20 de junio de 2025
El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 122.
Si un culto se compone de personas que repiten a ciegas un mantra sin ningún contenido que lo apoye, pues sin lugar a dudas ese saco les queda bien a aquellos que recitan a ciegas “Bob Avakian y los revcom son un culto” mientras ni siquiera investigan o se niegan a investigar el contenido de lo que nosotros decimos.
Y se oye un eco de Trump en la insistencia en que, “mucha gente cree, mucha gente dice” que los revcom somos un “culto”. ¿Realmente hace falta explicar que lo que “mucha gente cree, mucha gente dice” no es un estándar bueno y válido para determinar lo que en realidad es la verdad? ¡¿Cuántas veces en la historia, y hasta la fecha, se ha comprobado que lo que “mucha gente cree, mucha gente dice” estaba equivocado?!
Pues hasta ese extremo ha llegado la ruindad política e ideológica de los cultistas tipo “ustedes son un culto”. Y realmente, en el quid del asunto, todo ese rollo de “culto” no es más que una forma de esquivar hacer lo que hay que hacer para cumplir los profundos retos ante la humanidad — en general y de inmediato ahora con la importancia crucial y urgente de unir a todos los que se pueda unir en una movilización cada vez más masiva no violenta pero decidida y sostenida para derrotar y sacar al régimen fascista de Trump.
Bueno pues, ya que lo que está en juego es tan monumental, démosles una oportunidad a esos cultistas tipo “ustedes son un culto”. Ahí les va una invitación: Hagan el intento, pero duro, de abrir la mente. Junto con esos e-mensajes míos, visiten revcom.us/es y El Show RNL (¡Revolución, y Nada Menos!) en YouTube, y éntrenle con seriedad a lo que encuentran ahí, incluido lo que he venido diciendo desde hace décadas sobre el peligro del fascismo — y de ahí participen abierta y honestamente en discusión y debate basado en principios, con nosotros y con otros, al respecto.
No albergo grandes esperanzas, pero uno nunca sabe: en momentos como los actuales, quizá incluso algunas personas descerebradas se sientan compelidas a pensar críticamente sobre cuestiones grandes.
Así que, la invitación sigue abierta.