al MRI como un documento interno, y puesto que éste no fue el caso, es “iranismo”, nacionalismo y un paso en la dirección de disolver el MRI.

Shola escribe: “Básicamente esto es un asunto y una discusión internacional y tiene que ser presentado como una discusión internacional y debatirse con el movimiento comunista internacional y no solamente dirigido a ‘todos los comunistas en Irán’. Era necesario presentar primero sus argumentos internamente a los participantes del Movimiento Revolucionario Internacionalista, incluyendo al PC(M)A, y no a todos los comunistas en Irán de manera repentina y abierta”.

La crítica de que el artículo “Encrucijada” no debía haber limitado su enfoque a los “comunistas en Irán” es razonable e incluso aceptable, pero de ninguna manera era “iranísmo” y nacionalismo. Por el contrario, es precisamente internacionalismo, porque los partidos comunistas en cada país deben ver la revolución en ese país como parte de la revolución mundial y llevar a cabo sus tareas sobre la base de construir el movimiento comunista en sus respectivos países como un destacamento de movimiento comunista internacional. Las acusaciones de Shola nos obligan a decir que si tuviéramos más de este tipo de “nacionalismo” el movimiento comunista internacional no estaría en el lamentable estado en que está hoy. Es inaudito que nuestro esfuerzo por implementar la línea internacionalista y por llevar “esta línea” al movimiento de “nuestro” país sea considerado como nacionalismo. Shola puede cuestionar el contenido de nuestro documento pero no tratar de “nacionalismo” nuestros esfuerzos por popularizar y aplicar ese contenido en el país en el que hacer la revolución es —como lo planteó Lenin— nuestro “aporte” a la realización de la revolución mundial.

Con respecto al punto de publicar abiertamente un documento como “Encrucijada”, decimos que eso no fue erróneo. Por el contrario, fue muy apropiado e incluso tardío. Debemos mencionar también que no fue un enfoque para nada precipitado. Por lo menos desde 2008, hemos venido discutiendo la nueva síntesis en nuestro Partido y más ampliamente con los partidos y organizaciones dentro e incluso fuera del MRI. Incluso hemos participado en conferencias organizadas para discutir la nueva síntesis y hemos expresado nuestras opiniones.

Incluso antes de publicar “Encrucijada” fue muy clara la posición de nuestro Partido sobre el repliegue del Partido Comunista de Nepal (Maoísta) y las razones y bases para ese repliegue regresivo, así como lo fue nuestra posición sobre la situación en el movimiento comunista, sobre el MRI y sobre las concepciones de Bob Avakian y su desarrollo en una nueva síntesis. “Encrucijada” no fue la primera vez que declaramos nuestra orientación sino que fue una continuación de eso y una aplicación de la línea que defendemos. Y no significa que ponga fin a la lucha y discusión con otros partidos dentro o fuera del MRI. Tampoco separamos el proceso de llevar una línea revolucionaria dentro o fuera del país y también creemos que estos asuntos vitales de línea no se pueden resolver mediante argumentos (o excusas) organizativos.

Parece que esta acusación de Shola contra nuestro Partido no es solo una reacción a nuestra posición sobre la nueva síntesis sino una acción consciente y planeada con el propósito de, por un lado, esconder sus propias orientaciones nacionalistas y por otro lado despertar ciertos sentimientos nacionalistas —ambas cosas concuerdan con la línea general de Shola.

Miremos estas líneas de Shola: “primero que todo … el hecho de que este documento se dirige solamente a ‘todos los comunistas en Irán’ antes que nada quiere decir que considera que la tarea de dirigirse a todos los demás comunistas del mundo ha sido cumplida con la publicación del Manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Esto no es más que una expresión de total seguidismo y aceptación del manifiesto del PCREU, sin ninguna observación o enmienda”.

