Vilipendiando el comunismo y acomodándose con el imperialismo
La farsa y la vergüenza del “pesimismo sincero” de Slavoj Žižek
Raymond Lotta
Revolución N° 256, 15 de enero de 2012
El número de diciembre de 2011-enero de 2012 de The Platypus Review contiene una entrevista al filósofo y teórico cultural Slavoj Žižek[1]. Constituye una ráfaga de tergiversaciones de la experiencia histórica de la revolución y el socialismo del siglo 20, acompañada de un ataque vilmente inescrupuloso e infundado a la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian.
Las cavilaciones de Žižek acerca del comunismo se disfrazan de nuevas ideas matizadas pero lo que manifiestan es un anticomunismo muy gastado y trillado y torpe que se compagina con la narrativa burguesa imperante sobre el comunísimo como un “fracaso” y un “horror”. Žižek se presenta a sí mismo como un “anticapitalista”, pero lo que pregona son apologías del imperialismo capitalista.
Todo eso es el producto de lo que Slavoj Žižek llama su “pesimismo sincero”.
A continuación respondo a las afirmaciones y tergiversaciones centrales de Žižek. Pero para empezar, insto a Slavoj Žižek a participar en un debate público conmigo acerca de la naturaleza del imperialismo y la historia y las posibilidades del proyecto comunista.
I. Lo que está en juego en realidad, las verdaderas alternativas y las verdaderas responsabilidades
El mundo es un horror. Una emergencia ambiental amenaza a los propios ecosistemas del planeta; las guerras neocoloniales libradas por el imperialismo occidental engendran muerte, destrucción y desplazamiento; la desnutrición y hambre agobian a mil millones de seres humanos; las mujeres, la mitad de la humanidad, están cosificadas, cubiertas de velos, traficadas y denigradas. El desarrollo de la tecnología y la acumulación de conocimientos humanos han llevado la sociedad humana a un umbral en que ahora es posible ponerle fin a todo eso y darle una vida material digna y cultural rica a toda la humanidad, pero el sistema con las ganancias ante todo del capitalismo mundial restringe y ahoga ese potencial.
Un creciente número de personas, de Egipto a los movimientos Ocupar, están oponiendo resistencia y cuestionando el orden social actual. Están alzando la frente y buscando soluciones y alternativas.
La responsabilidad de los revolucionarios y de todos los pensadores radicales respecto a estos movimientos muy claramente es unirse con ellos y trabajar para fortalecer su impulso abrumadoramente positivo. Pero, además, es crucial abordar los obstáculos y las contradicciones que enfrentan estos movimientos y luchas, y trabajar para dar dirección para desviar las cosas hacia un camino más plena y conscientemente revolucionario. A la vez, existe una apremiante necesidad de distinguir entre el discurso y la política revolucionarios y radicales, y lo que nos relegaría al mundo tal como es[2].
Existe una salida del sufrimiento y la locura de este mundo. Se trata de la revolución, una revolución comunista. Las primeras iniciativas de la historia moderna para crear sociedades libres de explotación y opresión (la revolución soviética de 1917-1956 y la revolución china de 1949-1976) contaron con la dirección de visionarios partidos de vanguardia y plasmaron nuevas economías liberadoras e instituciones gobernantes, nuevas relaciones sociales basadas en la cooperación y la superación de la desigualdad y combatieron los viejos modos de pensar, en medio de increíbles obstáculos materiales e ideológicos.
Estas revoluciones representan parteaguas históricos para la humanidad oprimida. Sus hazañas fueron monumentales y a la vez no tuvieron precedente. A la vez, existían problemas y deficiencias de concepción, método y práctica, algunos de ellos muy serios, algunos de ellos hasta graves. ¿Cómo evaluar todo eso? Con el tiempo esta primera ola de revoluciones comunistas resultó derrotada y se restauró el capitalismo. ¿Cuáles fueron las causas y factores subyacentes?
