La expansión de la guerra en el Medio Oriente

@ComRevCo | comrev.co | 15 de abril de 2024

La situación en el Medio Oriente se ha tornado aún más explosiva tras el ataque de Irán a Israel con cerca de 300 drones y misiles lanzado en la noche del pasado 13 de abril. Luego de más de seis meses de la continuada masacre genocida de Israel contra Gaza con el apoyo de Estados Unidos y de otras potencias imperialistas occidentales, con más de 34.000 palestinos asesinados por Israel, casi tres cuartas partes de ellos niños y mujeres, la crueldad del genocida Estado sionista de Israel ha indignado a millones en el mundo, ha atizado ataques de fuerzas fundamentalistas islámicas de la región que se oponen a Israel y ha encendido el conflicto alrededor de Gaza. Con el ataque de Irán el conflicto amenaza seriamente a extenderse a un conflicto en toda la región, el Gran Medio Oriente[1], con implicaciones a escala global.

Aunque en los últimos meses ha habido numerosos episodios que involucran a otros países como el Líbano, Siria, Yemen e Irak e indirectamente a Irán, por primera vez se presenta un ataque directo de Irán al territorio ocupado por Israel (Palestina ocupada).

El ataque iraní el pasado sábado se dio como represalia al ataque israelí contra el consulado de Irán en Damasco (Siria) hace dos semanas, en el que Israel asesinó a 7 altos oficiales y comandantes iraníes. Este ataque a un consulado fue en sí misma una provocación extrema por parte de Israel. Según el Derecho internacional las sedes diplomáticas son territorio del país acreditante, incluso según el mismo Departamento de Estado de Estados Unidos, “un ataque a una embajada se considera un ataque al país que representa”. El consulado iraní en Damasco estaba ubicado en el mismo complejo de la embajada iraní en Siria, por lo que este puede considerarse un ataque directo de Israel a Irán. Como es usual, Israel no ha reconocido oficialmente la autoría del ataque al consulado iraní, pero hay pocas dudas sobre su autoría. Por su parte, Estados Unidos ha negado haber participado en tal ataque, no obstante, no es para nada creíble que no estuviera cuando menos informado. No solo porque los seis misiles fueron disparados desde aviones F-35 suministrados por Estados Unidos, sino porque, como informó el Wall Street Journal en 2022, “muchas de las misiones de Israel por muchos años han sido revisadas previamente para su aprobación por altos funcionarios en el Comando Central de Estados Unidos y en el Pentágono”. Además, Estados Unidos se opuso explícitamente a condenar este ataque y bloqueó cualquier intento de rechazo al mismo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Irán aseguró que iba a tomar venganza por tal ataque y Estados Unidos e Israel daban por hecho de que el ataque iraní llegaría tarde o temprano.

Según se ha informado, Israel, con el apoyo de fuerzas de Estados Unidos, Gran Bretaña, y Jordania, logró interceptar la gran mayoría de los drones y misiles, y los daños al parecer fueron menores. Adicionalmente, todo parece indicar que Irán renunció al “factor sorpresa” del ataque, dando aviso previamente a Estados Unidos a través de Turquía y otros países vecinos. El ataque iraní utilizó drones relativamente lentos que tardarían horas en llegar a su objetivo y aquellos más rápidos fueron lanzados con posterioridad al primer ataque. Esto parece indicar que fue una medida calculada de Irán pretendiendo que su ataque no fuera altamente destructivo, sino especialmente dar una muestra de fuerza. Posteriormente enviaron el mensaje de “dar por concluida” su represalia y calificando su ataque como “disuasorio”, con la intención de no aumentar la tensión en la región, y no querer verse involucrado en una guerra regional abierta en este momento. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha reiterado el apoyo férreo a Israel, pero según informan algunos medios, parece haber expresado su reticencia a involucrarse directamente en un nuevo ataque a Irán en respuesta.

Hasta el momento de este escrito, el gabinete de guerra israelí evalúa cómo responder al ataque iraní, y hay indicios de que Israel intenta aprovechar esta coyuntura para hacerse con el apoyo internacional que ha sido relativamente erosionado por la masacre genocida contra Gaza.

La situación es volátil e impredecible y no se puede conjeturar seriamente cómo se desenvolverá, pero lo que sí se puede afirmar es que independientemente de las intenciones de las partes involucradas, la contienda por la dominación e influencia de la región, ha empujado tanto a Irán y sus aliados como a Israel, el imperialismo estadounidense y otras potencias occidentales en una espiral de confrontación, y aunque en un momento dado consideren que no es “la mejor opción” estas contradicciones pueden obligarlos a una confrontación a mayor escala, a una guerra regional abierta, con alcance global.

Un aspecto clave de todo esto es que no se trata de una contienda entre “democracia” por un lado y “autoritarismo” por el otro, ni tampoco de una confrontación entre una fuerza imperialista como Estados Unidos junto a su representante en la región, Israel, por un lado y unas fuerzas “antiimperialistas” por el otro.

Como demuestra la atroz barbarie que Israel con el férreo respaldo de Estados Unidos y otras potencias occidentales, ha llevado a cabo desde su fundación contra el pueblo palestino, y en especial la masacre genocida de los últimos seis meses contra Gaza, Israel no representa una fuerza de “democracia y libertad”, Israel “desempeña un ‘papel especial’ como bastión fuertemente armado de apoyo al imperialismo estadounidense en una parte estratégicamente importante del mundo (Medio Oriente). E Israel ha sido una fuerza clave en cometer atrocidades que han ayudado a mantener el dominio opresor del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo”.[2] Israel ha sido un gendarme de los intereses estadounidenses en la región, un matón con armas nucleares que ha dominado a esta región del mundo económica, política y militarmente crítica durante décadas.