El préstamo e incluso copia por parte de Shola de algunas de la jerga y las calumnias más conocidas de los nacionalistas y su repetición de éstas en este artículo es realmente infortunado y vergonzoso. Esta es otra señal de advertencia que vemos de una tendencia retrógrada en la concepción del mundo entre los comunistas. Nuestro partido es un defensor de la nueva síntesis de Bob Avakian y hará todo lo que pueda por promoverla y popularizarla, y no se intimidará por la ponzoñosa atmósfera que se está generando. Y para los camaradas del PC(M)A, es mejor que le entren a estas teorías y no se preocupen porque nosotros las “sigamos”. Utilizar discurso y métodos nacionalistas para atacar la nueva síntesis no ayudará a la lucha. A los camaradas del PC(M)A les sería de ayuda que recordaran la polémica que hace poco se libró contra su Partido. En esa polémica, los opositores del PC(M)A [en ese país] los calumniaban y decían que la relación entre los partidos del MRI era de “tutoría religiosa” y que el PC(M)A era seguidista de los “definidores de línea extranjeros”. ¡En vez de captar la naturaleza de clase e ideológica de este tipo de calumnias y rechazarlas, de forma inaudita Shola recurre a estos mismos métodos y los usa en la lucha política contra nosotros! ¿Qué podemos decir al respecto, salvo que muestra que Shola comparte la misma concepción y la aprueba y está rindiéndose de manera apresurada ante todo esto?

Al adoptar este tipo de enfoque, Shola quiere enviar un mensaje a sus oponentes de que el PC(M)A no obedece a ningún “tutor” ni “definidor de línea extranjero”, y para probar esto quiere usar el mismo tipo de lenguaje y método que aquellos usan contra los comunistas. Esta es una rendición innegable ante el nacionalismo, y no solo no sienta las bases para la unidad con los comunistas, sino que por el contrario prepara el terreno para llegar a una unidad con los nacionalistas.

Shola demuestra un determinado sistema de pensamiento. Las tendencias pragmáticas y empiristas y una orientación ideológicamente nacionalista campean en este artículo, que ha convertido al marxismo en un dogma y ataca enconadamente toda línea que adopte un enfoque científico hacia el marxismo y su desarrollo. Las condiciones específicas y la situación en Afganistán —la invasión y ocupación imperialista junto con la influencia de los reaccionarios islámicos— han creado una atmósfera favorable para el crecimiento de soluciones y alianzas nacionalistas. Sin duda, no es fácil resistirse a estas presiones y perseverar en presentar a las masas la alternativa comunista revolucionaria, y no hay duda de que la derrota y repliegue en Nepal ha tenido un impacto negativo en el Movimiento Revolucionario Internacionalista y sus partidos y organizaciones participantes. Pero estas mismas condiciones muy duras y difíciles hacen necesario más que nunca desarrollar urgentemente la teoría comunista revolucionaria y afilar esta arma más que nunca.

En la historia del marxismo, especialmente en los periodos sensibles en el movimiento comunista internacional, ha habido muchas luchas entre, por un lado, los que bregan por una comprensión correcta del marxismo y por desarrollarlo y, por el otro, los que han tratado el marxismo como una herramienta útil que se puede modificar y moldear a voluntad y que lo han rebajado a nivel de pragmatismo y nacionalismo.

Esperamos que el Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán preste atención a la calamitosa situación del movimiento comunista internacional y se una a la discusión y lucha sobre lo correcto o incorrecto de las teorías de la nueva síntesis y que revise los dañinos métodos que no son benéficos para librar una lucha teórica rica e inspiradora, puesto que no tenemos otra opción más que llevar científicamente las teorías comunistas a un nivel superior de claridad y corrección, necesariamente popularizándolas, ayudando a la renovación de los partidos comunistas existentes, a la vez que ayudamos al nacimiento de nuevos partidos comunistas revolucionarios en todo el Medio Oriente y en el mundo. Es imposible llevar a cabo esta tarea sin las teorías de la nueva síntesis. ❑

Comité Central del Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta)

Junio de 2011, revisado el 8 marzo de 2013

  1.  El artículo de Shola está disponible en:

    http://www.Sholajawid.org/farsi/tazaha/HKI_hamBa_beraha_raft.html.

  2.  ”¿Qué es la nueva síntesis de Bob Avakian?”, Lenny Wolff. http://revcom.us/a/129/New_Synthesis_Speech-es.html

  3.  Para una discusión más profunda de cómo la nueva síntesis se forjó sobre las base principalmente correctas de la filosofía marxista al tiempo que criticando sus puntos débiles, secundarios, véanse los artículos en Haghighat sobre “Adentrándose en la nueva síntesis”, especialmente la parte 1, “¿El marxismo es determinista o teleológico? Preguntas y respuestas con el camarada M. Parto”, Haghighat Nº 51. Esta es una serie de artículos que abordan diferentes aspectos de la nueva síntesis e importantes cuestiones teóricas en el marxismo. Este y todos los artículos referenciados de Haghighat se encuentran únicamente en farsi.