Bob Avakian ha desarrollado un conjunto de trabajo que al sintetizar las lecciones abrumadoramente positivas pero también negativas de esta primera ola de revoluciones, y a la vez al sacar lecciones de diversas esferas de la experiencia y actividad humana, abre nuevos caminos para ir más lejos y hacerlo mejor en una nueva etapa de revolución comunista. Se trata de una nueva síntesis del comunismo. Un comunismo radicalmente transformador… que está inmarcesiblemente resuelto a dirigir a millones de personas a tomar el poder mediante lucha revolucionaria decidida una vez que se presenten las condiciones para hacerlo… y eso tiene por objeto nada menos que ejercer ese poder a fin de emancipar a la humanidad y alcanzar un mundo en que los seres humanos podrían florecer en verdad.
Existe un reto monumental, pero una base concreta, para luchar por tal mundo y gestarlo. Lo que está en juego es real, además de que hay responsabilidades intelectuales reales. El profesor Žižek se arruga ante este reto. Lo que nos sale son sus escarceos infundados y mal encauzados en un análisis desvinculado de la lucha para transformar radicalmente la realidad, una posición deliberada de “que no nos tengamos muy en serios a nosotros mismos” y, de fondo, una reconciliación con este mundo y toda su miseria.
II. Negándose a considerar a la vez que ataca de modo irresponsable a la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian
En los inicios de la entrevista de Platypus, Žižek comenta la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian: “No hay ninguna sustancia teórica: No hace el trabajo”[3]. ¿Hacer el trabajo? En esta entrevista no existe ni una pizca de consideración teórica de parte de Žižek acerca de los elementos críticos de la nueva síntesis, con:
- Cuestiones de filosofía: En obras tales como Observaciones sobre el arte y la cultura, la ciencia y la filosofía y Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Avakian ha hecho mayores rupturas sobre ciertas nociones semi-religiosas y teológicas que se han traspasado al comunismo, junto con algunas tendencias empiristas y pragmatistas y ha puesto el comunismo sobre cimientos más científicos.
- Lo que representa ser un internacionalista en el mundo en que vivimos hoy. En obras tan tempranas como ¿Conquistar el mundo? Deber y destino del proletariado internacional (1982), Avakian ha explorado la manera en que las dinámicas globales generales del sistema imperialista fijaron las condiciones para lo que pasa en cada país específico. Ha desarrollado una orientación para la manera en que los revolucionarios tienen que abordar todo, lo que incluye hacer la revolución en los países en que viven, desde la óptica de la revolución mundial en primer plano, y cómo, y por qué, los líderes de la primera etapa de las revoluciones comunistas se desviaron de ese análisis y orientación y hasta en algunas coyunturas actuaron en su contra.
- Un nuevo y vital análisis de la naturaleza del socialismo como una sociedad de transición y lo que se necesita para pasar de las desigualdades y disparidades profundamente arraigadas del mundo actual a una sociedad comunista y mundo sin clases y diferencias de clase, sin instituciones opresoras que las refuerzan y sin las ideas que surgen de esas divisiones y las refuerzan. Al sacar profundas lecciones de Mao, Avakian ha reconocido y recalcado la necesidad de tener un mayor papel para el disentimiento, un mayor impulso de la efervescencia intelectual y un mayor alcance para la iniciativa y la creatividad en las artes en la sociedad socialista. Ha criticado el punto de vista parcial en el movimiento comunista hacia los intelectuales, que los considera solamente como un problema. Eso pesa profundamente en la búsqueda de la verdad, en el carácter transformador del proyecto comunista y en la superación de la milenaria división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual.
- La manera en que la nueva síntesis plantea una nueva concepción del socialismo como período dinámico de transición se desarrolla en obras de Avakian tales como “El fin de una etapa — el comienzo de una nueva etapa”, Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo y “Puntos sobre el socialismo y el comunismo: Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad”.
