El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— #119.
Algunos políticos del Partido Demócrata y otros ligados al Partido Demócrata se han pronunciado en contra del régimen de Trump e incluso han convocado a protestas de masas en su contra. Pero el hecho es lo siguiente: Los objetivos y las prioridades de los demócratas, y por otro lado la necesidad crucial y urgente de derrotar al fascismo de Trump y MAGA, no son una y la misma cosa — y en muchos sentidos importantes son dos cosas fuertemente opuestas la una a la otra. Y: Si los corredores de poder político del Partido Demócrata establezcan los términos de la oposición al fascismo de Trump y MAGA, la necesaria lucha para derrotar, y sacar, al régimen fascista de Trump resultará seriamente mal dirigida y fatalmente debilitada.
¿Por qué? Primero, debido a que la orientación básica del Partido Demócrata en general es “canalizar” y limitar la lucha contra Trump y los republicanos fascistas dentro de los estrechos límites de la política electoral. Especialmente debido al funcionamiento peculiar de la política electoral en Estados Unidos —en que un pequeño número de votantes en un pequeño número de estados tienen un papel determinante en las elecciones presidenciales— las fuerzas dominantes en el Partido Demócrata están decididos a atraer a los llamados “votantes indecisos moderados” y a tratar de ganarse a algunos “votantes trumpistas”. (Esto supone hacer caso omiso y traicionar los valores e inclinaciones de muchas personas de la “base” del Partido Demócrata, en combinación con la orientación de chantajearlos para que apoyen a los demócratas de todos modos, debido a que el Partido Republicano fascista sería aún peor.) Además del oportunismo cínico de esta orientación, las elecciones a la mitad del mandato no ocurrirán sino al fin del año 2026 (y no están programadas las elecciones presidenciales sino al fin de 2028), y de todos modos no hay motivo para creer que los fascistas de Trump y MAGA acepten porque sí los resultados de elecciones cruciales que no estén de su agrado.
Existe el siguiente hecho aún más fundamental: es imposible eliminar las causas subyacentes de este fascismo dentro de los confines de este sistema, y la prioridad más alta del Partido Demócrata es mantener y defender este sistema. Los jefes del Partido Demócrata siempre tratarán de mantener la lucha contra este régimen fascista dentro de los términos y límites que no amenacen la estabilidad de este sistema. Pero, aún a falta de una revolución para abolir este sistema en su conjunto, la lucha necesaria para derrocar y sacar a este régimen fascista requiere una lucha no violenta pero decidida y sostenida, de millones de personas, para parar en seco el funcionamiento de este sistema, bajo el dominio de los fascistas —para hacer que, para este régimen fascista, Estados Unidos sea “ingobernable”— de modo que se aglutinen los diferentes factores y fuerzas, como una enorme y poderosa escoba que barra del poder a este régimen fascista.
Como enfaticé en mi mensaje número 115, urge la necesidad de “gestar la movilización masiva que será decisiva en la lucha por la exigencia crucial de que ¡se largue el régimen fascista de Trump — ya!
“Esta movilización masiva podría ejercer un gran impacto en las instituciones dominantes del país, con la posibilidad de crear condiciones que podrían causar importantes cambios y ‘realineamientos’ entre ellas. Esta es una forma en que se podría retirar del poder al régimen fascista de Trump. Pero, de una forma u otra, este régimen tiene que irse — y hace falta desarrollar una movilización de masas no violenta, pero decidida, sostenida y creciente, como la fuerza sólida central para plasmar este objetivo urgente y crucial, lo antes posible, antes de que de verdad sea muy tarde”.
En los términos más fundamentales, únicamente una revolución que tenga por objeto un sistema completamente nuevo, con una transformación radicalmente emancipadora de la economía, las relaciones sociales y las instituciones políticas, de la mano con una cultura edificante, puede efectuar por fin la eliminación de la terrible opresión y las atrocidades continuadas que son una parte integral de este sistema del capitalismo-imperialismo y que éste continuamente perpetra — y que puede actuar para arrancar de raíz las condiciones y relaciones que nutren y fomentan al fascismo.
En términos inmediatos, como señalé en mi mensaje número 114, una lucha masiva de millones de personas unidas sobre la base de una oposición decidida al régimen fascista de Trump es la mejor manera de ganarse a cualesquiera de las “personas del común” que hayan resultado mal dirigidas a apoyar a este fascismo.
En este momento: La orientación crucial debe ser la de superar todas las estratagemas de “dividir para conquistar”, uniendo a todos los que se pueda unir —a personas con muchos puntos de vista y perspectivas diferentes, incluidas aquellas con perspectivas alineadas con el Partido Demócrata pero que de hecho estén decididas a derrotar a este fascismo de Trump y MAGA— creando, por medio de las acciones no violentas pero decididas y sostenidas de números masivos de personas, la situación política en la que este régimen sea sacado del poder, antes de que realmente sea muy tarde para poner fin a este horror fascista.