  4.  Para más información sobre este tema, véase el artículo en Haghighat Nº 6, 3ª serie, “Conmoción acerca de una muerte… Historia de una conmoción”.

  5.  Bob Avakian, “Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, parte 2, Construyendo el movimiento para la revolución”, en Revolución, 9 de octubre de 2011,

    http://revcom.us/avakian/birds/birds02_15-es.html##toc28.

  6.  En este trabajo, Bob Avakian, a la vez que defiende el marco teórico de Marx, Lenin y Mao, también critica las debilidades y errores secundarios de las obras de estos. Estos errores se han convertido en punto de referencia para los revisionistas y los nacionalistas y pragmáticos de izquierda. Por ejemplo, la visión de Marx sobrea la cuestión nacional y la defensa de la nación se refleja en su balance de la Comuna de París (La guerra civil en Francia). La cuestión nacional y la relación de la lucha en un país con la lucha a escala global no se estableció correctamente ni por los líderes de la Comuna de París (en la concepción y las políticas de los líderes comuneros, que trataron de apelar a los soldados del ejército reaccionario sobre la base del patriotismo) ni por Marx y Engels en sus escritos sobre la Comuna de París. En cuanto a la I Guerra Mundial, la mayoría de la II Internacional, dirigida por Kautsky, se unió a las filas de los “defensores de la patria” y traicionó al proletariado. En su esfuerzo por justificar la línea de la “defensa de la patria”, utilizaron muchas citas de Marx y Engels. Avakian sintetizó que Lenin, al refutar esta línea, señaló correctamente que estas citas de Marx y Engels fueron tomadas fuera de contexto y correspondían al periodo en que el capitalismo todavía era de libre mercado y no se había desarrollado aún en capitalismo-imperialista. Lenin preguntó mordazmente: ¡¿la victoria de cuál burguesía sirve a los intereses del proletariado internacional?! Pero como observa Avakian, esto no es lo único: la concepción de Marx y Engels sobre la cuestión nacional y la relación de la revolución en un país con la revolución mundial tenía limitaciones, y los socialistas que han traicionado la revolución proletaria pudieron utilizar algunas citas de ellos para justificar sus posiciones. Por ejemplo, escribiendo sobre la Comuna de París, Marx y Engels dijeron que el proletariado es el mejor salvador de la nación y una fuerza para regenerarla, y en 1891 Engels habla de defender la patria durante una guerra entre Alemania y la Rusia zarista. Bob Avakian dice, “…como ya estará claro a estas alturas, tenemos que enfatizar de nuevo que con todo y los puntos que estamos mencionando de los elementos primitivos en las observaciones de Marx, también había en ellas una gran universalidad histórica y proyección hacia el futuro. Pero en sentido global y viéndolo así dialécticamente, es una confirmación y un ejemplo de la teoría marxista del conocimiento, de la relación entre práctica y teoría, la dependencia fundamental de la teoría en la práctica en última instancia y de que la práctica es la fuente primaria y el punto de referencia de la teoría y la verdad.”. (¿Conquistar el mundo?: Deber y destino del proletariado internacional).

    Cuando sintetiza otros problemas en la historia del movimiento comunista internacional, Bob Avakian hace referencia al artículo de Lenin “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo” (Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín 1975) y a un artículo que Lenin escribió en los últimos años de su vida, “Mejor poco, pero mejor” (Obras Completas, t. 36, Editorial Cartago. p. 523).

    Avakian hace énfasis en que estas obras son muy importantes y que podemos aprender de ellas, pero también en que tenemos que mirar por qué diversos tipos de revisionistas han podido valerse de ellas para justificar su conciliación y capitulación. Avakian dice que es cierto que los revisionistas, al tomar algunas de estas citas fuera de su contexto histórico, distorsionan a Lenin y usan esto para sus políticas conciliadoras y capitulacionistas, pero la realidad es que esto no es solo una cuestión de “distorsión”. En ambos artículos, Lenin se desliza en la lógica burguesa, y es tiempo de evaluar esto.