- La estrategia revolucionaria y la necesidad de tener movimientos comunistas para oponerse a las presiones de simplemente volverse otra parte del paisaje político de la sociedad burguesa, a diferencia de trabajar para hacer la revolución. Hacer la revolución y emancipar a la humanidad es una obra crítica al respecto. El PCR (Partido Comunista Revolucionario) ha desarrollado una estrategia que trata los problemas y dificultades reales de hacer la revolución en un país imperialista como Estados Unidos. Por ejemplo, la existencia de una gran clase media en Estados Unidos; la superación de profundas divisiones raciales y sexuales entre diferentes sectores de la población; puentear brechas y efectuar sinergias positivas entre los intelectuales y los de abajo; y el reto de acelerar el desarrollo de una situación revolucionaria en un tiempo en que no existe ninguna crisis revolucionaria y a la vez preparar al pueblo para aprovechar una oportunidad cuando sí se presente.
- Capacitar a las masas para cambiar al mundo y a sí mismas. Avakian ha recalcado que es necesario llevar a cabo la revolución comunista con la orientación de que las masas tienen que ser la fuerza impulsora pero como “emancipadores de la humanidad”. No se trata de una revolución para vengarse o cambiar de posición en un marco de “los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”; esta revolución tiene que ver con la transformación del mundo entero, de modo que ya no haya ninguna división de la sociedad entre “los primeros” y “los últimos”.
¿Qué dice Slavoj Žižek sobre estos elementos de la nueva síntesis? Nada.
Žižek afirma que Avakian y el PCR “siempre tienen las respuestas: nada de preguntas, solamente respuestas”[4]. O sea, él quisiera que los lectores creyeran que de parte del PCR no existe ningún forcejeo con las contradicciones espinosas y difíciles, sino solamente certezas conocidas por sí mismo. Nos tilda de “pervertidos”, diciendo que nosotros pretendemos imponer sobre los demás lo que son sus deseos o lo que deberían ser.
Eso, cabe decir, es una asombrosa “perversión” de la verdad. Una sección entera de Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, de Bob Avakian, trata precisamente esa contradicción, en particular en sus manifestaciones en la sociedad socialista entre los intereses y necesidades fundamentales de las masas populares, de un lado, y del otro, lo que alguna parte del pueblo podría desear en cualquier momento dado, y los retos que encierra el tratamiento de esta contradicción y todas sus complejidades, de modo que siga avanzando hacia el comunismo a la vez que en lo fundamental se apoya en las masas populares para, de manera consciente, llevar adelante esta lucha.
De hecho, la citada obra completa, junto con Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, son nutridos estudios de parte de Avakian acerca de muchas contradicciones y complejidades clave que encarna el proceso de hacer una revolución, y de hacerla en cualquier país específico como parte de una lucha general hacia el objetivo final del comunismo mundial.
Žižek también acusa a Bob Avakian y al PCR de meramente hablar de tomar el poder y luego lidiar con los problemas, y no hablar de la manera en que todo eso ocurrirá y “sus consecuencias para con las masas”. Ésa no es sino otra acusación infundada. Aparte de las obras que ya he citado, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) y la declaración del PCR “Sobre la estrategia para la revolución” tienen mucha relevancia por lo que respecta a estos temas.
De Žižek no sale ninguna consideración seria ni crítica de principios de la nueva síntesis, sino únicamente mezquinas tergiversaciones de la obra de Avakian y de la línea del PCR. Pero, profesor Žižek, inténtelo de nuevo, debatamos el comunismo y la nueva síntesis en un foro público.
III. Rabioso anticomunismo disfrazado de nuevas ideas
En la entrevista de Platypus, Žižek nos cuenta que “las lecciones [del siglo 20] son solamente negativas”. Habla del socialismo en la Unión Soviética y de los años de Stalin como una “brutal dominación directa”[5]. En su introducción a la edición de Verso de algunos ensayos de Mao sobre la filosofía, acusa a Mao de “reducir las personas a un mecanismo desechable”[6]. En su discurso de octubre en Ocupar Wall Street, obsesiona que “el comunismo fracasó estrepitosamente”[7].
