5 de julio de 2025
El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 125.
Para hacer eco a las palabras conmovedores de Mario Savio, que resuenan tras las décadas desde el Movimiento pro Libertad de Expresión en la Universidad de California-Berkeley en los años 1960: Hay que impedir que funcione la máquina del régimen fascista de Trump, hasta que este régimen sea sacado del poder.
El fascista Trump encabeza el “poder ejecutivo” del gobierno. El Partido Republicano fascista controla ambas cámaras del Congreso.
Y los tribunales no pueden detener esto, debido a que la mayoría de la Corte Suprema —la “autoridad judicial final”— es en sí un instrumento de este fascismo.
En mi próximo mensaje (número 126), seguiré analizando el rol de la Corte Suprema como un instrumento de este fascismo, y la manera en que esto recalca más la importancia crucial de que todos aquellos que se opongan a este fascismo se movilicen masivamente para derrotarlo concretamente, antes de que sea muy tarde.
Al mismo tiempo, es importante notar que el liderazgo del Partido Demócrata se ha negado a actuar de manera significativa para oponerse a los fascistas — en particular con relación al papel crucial de la Corte Suprema. Cuando Biden asumió la presidencia en 2021, con el impulso de su victoria electoral decisiva de 2020, se le llamaba a que ampliara la Corte Suprema — con la adición de otros jueces para contrarrestar a los fascistas que llevaban la mayoría. Hacerlo hubiera sido legal y constitucional — y hubiera sido posible: durante los primeros años de la presidencia de Biden, los demócratas controlaban el Senado, la cámara que debe aprobar los nombramientos a la Corte Suprema. Pero Biden se negó a hacerlo, con la excusa floja de no querer “politizar” a la Corte — ¡la que obviamente ya estaba “politizada” por la mayoría fascista!
Esto es típico del Partido Demócrata como institución: Decidido a mantener el “funcionamiento ordenado” y las “normas tradicionales” de este sistema, ha ayudado y facilitado repetidamente a los fascistas — los que están pisoteando esas “normas tradicionales” a fin de gobernar mediante una franca dictadura de tiranía y terror sin ley.
Como enfaticé en mi mensaje número 119: algunos políticos del Partido Demócrata pueden contribuir a la lucha contra el fascismo de Trump y MAGA — pero el Partido Demócrata no dirigirá, ni puede dirigir, esta lucha hacia dónde tiene que ir.
Le toca a la gente decente, por muchos millones, poner alto a este coloso inexorable fascista de Trump y a los horrores los que actúa para imponer a la gente en Estados Unidos y por el mundo en su conjunto.
Protestas continuadas, y movilizaciones poderosas por todo Estados Unidos, han sido muy importantes, y muestran el potencial de lo que hay que hacer. Pero todo esto tiene que dar un salto, pronto, para convertirse en un levantamiento popular masivo, decidido a derrotar concretamente a este régimen fascista, unido en torno a la demanda urgente: ¡Que se largue el régimen fascista de Trump — YA!
Esto significa “que no siga la actividad como de costumbre”. Significa que se desarrolle la protesta y la resistencia día tras día: no violenta pero sostenida e implacable —que responda a la represión por parte del régimen fascista, con torrentes aún mayores de resistencia— que una a todos los que se pueda unir, cada vez más numerosos, motivados por la necesaria sensación de urgencia, con el objetivo de crear una crisis política profunda y grandes cambios y “realineamientos” por toda la sociedad, inclusive en las instituciones dominantes del poder, con el fin de que el régimen fascista ilegítimo no pueda funcionar, y que de hecho sea sacado del poder.