    Por ejemplo, en “La enfermedad infantil…”, en la sección sobre Inglaterra, Lenin aconseja a los comunistas de Inglaterra que usen las formas parlamentarias de lucha y llama a los obreros a apoyar a los candidatos del Partido Laborista (la facción de “izquierda” de la burguesía británica) contra los candidatos derechistas. Con lógica burguesa, Lenin dice, “Si yo me presento como comunista, y las invito a votar [a las masas —B.A.] por Henderson contra Lloyd George, me han de escuchar seguramente”.

    Esta obra de Lenin ha sido propagada y practicada por diferentes tipos de revisionistas y por los líderes del movimiento comunista en diferentes periodos como una obra “brillante de estrategia y táctica”. Esto fue parte del proceso de enterrar el ¿Qué hacer? de Lenin.

    Este problema se repite en “Mejor poco, pero mejor”. Por ejemplo, los revisionistas en China han usado extensamente este artículo para justificar su teoría de los “tres mundos” (por ejemplo, véase Pekín Informa nº 45, 1977). En este artículo, Lenin divide los Estados imperialistas sobre la base de las porciones que ganaron en la guerra mundial. Avakian continúa su síntesis y critica ampliamente las políticas del Partido Comunista de la Unión Soviética bajo Stalin durante el periodo de la Comintern (Internacional Comunista) como caracterizadas por “…democracia burguesa, economicismo, chovinismo nacional, defensismo nacional en los países imperialistas, etc. Estas líneas erróneas continuaron, se profundizaron y se llevaron a un nivel mucho más profundo durante la II Guerra Mundial… Para decirlo en pocas palabras, la Unión Soviética participó en la II Guerra Mundial basada en una posición patriótica, es decir, democrático-burguesa… y sobre todo, de patriotismo ruso. Y al internacionalismo lo echaron por la borda, de manera pragmática y nacionalista, a fin de defender la nación y rechazar los ataques contra ella a cualquier precio”. (Conquistar el mundo)

    Cuando Avakian llega a Mao Tsetung, critica una cuestión que es muy familiar para los revisionistas y pragmáticos… ¡utilizar las contradicciones entre los enemigos, y derrotarlos uno por uno!

    Bob Avakian se refiere al artículo de Mao titulado “A propósito de nuestra política” (Obras Escogidas de Mao, t. 2). Este artículo fue escrito en el periodo de la invasión japonesa a China (en un tiempo en que grandes partes del país habían sido liberadas por el Ejército Rojo bajo el liderato de Partido Comunista de China). En un tiempo en que el PCCh tenía su propio ejército, bases de apoyo y un Estado revolucionario, la política de “derrotar a nuestros enemigos uno por uno” era correcta. Pero en este artículo Mao tiende a generalizar esa experiencia y a convertirla en un principio. Esta tendencia fue convertida en línea por varios tipos de revisionistas, nacionalistas y pragmáticos de izquierda, que hacen pasar su conciliación y capitulación por “maoísta”. Una de las razones para la furia de los dizque maoístas contra Avakian (“maoístas” tanto en países del tercer mundo como “maoístas” en Europa, donde conciben que el problema de Europa es la “superpotencia norteamericana”) es por su evaluación de este elemento erróneo en Mao.