Cuesta trabajo discernir qué más obra aquí: una deliberada indiferencia hacia la precisión histórica o consentir de manera anticomunista a la estructura de poder. De todos modos, sus declaraciones están equivocadas y causan gran daño. Para llegar a la verdad de las revoluciones china y bolchevique, menciono mucho que la o el lector chequee los escritos de Avakian, algunas investigaciones y discursos míos, el portal “Pongamos las cosas en claro” en inglés y la polémica “‘La política de la emancipación’ de Alain Badiou: Un comunismo encerrado del mundo burgués”. Pero caben aquí unos puntos de respuesta concreta.
- ¿”Meramente negativas”? Las revoluciones china y soviética lograron sorprendentes hazañas en la liberación de la mujer, la superación de las desigualdades de nacionalidades, medidas con decisión decisiva para lidiar con las necesidades materiales del pueblo, los esfuerzos de crear nuevos valores y cultura. La Revolución Cultural de China de 1966 a 1976 llevó a cabo transformaciones sin precedentes en la educación, las prácticas de gestión industrial, los servicios de salud, el gobierno de base y las artes. En ninguna sociedad del mundo se había dado nunca antes tal lucha política consciente y transformación.
- Las resmas de Žižek contra Stalin y lo que él llama “estalinismo” llaman la atención por su ausencia de análisis materialista. Ningún sentido del implacable cerco y amenaza ni el efecto de la persistencia de las divisiones sociales y otros vestigios de la vieja sociedad y la continuación de las clases y de la lucha de clases en las condiciones del nuevo estado socialista. Ni las cuestiones y luchas reales y decisivas de línea y programa: las políticas y el camino representado y defendido por Stalin y las líneas y las políticas que otros miembros de la dirección representaron y defendieron, y las consecuencias de todo eso para el rumbo de la sociedad. Al contrario, nos da Stalin, el déspota.
- Žižek declara que el Gran Salto Adelante de la China de 1958 a 1960 era una “mega-tragedia”[8]. No le importa qué representaba en realidad el Gran Salto Adelante ni tampoco lo que logró concretamente por lo que se refiere a la colectivización de la agricultura, la superación de las desigualdades entre ciudad y campo y las brechas tecnológico-culturales, el desarrollo de un sistema más descentralizado de planificación económica, la crítica a las tradiciones de la familia y del feudalismo y, claro está, sus contribuciones a la resolución del centenario problema alimentario de China. Žižek quiere que la o el lector desprevenido crea que “la divulgación de archivos” “demuestra” esta llamada “mega-tragedia” (él le hace referencia a las muertes por hambruna que supuestamente Mao perpetró). ¡Tonterías! Lo que se circula ampliamente a nombre de “investigaciones archivales” es un vilipendio organizado contra Mao y una historia sensacionalista por conteo de muertos que se basa en toda suerte de extrapolaciones espurias y mentiras descaradas.
En el caso de Slavoj Žižek, un componente distintivo de su teorización radical “innovadora” y “nueva” es un repudio y calumnia de la experiencia histórica de la revolución comunista.
IV. El anti anti-imperialismo de Žižek
Žižek propone “replantear la crítica de la economía política” a la luz del capitalismo global de hoy. ¿A dónde lo llevará su “replanteamiento”? Consideremos algunos hallazgos suyos:
- “El resultado más grande de la presidencia de Bush es que Estados Unidos se está volviendo meramente una superpotencia local”[9]. ¿Escuché eso bien? Lamentablemente, sí. Ahora significaría una cosa para darle “crédito” a George W. Bush por conducir al imperialismo estadounidense hacia serias dificultades, pero afirmar que Estados Unidos ya dejó de ser una verdadera potencia hegemónica y que se ha reducido a ser meramente una superpotencia local no solamente contradice la realidad sino que en realidad desorienta y desarma a las personas para que no reconozcan en toda su extensión y se opongan a la realidad de lo que el imperialismo estadounidense hace en el mundo. Yo tendría ganas no solamente de debatir la evaluación de Žižek acerca del imperialismo estadounidense sino también sus justificaciones para la acomodación de Nelson Mandela con el imperialismo y su traición objetiva para con las masas de Sudáfrica como también el embellecimiento de la invasión de Estados Unidos a Irak en nombre de la supuesta oposición al fundamentalismo islámico[10].