Pero esto no significa que Irán, junto con sus fuerzas aliadas como los hutíes en Yemen, Hezbolá en el Líbano, Hamás en Gaza y otras milicias en Siria e Irak, que tienen contradicciones con Israel y Estados Unidos, sean un polo “antiimperialista” o liberador en algún sentido. Estas fuerzas no solo no se oponen al imperialismo, sino que están inmersos en el sistema capitalista global y lo apuntalan. Como correctamente han señalado los comunistas revolucionarios de Irán el régimen de la República Islámica ha integrado muchísimo más a Irán en este sistema global, consolidándose como una potencia regional en el Medio Oriente que lucha por aumentar su influencia. En las últimas décadas, Irán ha fortalecido los lazos con las potencias imperialistas rusa y china, que están en una contienda por disputar el dominio estadounidense en la región y el mundo. El imperialismo estadounidense actúa como el mandamás de la región, directamente y a través de Israel como su perro de presa, y no está dispuesto a ceder su dominio en la región que ha sido uno de los pilares claves de su dominio global. Al tiempo, China y Rusia son potencias imperialistas que aspiran a ocupar el lugar de Estados Unidos como capo de capos en el sistema imperialista global.

Como acertadamente señala el Partido Comunista de Irán (MLM): “El fundamento de la lucha de la República Islámica no es el apoyo a Palestina, ni siquiera la lucha contra el imperialismo, sino el enfrentamiento reaccionario del fundamentalismo islámico con la superestructura político-ideológica de la clase dominante en los países imperialistas para hacerse con una parte mayor en la región y dentro del sistema capitalista imperialista. El pueblo de Irán no puede gritar efectivamente ‘Muerte a la República Islámica’ sin exigir el derrocamiento del imperialismo (sistema capitalista mundial). Del mismo modo que el pueblo palestino —y los pueblos del mundo que defienden a Palestina— no pueden oponerse eficazmente a Israel y a sus partidarios imperialistas, sin disociarse claramente de cualquier ‘resistencia’ bajo la bandera del fundamentalismo islámico producido desde dentro”.

Estos dos sectores históricamente anticuados que están en contienda utilizan los crímenes del otro bando para justificarse, y lo cierto es que ninguno de los dos representa nada positivo para la humanidad. Apoyar a uno de los bandos en contienda, terminará fortaleciendo al otro. Los intereses de la humanidad están en oposición a ambos.

Estos acontecimientos deben examinarse sobre la base de la intensificación de la contienda entre potencias imperialistas en el mundo, que tiene todo el planeta por escenario, con focos de tensión especialmente cruentos en Ucrania y en el Medio Oriente, y en un mundo en el que lo que pase en una región como el Medio Oriente, no influye solo a esa región, sino que tiene impacto en todo el planeta.

Lo cierto es que los acontecimientos recientes en el Medio Oriente, junto a la intensificación de las tensiones interimperialistas en Ucrania resaltan que estamos en un momento en el que el mundo cambia radicalmente, bajo un sistema cuyas contradicciones son explosivas y peligrosas para toda la humanidad, en el que estos opresores e imperialistas están dispuestos a causar una brutal destrucción, incluso a lanzar armas nucleares, con el fin de aplastar a cualquiera que se oponga a sus intereses reaccionarios. Pero el tipo de futuro horrendo que ofrece este sistema a la humanidad no es la única opción. Este no es un momento para ser “pesimista” o echarse a la pena. Este es un momento para que muchísimas personas, de manera creciente, adopten decididamente un enfoque científico que desafíe la idea tan propagada de que “las cosas solo pueden ir a peor” o que nada puede hacerse, y que reconozcan la naturaleza “anormal” de estos tiempos, donde las formas habituales en que se ha regido al mundo se están resquebrajando, que reconozcan y no desperdicien un momento “poco común” en el que el surgimiento de verdaderas revoluciones guiadas bajo el Nuevo Comunismo, puedan poner fin a estos horrores, esto es más posible que en tiempos “normales”, precisamente porque debajo de los pies se está estremeciendo el mundo tal como la gente lo ha conocido y como ha llegado a aceptarlo. La lucha por un mundo comunista debe ser la prioridad en la vida de todo aquel que se preocupe por el futuro de la humanidad, es necesario aprovechar al máximo estos puntos de viraje y oportunidades poco comunes donde “las contradicciones se intensifican repetidamente y los cambios se aceleran rápidamente, realzando la perspectiva de un gran desastre para la humanidad, pero también la posibilidad de arrancar un futuro radicalmente diferente y mucho mejor, por medio de una revolución”.[3]

¡Alto a la escalada de guerra en el Medio Oriente! ¡no podemos permitir que estos imperialistas sigan dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad! ¡Alto al genocidio israelí contra Palestina, con apoyo de Estados Unidos!

¡De Colombia a Palestina, de Estados Unidos a Irán, la gente necesita una revolución real basada en el Nuevo Comunismo!

Comrev.co | @Comrev.co | 15 de abril de 2024


[1] Término geopolítico que agrupa al Mundo Árabe, Afganistán, Irán, Israel, Pakistán y Turquía. Y, debido a similitudes políticas y culturales, algunos analistas incluyen más países.

[2] Bob Avakian, publicación en @BobAvakianOfficial Revolution 7

[3] Bob Avakian, Una revolución: importantes puntos de viraje y oportunidades poco comunes.