  7.  Por ejemplo, una de las fuertes tendencias dentro de algunos partidos y organizaciones del MRI fue ver la revolución china de 1949 como una revolución “democrático-burguesa”, mientras que el mismo Mao había denominado el nuevo Estado en China establecido en 1949 como una forma de dictadura del proletariado. Otra tendencia fue reducir las contribuciones de Mao al desarrollo de la teoría de la revolución comunista a sus teorías militares y a la “estrategia de guerra popular”. Hubo una fuerte tendencia entre los partidos del MRI a enterrar las rupturas de Mao con la teoría y la práctica de Stalin sobre la naturaleza de la sociedad socialista, el carácter de la economía planificada socialista, la diferencia entre los críticos del socialismo y los enemigos del socialismo, la aclaración de la relación del marxismo y las otras ciencias y la formulación de Mao de que el marxismo “abarca pero no reemplaza”, así como sus rupturas con el materialismo mecanicista en la filosofía y la metafísica de Stalin, etc., etc. Sin estas rupturas, Mao Tsetung no hubiera podido desarrollar una comprensión más avanzada y científica de la naturaleza de la sociedad socialista y su dinámica y limitaciones ni liderar la construcción de una sociedad socialista que fue cualitativamente mucho más avanzada que la primera sociedad socialista (la Unión Soviética). Entre los partidos del MRI fue desigual la comprensión de las contribuciones prácticas y teóricas de Mao Tsetung, que habían llevado a una ruptura y un salto en las teorías comunistas y avanzado nuestra comprensión de la naturaleza de la revolución comunista. Por ejemplo, la mayor parte de los partidos en el movimiento comunista internacional vieron la Revolución Cultural en China como la implementación de la “línea de masas” o la “democracia” (por ejemplo, los partidos y organizaciones de Nepal e India que estaban en el MRI). De hecho, la Gran Revolución Cultural Proletaria fue una revolución para evitar la restauración del capitalismo en China y garantizar que la sociedad permaneciera en el camino hacia el comunismo. Mao hizo énfasis en que la meta fundamental de la Revolución Cultural era revolucionarizar el pensamiento de las masas populares a gran escala para que pudieran distinguir el marxismo del revisionismo y comprender por qué en el socialismo todavía existe el peligro de la restauración capitalista. En el MRI, la valoración de la experiencia de la dictadura del proletariado en la Unión Soviética y China se dio a un nivel elemental, pero aún en ese nivel encontró fuerte resistencia. Por ejemplo, la sección en la Declaración del Movimiento Revolucionario Internacionalista que criticaba a Mao por no tomar la iniciativa de formar una internacional comunista fue fuertemente cuestionada. Desde el mismo comienzo había una fuerte lucha sobre la valoración de la Comintern, el VII Congreso de la Comintern, que durante el periodo que llevó a la II Guerra Mundial dividió a los imperialistas en “demócratas” y “fascistas” y les asignó a los comunistas del mundo la tarea de unirse con los “imperialistas demócratas” y sus lacayos (por ejemplo, a los comunistas en la India a unirse con los colonialistas británico y los feudales indios). También existieron importantes diferencias teóricas sobre qué era imperialismo, lo cual llevó a conclusiones políticas divergentes sobre la naturaleza de las clases reaccionarias y las diferentes capas de la burguesía en los países dominados por el imperialismo. Entre los partidos del MRI hubo tendencias a reducir el concepto de “imperialismo” a ser simplemente un “enemigo externo”, sin captar la relación orgánica del imperialismo con el sistema de clases formado en los países dominados por el imperialismo y las clases dominantes en esos países. Como resultado, los países bajo la dominación del imperialismo fueron vistos como un bloque homogéneo frente a los países imperialistas. Las diferencias no surgieron simplemente sobre formulaciones teóricas sino también sobre cómo los comunistas ven las experiencias de las revoluciones socialistas del siglo XX, para hacer que el pasado sirva al futuro.

  8.  Por ejemplo, podemos referirnos a los esfuerzos del antropólogo y paleontólogo Stephen Jay Gould, quien intentó desarrollar una nueva síntesis de la conceptualización de Darwin de la evolución. Muchos darwinistas ortodoxos (como Richard Dawkins, autor del libro El espejismo de dios) no aceptaron las críticas de Gould a los defectos de la conceptualización teórica de Darwin de la evolución. Pero su enfoque no era: ¡Gould ha rechazado a Darwin! —porque tienen una buena comprensión de la teoría de Darwin y de todos los debates y asuntos alrededor de ésta. Algunos otros científicos que fueron incapaces de oponerse a la crítica científica de Gould lo atacaron ideológicamente, diciendo que Gould estaba tratando de imponer la metodología de Marx a la teoría de la evolución. Pero la realidad es que sin el desarrollo de una comprensión más científica de la evolución esta teoría sería vulnerable a los ataques de sus oponentes. Más importante aún, esto influiría negativamente sobre la metodología y epistemología científicas, sobre la concepción del mundo, y también influenciaría definitivamente las ciencias médicas.

  9.  Véase el libro o la película Diez días que estremecieron al mundo y cómo los representantes de la Comintern analizaban las corrientes islámicas en las repúblicas de Asia Central de la URSS.