- En la misma entrevista de Platypus, Žižek afirma que “en el capitalismo global de hoy… ya no existe la metrópolis que exprime a los países del tercer mundo”[11]. La red global de la mano de obra de las maquiladoras, las zonas de procesamiento para la exportación y el trabajo infantil en Asia, África y Latinoamérica que son parte integral y crítica para la rentabilidad del capital occidental: de alguna forma todo eso ha desaparecido o perdido su importancia en la economía política de Slavoj Žižek. Los minerales y las materias primas a menudo minadas en condiciones casi esclavas en vastas regiones del tercer mundo, los derechos de propiedad a nivel internacional que mantienen a las medicinas fuera del alcance del mundo empobrecido, la agroindustria occidental que destruye la agricultura campesina: esos son aparentemente artefactos de un neocolonialismo en retirada. Para Žižek, la gran división opresiva y reforzada entre el imperialismo y las naciones oprimidas ya ha dejado de ser una de las contradicciones más profundas que caracterizan hoy al mundo.
- Žižek no puede dejar ir a la democracia burguesa. Ofrece este panegírico a los líderes de la revolución burguesa: “Los luchadores por la libertad radical burguesa estaban muy conscientes de que la libertad llega solamente en la medida en que ésta sea una verdadera libertad social”[12]. Le dice a Charlie Rose que él no es “ciegamente anticapitalista” y que valora el hecho de que “demasiadas personas llevan una vida tal relativamente libre y segura, en un relativo bienestar social tal como… en Europa Occidental en los últimos 50 a 60 años”[13]. Ahí está: mientras que el comunismo “ha fracasado estrepitosamente”, el imperialismo es un éxito parcial. Žižek solamente puede dejarse deslumbrar al cegarse conscientemente a sí mismo ante la realidad de que las libertades burguesas y el bienestar social se basan en una plataforma de superexplotación, guerras de agresión y conquista y un sistema de gobierno neocolonial que incluye el apuntalamiento de regímenes títeres salvajemente represivos tal como Arabia Saudita.
Yo animaría a las personas a contrastar las ideas social-chovinistas de Žižek sobre el imperialismo y la democracia, unos puntos de vista que de paso tienen coherencia por su carencia de una comprensión científica de la relación de la superestructura con la base material de la sociedad y del sistema mundial, con las obras de Bob Avakian como Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr?, El comunismo y la democracia jeffersoniana y, de nuevo Los pájaros no pueden dar a luz a cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte.
V. Conclusión: Un recuento y un llamado a un debate agudo y honesto
Slavoj Žižek rechaza erróneamente y sin base científica toda la experiencia de la revolución comunista. Forcejea acerca de “la falta de soluciones fáciles” y “el pesimismo sincero” pero puede alinearse cómodamente con el imperialismo. Ésta es una ostensible capitulación moral y política. Es un elemento integral de por qué Slavoj Žižek no admite, y muy posiblemente no lo reconoce y no puede reconocer, lo que es de hecho nuevo y de importancia decisiva en la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian. En un mundo que clama urgentemente un cambio radical, esta nueva síntesis es tan viable y vital para llevar a cabo la lucha por la emancipación de la humanidad.
Una vez más y en conclusión, yo reto a Slavoj Žižek a debatir públicamente estas cuestiones. ❑
Obras de Bob Avakian citadas en este artículo:
Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte.
El comunismo y la democracia jeffersoniana, en inglés (Chicago: RCP Publications 2008).
Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr?, en inglés (Chicago: Banner Press, 1986).
Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo.
“El fin de una etapa — el comienzo de una nueva etapa”, revista Revolución, RCP Publications, otoño 1990.
Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Revolución, octubre 2007 a febrero 2008. También se incluye en Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, un folleto (Chicago: RCP Publications, 2008).
Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Observaciones sobre arte y cultura, ciencia y filosofía) (en inglés) (Chicago: Insight Press, 2005).