  10.  Por ejemplo, véase el debate entre Sami Ramadani y Simon Assaf del Partido Socialista de los Trabajadores en el Reino Unido:

    http://socialistworker.co.uk/art.php?id=27876 (en inglés).

  11.  La “banda de los cuatro” es un término que usaron los revisionistas en China para referirse a cuatro líderes maoístas en el Partido Comunista de China (Chiang Ching, Chang Chun-chiao, Yao Wen-yuan and Wang Hung-wen) que fueron camaradas de Mao liderando la Gran Revolución Cultural Proletaria en los años 1966-1976. Fueron arrestados en un golpe militar poco después de la muerte de Mao en 1976 y llevados a juicio. Los medios de comunicación internacionales cubrieron este juicio como un importante acontecimiento internacional. Las sesiones del juicio coincidieron con un viaje de Deng Xiao-ping (el líder revisionista que tomó el poder en China) a Washington D.C. y con el anuncio de “programas de reforma económica”. Chiang Ching (la esposa de Mao) y Chang Chun-chiao (un importante teórico del PCCh cuyo trabajo contribuyó enormemente al desarrollo del maoísmo) se mantuvieron firmes en sus posiciones y murieron en prisión. Los otros dos pidieron disculpas y fueron liberados después de un tiempo.

  12.  Bob Avakian analiza: “Lo que vemos en contienda, con la yihad por un lado y McMundo/McCruzada por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos ‘polos anticuados’, acabará fortaleciendo a los dos. Esta es una formulación muy importante y crucial para entender buena parte de la dinámica que impulsa el mundo en este período, pero tenemos que tener en claro cuál de ‘los dos sectores históricamente anticuados’ ha causado más daño y representa la mayor amenaza a la humanidad: los ‘sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista’, y en particular los imperialistas estadounidenses”. (Forjar otro camino).

  13.  Bob Avakian “Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte”, Segunda parte: Construyendo el movimiento para la revolución. Revolución # 234, 29 de mayo de 2011.

  14.  ”Superar el empirismo”, Pekín Informa 1º de noviembre de 1972.

  15.  Baburam Bhattarai, “New State” en The Worker, órgano del PCN(M), febrero, 2004. Bhattarai junto con Prachanda fueron miembros del Comité Permanente del PCN(M). En este artículo evalúa como negativa la experiencia de la dictadura del proletariado en los países socialistas de la URSS y China y declara que el futuro Estado socialista debe institucionalizar la competencia electoral entre diferentes partidos. Este artículo pone en el centro del periodo de transición socialista una democracia ampliada (incluyendo la competencia electoral) y dice que esta democracia ampliada sería una “garantía” para prevenir la restauración capitalista. Bhattarai continúa diciendo que tras establecer el socialismo, el ejército permanente debe ser disuelto y reemplazado por una milicia. Considera la Comuna de París con elección y remoción directa de funcionarios como un ejemplo más positivo que la experiencia de la dictadura del proletariado en la URSS y China. Esta visión ha sido analizada y criticada por el PCREU en Revolución Nº 160 (29 de marzo de 2009). Debe mencionarse que en 2009 el PCN(M) cambió su nombre por el de Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta).

  16.  Mao Tse-tung, Obras Escogidas, Tomo 3, “Rectifiquemos el estilo de trabajo en el partido”, febrero de 1942.

  17.  Marx. Crítica del Programa de Gotha. Ediciones en Lenguas Extranjeras Pekín. 1979. p. 6.

  18.  V. I. Lenin, ¿Qué hacer?, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1975, p. 31.

  19.  Ibíd. p. 31.

  20.  Ibíd.

  21.  Los imperialistas invitaron a Prachanda y a Bhattarai a Europa y organizaron clases de “democracia” para ellos como hicieron con los líderes del FMLN en El Salvador. ¿Cuál es el futuro que visualiza Prachanda para Nepal? ¡Él mismo dijo que quería convertir a Nepal en la Suiza de Asia! Casi todos saben que Suiza no se convirtió en tal por sus lecherías y montañas. Suiza es uno de los más importantes centros bancarios y de inversión del sistema capitalista mundial. Esta lamentable fantasía es solamente un reflejo del estado mental de una burguesía envilecida de los países dominados por el imperialismo. Él fue alguna vez un comunista con inspiradores ideales internacionalistas. La revolución en Nepal había despertado y organizado a cientos de miles de mujeres y hombres, de obreros, campesinos e intelectuales que estuvieron dispuestos a luchar jugándose la vida por derrocar el opresivo y explotador sistema capitalista. Y esto había llenado de esperanza e inspiración a millones más en el propio Nepal, en India y por toda la región y el mundo. Esta revolución fue abortada a mitad de camino por la línea revisionista de su liderato. Cuando el liderato de este partido comenzó a degenerar, el mayor apoyo a la revolución en Nepal y el único camino y vía internacionalista era luchar contra la línea de este liderato. La única manera de preservar el MRI como un centro político y organizativo del MCI era unirse alrededor de la lucha contra esta línea revisionista de forma omnímoda. Entre los partidos y organizaciones del MRI, nuestro partido y el PCR asumimos esta tarea, y la mayor parte de los demás, en lugar de acompañarnos, tomaron el camino de la vía media. Esto fue una señal del lamentable estado del MCI.

  22.  En un documento titulado “Cuatro charlas filosóficas” (1987), que estudia las raíces filosóficas de las desviaciones oportunistas de derecha de la Unión de Comunistas de Irán en el periodo de finales de 1980 y 1981, decíamos: “Incluso al librar una lucha de liberación nacional, los comunistas son los representantes de la futura sociedad comunista. Actualmente hay representantes y vanguardias del proletariado internacional en cada país. Aquí podemos ver claramente la apego y el jalón del respeto hacia lo que existe y de sólo actuar dentro de ese marco… En todo país oprimido es muy fácil para los comunistas volverse como los demócratas revolucionarios. No es porque no piensen en el comunismo o piensen que el internacionalismo proletario es malo. El punto es que su trabajo político entre las masas es presentado en términos de poder político, revolución de nueva democracia, independencia nacional del imperialismo, etc., y a menudo se olvida la meta de todas estas cosas…”

  23.  Bob Avakian, “Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, Primera Parte: Revolución y el Estado”. Revolución #218, 28 de noviembre de 2010.

  24.  Cartas del PCREU al PCN(M): http://www.revcom.us/a/160/Letters-es.pdf – Revolución #160, 29 de marzo de 2009.

  25.  La primera parte del documento “La espiral descendente de la revolución en Nepal”, archivos Sarbedaran [en farsi]:

    http://www.sarbedaran.org/archives/etelaiye/rcp2nep2009f_p1.htm

  26.  Cartas del PCREU al PCN(M): http://www.revcom.us/a/160/Letters-es.pdf – Revolución #160, 29 de marzo de 2009.

  27.  Ibíd.

  28.  Véanse las cartas del PCR al PCN(M) y la carta del PCI(MLM) al PCN(M), noviembre de 2006 [en farsi]. http://www.cpimlm.com/showfile.php?cId=&tb=hagh3_s&Id=369&pgn=1. Véase también: “Revolución en Nepal, ¿gran triunfo, o gran peligro?”, Haghighat nº 40.

  29.  Esta polémica fue escrita en junio de 2011. Actualmente hay un grupo que llama a “reorganizar el MRI”, compuesto por el PC(M)A, el PCIML (Naxalbari), el Partido Maoísta de Italia, y otros. Estos se oponen al Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta) y apoyan al nuevo partido en Nepal que intenta reorganizar el PCN(M) y es dirigido por algunos de los antiguos líderes del PCUN(M) que rompieron con el partido de Prachanda y Bhattarai. Los líderes de este nuevo partido creen que la razón principal del revés de la revolución en Nepal fue la “traición de Prachanda” y no la línea política e ideológica que habían desarrollado y adoptado conjuntamente. La línea de los líderes del nuevo partido es tan ecléctica que no es capaz de trazar una clara línea de demarcación con sus líderes revisionistas y contrarrevolucionarios. Para más información, véase el informe publicado en el artículo de Revolución sobre el congreso de fundación de este nuevo partido: http://revcom.us/a/296/una-coyuntura-critica-en-nepal-es.html

  30.  Un famoso comentario en una carta que escribiera Marx en 1883 a Jules Guesde y Paul Lafargue, dada a conocer por Engels.