“Puntos sobre el socialismo y el comunismo: Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad”, Revolución, marzo a abril 2006.
Otras obras y fuentes:
El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (Chicago: RCP Publications, 2009).
Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) (Chicago: RCP Publications, 2010).
“Sobre la estrategia para la revolución“, Revolución #226, 6 de marzo de 2011.
El portal de “Pongamos las cosas en claro” con materiales de Raymond Lotta, en inglés: thisiscommunism.org.
Raymond Lotta, Nayi Duniya y K.J.A., “’La política de la emancipación’ de Alain Badiou: Un comunismo encerrado en los confines del mundo burgués”, en inglés, Demarcations: A Journal of Communist Theory and Polemic, Número 1, verano-otoño 2009.
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“The Occupy movement, a renascent Left, and Marxism today: An interview with Slavoj Žižek“, The Platypus Review (42), diciembre 2011-enero 2012, en inglés. ↑
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Cabe señalar que en su discusión del repunte de lucha en Egipto, Žižek se contenta con seguir a la cola de este movimiento, y hasta convierte en un principio algunas de sus debilidades y aspectos limitados, tal como (al menos hasta ahora) la omisión, o negación, en una medida demasiado grande, de la cuestión palestina. (Ver la entrevista a Žižek, p. 4). ↑
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Entrevista a Žižek, p. 2. ↑
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Obra citada, p. 2. ↑
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Obra citada, p. 5. ↑
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Slavoj Žižek Presents Mao: On Practice and Contradiction (Nueva York y Londres: Verso Books, 2007), p. 10. ↑
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“Slavoj Žižek at OWS Part 2“, 9 de octubre de 2011. ↑
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Entrevista a Žižek, p. 2. ↑
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Obra citada, p. 3. ↑
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En la entrevista de Platypus, p. 4, en su comentario sobre las protestas contra la guerra de Irak, Žižek le encuentra defectos a la izquierda en Estados Unidos por no haber trabajado con la izquierda iraquí, en particular el Partido Comunista Iraquí. Ese partido cien por ciento revisionista participó en las elecciones para el primer gobierno post-invasión, las cuales se celebraron con los auspicios y al servicio de la ocupación estadounidense. Žižek toma nota de la participación del Partido Comunista Iraquí y agrega: “La narrativa estándar era que el pueblo iraquí debería liberarse a sí mismo, sin la ocupación estadounidense. Pero tuvieron el mismo problema, y acabaron en un impasse. Ante los ataques a la Zona Verde, en tal caso, ¿con quién tomar partido? No estuve listo para hacer lo que algunas personas hicieron, a decir que, en vista de que se oponían a la ocupación estadounidense, deberían tomar partido con la resistencia. A mi parecer, jamás se debería apoyar a esos islamistas radicales”.
A nombre de no ceder ni un ápice al fundamentalismo islámico, Žižek efectivamente legitima la invasión y ocupación estadounidense. En contraste con esa posición social-chovinista, veamos la orientación del PCR, Estados Unidos, que se basa en la posición y análisis internacionalista de Avakian: Este análisis a) señala la existencia de “dos sectores anticuados”: el imperialismo y el fundamentalismo islámico; b) identifica los dos sectores como reaccionarios; c) llama a forjar un auténtico movimiento revolucionario en oposición a ambos sectores; a la vez que d) deja requete-claro que, de estos “dos sectores anticuados”, es el imperialismo, y sobre todo el imperialismo estadounidense, el que hace el mayor daño y que constituye el obstáculo mucho mayor a la emancipación de las masas populares del mundo. Vea Bob Avakian, “Forjar otro camino”. ↑
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Obra citada, p. 4. En contraste, vea mi discusión acerca de la persistencia de la despiadada contradicción entre las metrópolis imperialistas y el tercer mundo en la primera parte de la serie “Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias”. ↑
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Obra citada, p. 4. ↑
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“Charlie Rose with Slavoj Žižek“, 26 de octubre de 2011. ↑